domingo, 29 de noviembre de 2009

de sofocos y Uzbequistán

Por fin parece que soy un ciudadado algo más libre. No ha sido fácil, pero lo he conseguido. Nadie dijo que fuera sencillo enfrentarse a dos mujeres de corte soviético parapetadas tras un espejito y un pintalabios, pero lo hice y conseguí mi pasaporte multientrada (o multisalida, dependiendo del punto de vista).

Y es que la cosa se complicó hasta niveles inconcebibles. El primer problema fue que llegué a las 16.15 cuando, justamente el viernes, las oficinas cierran a las 16.00, por lo visto, cierran a esa para poder maquillarse, porque era lo único que estaban haciendo cuando entré por la puerta... Porque, sinceramente lo digo, si llego a allí y veo a las "pobres" mujeres con el bolso y la chaqueta enfundados, pues no me pongo a exigir que me atiendan pero claro, es que el cuadro que me encontré cuando entré no tenía desperdicio: una maquillándose y otra limándose las uñas. En fin, entro y le digo que por favor me atienda que no he podido venir antes porque trabajo desde las 9 de la mañana hasta las 15.30. A lo que la señora de morritos rosa pastel me dice, literalmente que "ese es mi problema, que ellos tienen un horario y que tengo que respetarlo porque, si no lo hago, estoy faltándoles al respecto a ellas". Esto así, de sopetón, sin anestesia ni nada. Total, que entre el sofocón que llevaba encima con el abrigo, el gorro, la bufanda, los guantes, añádele el calentón que me estaba entrando con la respuesta de la energúmena.

Me siento en la silla, delante de ella, me quito la chaqueta (esto lleva su tiempo) y empiezo, sin importarme las declinaciones, ni las conjugaciones, ni las recciones verbales, ahí, maltratando la gramática rusa, a explicarle a la mujer que llevo ya 1 mes y medio detrás de los papeles, que esto ya se pasa de castaño oscuro (traduje literalmente esta expresión, cosa que, evidentemente, no entendió) y que, en definitiva, no me iba a miver de allí hasta que no me diera mi santo pasaporte. En aquel momento, me pinchan y no me sacan sangre. Además no salía de mi asombro porque veía que, coforme yo iba diciendo cosas, la mujer iba diciendo "понятно"(lo entiendo") y yo pensaba "pero ¿cómo me vas a entender? si no sé ni cómo estoy hablando". Total, queda demostrado que cuando la necesidad aprieta, uno saca todos los recursos que tiene y se hace entender; eso me tranquilizó ante futuros encontronazos que, bien seguro aparecerán.

La verdad es que me dio un poco de rabia porque había empezado tan bien el día: me había hecho amigo del conductor de la marshrutka. Me preguntó de dónde era. "De España". "ah! de España! yo soy de Uzbequistán. ¿sabes dónde está?" Pues sí, se dónde está pero poco más...Entonces pensé ¿cuánta gente sabe, así a voz de pronto, dónde narices está Uzbequistán?. El bueno hombre me explicó que justo ese día era una fiesta musulmana y que él tenía que trabajar... Estuvo bien porque, de nuevo, descubrí que a las 7 de la mañana también soy capaz de mantener una conversación en ruso; aún cuando las neuronas están todavía dormidas. Cuando llegué al metro, la parada de las завитушки con amapola estaba abierta y pude desayunar mi pasta preferida. Las clases fueron rodadas, no sé por qué pero ese día los alumnos estaban super animados y las horas se pasaron volando... Ya digo, todo perfecto hasta que me crucé con aquellas dos iracundas.

Por suerte, llegué a casa sano y salvo. Me hice un té, me senté a leer un rato (algo increíble: en España el libro de Almodóvar "Patty Diphusa" estaba descatalogado; pues bien, el otro día lo encontré aquí, en ruso. Total que es lo que estoy leyendo ahora mismo: Almodóvar en ruso, para verlo) y empecé a contemplar en pasaporte. En Barcelona jamás prestamos importancia al tema de los papales, documentos oficiales y de más; en cambio aquí todo esto adquiere una dimensión desconocida para mí. Es curioso como puede pueden tenerse diferentes visiones de un mismo fenómeno.

Hablando de puntos de vista dispares, os dejo un vídeo de Iron and Wine, la canción es preciosa, pero lo más cuiroso es la visión que muestra de algo tan sobado y tipificado para los extranjeros como es el flamenco. Siempre podemos volver a mirar las cosas desde una perspectiva nueva.
Con este sentimiento de renovación me despido por hoy.



