viernes, 24 de septiembre de 2010

de falsedades y albas

Normalmente tardo en actualizar el diario por cuestiones de tiempo. Tengo que aprender a gestionar mejor el tiempo en general: tanto mi tiempo de ocio, mi tiempo dedicado a mis estudios, incluso mi tiempo en el aula. Me he dado cuenta de que siempre me sobra bastante material del que he preparado para una sesión. Siempre me digo que lo aprovecharé para la siguiente clase pero claro, puesto que son clases de conversación, no le veo mucho sentido a retomar el hilo de la clase anterior para después seguir con algo completamente distinto. Este año, por suerte, tengo una base común a los cursos de máster y, gracias a eso puedo ir hilvanando las sesiones con coherencia y sin resultar un programa esquizofrénico.

A lo que iba, estaba preparando una unidad didáctica nueva, centrada en el debate sobre la legalización de las drogas, y decidí ilustrar las diferentes posturas a través de diferentes artículos de opinión. Para sintetizar las opiniones de los que estan a favor de la legalización (entre ellos Felipe González) buesqué en los artículos de opinión de El País, y para ejemplificar posturas contrarias primero me metí en elmundo.es y, no contento con eso, decidí probar con el ABC. ¡Qué grande es España! Buscando y buscando en el ABC choqué con un titular que, aunque no se ceñía a próposito, no pude dejar de consultar: "una guía subvencionada por Sanidad induce al uso de drogas". Ante tan alarmante noticia cliqué completamente alterado y estupefacto. El artículo en sí, como podéis comprobar, pone en evidencia que en ningún momento se incita al consumo de drogas; simplemente se informa de que hay personas que las consumen para practicar sexo. ¿Cómo se puede ser tan manipulador y tergiversar la realidad de esa manera? Publicar un titular de este tipo es tan fraudulento como afirmar que un estudio sociológico sobre los suicidios en España incitan a que la gente se tire de un puente o meta la cabeza en el horno...

En fin, que me alteró sobre manera la lectura del artículo y quería dejar constancia de ello. Volveré en breve, para explicar una aventura con un pescao... tal cual. Hasta ese momento, pongo la canción que se me ha enganchado y no hay manera de borrarla de mi cabeza. Tiene un rollo pegadizo difícil de explicar; hay algo que engancha...

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miércoles, 15 de septiembre de 2010

de aniversarios y reflexiones estériles

Ya que no pude actualizar en un día tan señalado para cualquier catalán como es el 11 de setiembre, intentaré enmendar la falta inmortalizando en este blog el aniversario de Medvedev que cumple la nada desdeñable cifra de 45 años. En realidad, y para no faltar al principio de verdad e imparcialidad en el que se basa este cuaderno, la gran celebración fue ayer, aunque todavía hoy podemos sufrir las consecuencias de la celebración, algo así como la resaca pos-aniversario.

Jamás pensé que dedicaría una entrada del blog a la política, por varias razones:
-la primera, porque cuando se pronuncia la combinación de palabras "hablar" y "política", por algún efecto mágico y sobrenatural, todos nos ponemos a la defensiva y, más que escuchar lo que está diciendo nuestro interlocutor (¿¡Qué más da si tiene algo interesante que decir!?), lo que hacemos es esperar nuestro turno para poder decir la nuestra, demostrar nuestro descontento y desahogarnos a gusto.
-y la segunda porque, aunque no entiendo y no comparto para nada la opinión de las personas que declaran con toda alegría que "yo paso de política, paso de leer el diario", esto podría hacer que alguien (espero que no) dejara de visitar este rinconcito de la red y me sentiría un poquito abandonado, cuanto menos virtualmente.

Pero porque creo que estar informado es una obligación y un derecho universal (¿cómo se puede vivir sin saber que hay 33 personas en Chile encerradas a casi un kilómetro de profundidad?) y porque me ha sorprendido sobre manera la forma con la que los medios tratan la política en este pais, he decidido plasmar lo que iba pensando al respecto ayer mientras volvía a casa después del trabajo.

Lo primero que me llamó la atención de este tema, recuerdo que fue la falta de medios de comunicación (televisión, radios, diarios,...) abiertamente en contra del gobierno y sus políticas. Es cierto que con el tiempo he ido descubriendo diarios algo críticos con las acciones del ejecutivo, aunque para mí, siempre con una respuesta muy templada. Y es que, veniendo de un país cálido y que ha dado tantas figuras emblemáticas de la crítica constructiva como Jiménez Losantos o César Vidal, yo me pregunto con impaciencia y, por qué no decirlo, cierto desasosiego, ¿dónde está el canal Intereconomía ruso? ¿Por qué no aparece una Isabel Durán de las estepas para amenizar las tertulias vespertinas de la radio?

Después del disguto me paré a reflexionar y sopesé a ver qué era lo que más convenía: si un estado de constante desgaste y machaque al personal (léase: España) o una especie de cuento de hadas Disney en el que nadie levanta una voz discrepante hacia el fobierno, bien por miedo o por conformismo (que no sé lo que da más miedo de los dos). Esto viene a cuento del tratamiento que hacían ayer por radio y prensa del aniversario del presidente de Rusia.

