jueves, 28 de enero de 2010

de regresos

Tras un parón de algo más de un mes, vuelvo a la carga en una ciudad el doble de fría que hace 30 días. Después de un viaje de vuelta no libre de contratiempos este es el tercer día desde mi vuelta y todavía estoy re-habituándome a la rutina de aquí y habituándome a las novedades, que no son pocas:

Para empezar, como ya he hecho dicho, el frío se ha multiplicado por dos y eso se nota. Es increíble cómo el dolor del frío en la cara te hace olvidar cualquier problema que te ronde por la cabeza en ese momento. Realmente creo que en la calle todos compartimos un pensamiento único "¿ me daré cuenta de que se me ha congelado la nariz en el momento que eso ocurra?" Es algo que me preocupa. El martes tuve que ir a la facultad a arreglar los papeles (de este modo este país se asegura de que no olvides nunca que eres extranjero; si no, no entiendo a qué viene tanto papeleo) y decidí ir andando hasta el metro. Hacía un sol espléndido (como ayer y hoy mismo, algo que es de agradecer) y vi que los 20 grados bajo cero se soportaban con relativa facilidad: craso error. No conté con un detalle importante: las gafas.

Sometido a estas temperaturas, las partes de tu cuerpo que van tapadas no sufren las inclemencias del tiempo. Pero la gente que llevamos gafas sufrimos un handicap a tener en cuenta: cuando las susodichas se congelan empieza un dolor intenso, como si te clavaran alfileres entre los ojos y detrás de las orejas (donde se apoyan las patillas de las gafas). Otra de las novatadas que como guiri supongo que hay que pasar. Además está el tema de la congelación de las fosas nasales. No exagero al decir que a los 3 segundos de estar en la calle ya notas como los pelos de la nariz se han helado; esto supone que, en cuanto entras a un sitio cerrado, empieza el irreversible proceso de descongelación y empieza a gotear la nariz; la imagen es poco agradecida porque parece que te caen las velas, así que hay qir siempre con un pañuelo a mano. Ahora me acuerdo de ese acto tan de madre de "coge kleenex por si acaso", que yo siempre pensaba "¿por si acaso qué?" He tenido que descubrirlo en Rusia, aquí esa recomendación maternal adquiere un pleno sentido.

Ayer se celebró el día de la liberación del bloqueo de la ciudad por los nazis. Un acontecimiento histórico único que te recuerdan constantemente en todas partes, y cuando digo "en todas partes", quiero decir "en todas partes". En el metro, en la calle, en los bares, en el súper... Recuerdan a las víctimas que se cobró el bloqueo en los 900 días que duró. Realmente es un hecho histórico del que poco se habla en España y que, viendo la dimensión que alcanza en Piter, deberíamos saber algo más. Y podremos argüir seguidamente "pero ¿acaso el Rusia se sabe algo sobre, por ejemplo, la guerra civil?" pues sí, y por eso mismo ayer sentí una suerte de vergüenza por no estar más al día con un tema como este.

Fuimos a ver una exposición de herramientas y utensilios de los años del bloqueo y después comimos con un amigo ruso, conocido en la ciudad por dos hechos bien distintos: introducir la marca chupa-chups en Rusia, y ser el intérprete de Isabel Pantoja en una visitia que hizo a la ciudad. Aparte de estos pasajes anecdóticos, Паша (Pasha) nos regaló una charla de casi cuatro horas sobre la división azul. En su tiempo libre, como afición, se dedica a recoger testimonios de personas que convivieron con los españoles de la división azul que fueron a San Petersburgo. Realmente una sobremesa muy interesante.

En otro orden de cosas, entre hoy y mañana espero ponerme al día con todo, organizarme en cuanto a trabajo, estudios y limpieza del hogar se refiere y buscar, con urgencia, una piscina cercana a casa para poder nadar de vez en cuando y desconectar. Todavía no he empezado las clases y ya tengo la cabeza dándome vueltas sobre la programación del curso, objetivos, selección y organización del material, etc.

En fin, el día a día se impone y, en el fondo, tenía ganas de que llegara, aunque el mes que he pasado en casa no lo cambio por nada. He visto a todo el mundo que quería ver, a algunos no he podido verlos pero queda pendiente para la próxima.

Hasta pronto.