En la radio animaban a que la gente llamara y dejara mensajes de felicitación al presidente mientras que el diario dedicaban un reportaje titulado "По следам президента" (tras las huellas del presidente) en que se dibujaba la vida que había llevado Medvedev el tiempo que vivió en Piter. El reportaje en cuestión estaba aderezado con comentarios tan objetivos y constructivos como las declaraciones de su vecina, cuando él era niño "era un chiquillo muy educado, siempre me saludaba"... En fin, visto lo visto, decidí que, quizá, y como la mayoría de cosas en esta vida, lo ideal se encuentra en el punto medio.

No me gustó para nada ese "peloteo" descarado que se hacía al poder político pero, por otro lado, deseé que, al menos de vez en cuando, en España tuvieramos un día, un sólo día en el que no se demonizara al presidente del gobierno. Las mentiras, por más que las repitas, no se convierten en verdades. No creo en las votaciones generales que dan como resultado un 90% de los votos a favor de un candidato, pero tampoco creo en el ataque constante y destructivo hacia un gobierno que, al fin y al cabo, es el de todos.

Hasta aquí la super reflexión del día (en estas cosas pierdo el tiempo camino de vuelta a casa; sí, podría emplear ese tiempo en cosas más útiles, pero de vez en cuando va bien dejar volar la mente). Voy a escuchar un ratito la COPE que, ahora que lo pienso, hoy todavía no he ido al baño...

Para Fátim, vamos a ver, frases de ligoteo con obreros rusos... vamos con dos facilitas:
Помоги мне опустить эту коробку "Ayúdame a bajar esta caja"
Во сколько ты закончишь работать? "¿A qué hora acabas de trabajar?"

jueves, 9 de septiembre de 2010

de Raphael y osos polares

A pesar de que todavía es jueves, ya puedo decir que he pasado mi primera semana del curso. Este año tengo todas las clases condensadas entre el lunes y el martes; algo que me viene genial porque entre la memoria de máster, las clases de ruso y la preparación de las clases, tampoco es que tenga mucho tiempo para ocio y escarceos varios.

Me alegro de haber vuelto a coger el ritmo, no sé quién se inventó eso de que la rutina era un veneno. Supongo que la clave reside en si te gusta o no tu rutina. De todos modos con el tiempo he llegado a la conclusión de que una rutina rusa no tiene nada que ver con una rutina española. En este país tienes la extraña sensación de que siempre están pasando cosas. Lo he hablado con colegas y alumnos y, efectivamente, en esta ciudad nunca sabes qué puede ocurrir, además sabes que potencialmente todo es posible, especialmente (en esto no creo que se diferencie de otras ciudades grandes) si sales por la noche.

La idea de esta entrada, en principio, pensaba dedicarla a mi nuevo programa sobre adecuación pragmática y expresión oral que he diseñado (y sigo en ello) para los alumnos de segundo año de máster, un proyecto que me tiene entusiasmado pero que requiere una preparación y una dedicación que no me había imaginado, pero por hoy dejaré mis reflexiones pedagógicas a un lado porque creo que es mucho más interesante retratar lo poco que conozco de la noche peterburguesa (¡qué mal suena este adjetivo!). Y es que, tras una conspiración masónica entre diversos compañeros de trabajo, consiguieron sacarme de casa y, no contentos con eso, me instigaron a salir de fiesta. Realmente, y haciendo honor a la verdad, he de confesar que me lo pasé genial. Es imposible aburrirte cuando conoces en un bar a un fan ruso obsesionado con Raphael, tal cual. Yo no podía creérmelo. Estábamos tan tranquilos allí tomando un vodka (¡cómo no!) cuando, de repente, se nos acerca el enésimo ruso con cara de "qué-gracia-me-hacéis-por-no-hablar-ruso" y claras intenciones de entablar una conversación vacía. El buen hombre ya nos cayó bien por el simple de no confundirnos con italianos (todo el mundo se nos acercaba y nos confundían con italianos), pero lo que hizo que se ganara toda nuestra admiración fue cuando sacó su teléfono móbil y se puso a cantar por Raphael. Aquello ya era surrealista hasta decir basta: tener al ruso allí delante, que no hablaba nada de español, cantando "¡¡estoy aquí para quererte!!". Auténtica pasión era lo que sentía ese chaval por Raphael.

Lo cierto es que, una vez superas el complejo de "mono de feria" que te inunda cuando entras en local y te oyen hablar "no-ruso", la gente es muy agradable y se te acerccan con verdadero interés por saber de dónde vienes. Aunque muchas veces puede llegar a incomodarte. Recuerdo la semana pasada en el metro con Anna. Íbamos hablando de no recuerdo qué exactamente y, de repente, el hombre de delante, un señor de unos 50 años, nos llama la atención y nos pregunta se estamos hablando francés (casi...); tras dos paradas de metro intentando explicarle qué era el catalán, no se le ocurre otra cosa que ofrecernos cacahuetes como agradecimiento; a ver, la cosa no pretendía ser ofensiva pero claro, quedó un poco extraño todo el general.

Hoy hace un día especialmente caluroso, algo que agradezco profundamente después de la semantia gris que hemos tenido. Así que. cual oso que sale de su cueva después de hibernar, voy a escaparme al parque antes de que el sol se despida insesperadamente. Por cierto, acabo de descubrir que todos los osos polares son zurdos...

Con este dato absolutamente irrelevante y trivial me despido (¿Por qué retenemos información tan absurda en nuestro cerebro involuntariamente?)