Entrada dedicada especialmente a Emma, que esta semana cumplió un año más. Ahora ya me queda poco a mí...Ahí estamos, acumulando años y experiencia, por suerte.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

de niebla y reflexión

En un día como el de hoy, cuando la niebla se vuelve tan espesa que apenas te permite ver más allá de tu nariz, parece que el clima te invita a reflexionar y profundizar un poco en uno mismo. Como esto no es un cuaderno de bitácora pretencioso, o al menos no pretende serlo, voy a dejar que otros hagan poesía por mí. Porque, no nos engañemos, no soy Joaquin Sabina ni Leonard Cohen. Así que simplemente os dejo con una pequeña joya audiovisual...

sábado, 21 de noviembre de 2009

de lenguas inútiles

Borja y los suyos triunfaron el viernes en clase en los dos grupos con los que trabajé el vídeo. Los estudiantes estaban encantados con la actividad. En parte ya era de esperar, tienen una formación tan académica de la lengua (algunos son capaces de situarte exactamente cualquier cita del Quijote de memoria...y no es broma), que en cuanto se cruzan con alguna muestra de lengua coloquial, directa, auténtica, les produce una alegría y un entusiasmo increíble. Es genial cuando pasa algo así en la clase porque esa motivación te la contagian a ti y tú te motivas más...Es como un círculo cerrado, un intercambio constante de buen rollo.

En un momento dado de la clase, mientras analizábamos el vídeo y yo preparaba la siguiente presentación, los alumnos empezaron a reírse y les pregunté "¿qué pasa?", "nada, que parece que te hace más ilusión a ti que a nosotros hacer la clase" y, realmente, estaba super entusiasmado. A parte de por la clase en sí (ver que te funciona una clase es lo mejor), también era porque durante la preparación de la sesión, leyendo el artículo del País, iba pensando "vale, esto lo podría usar con ellos, además está el vídeo este que encaja aquí, más la actividad que vi el otro día en Formespa..." vamos que la cabeza ya ves que te va sola a la hora de encajar materiales. Eso me tranquilizó bastante, pensar que poco a poco voy desarrollando estrategias. El cerebro hay que ver...

¡BUENO! lo que ha que ver es la sentencia de un juez de Alcorcón en la que asegura que "no se aprecia que [la lengua gallega] tenga ninguna otra utilidad práctica, más allá del ámbito de aquella comunidad autónoma" así de alegremente. Se trata de un caso de divorcio. La mujer pide en traslado escolar de sus hijas a Vigo y este buen hombre se lo deniega, entre otros, por motivos lingüísticos, tan sólidos como este...

Ahora, lo mejor es la respuesta de Manuel Rivas a este buen hombre. No tiene desperdicio. Menos mal que siempre hay gente que sabe poner a los que se pasan de listos en su lugar.

Espero tener el mismo brío a la hora de ir a buscar el pasaporte el lunes que viene. Entrar en esa oficina es una auténtica aventura. La verdad es que la sensación de estar de alguna manera "recluído" en un sitio no es muy agradable. No estás todo el día pensándolo, evidentemente; pero cuando paras a reflexionar durante unos segundos, tiene algo de inquietante. Espero que el lunes esté listo y no tenga que pelearme con esas mujeres que no saben mirar la cara cuando hablan. Sin contar el agotamiento mental que me supone tener que discutirme con alguien en ruso... Dicen que lo más difícil en un idioma extranjero es conseguir hacer reír, contar chistes o hacer bromas y entenderlas, es de las destrezas más complejas de adquirir. No voy de decir que sea falso, pero a mí me cuesta cien veces más discutirme con alguien.

Justamente, hablando de discutir, entrada dedicada a mi padre, la persona con la que más he discutido. Porque, como él también reconoce, echo de menos esas discusiones aguerridas que teníamos día sí día también.

Hasta pronto.

domingo, 15 de noviembre de 2009

de madres y tías

Por fin, después de posponer la cita durante casi un mes, hoy he ido в гости (de invitados) a comer a casa de una profesora de la cátedra. La buena mujer llevaba ya cuatro semanas insistiendo, puesto que es tradición que tanto el lector de español como el de catalán vayan a comer a su casa y a ver cómo se elabora un auténtico пирог (pirog)- aunque más bien debería decir pirogES, porque nos ha cocinado nada más y nada menos que tres pasteles gigantes.

La anfitriona es una persona increíble. Para empezar es impresionante como se entregan y ofrecen todo lo que tienen en casa. La hospitalidad que muestran llega a abrumar en algún momento. Te sientes mal de no poder corresponderles al momento, creo que si no la he invitado a Barcelona doscientas cincuenta veces, no lo he hecho ninguna. Espero que no les dé a todos por venir en la misma semana, porque voy a tener un serio problema de espacio y de tiempo. Pero es que es imposible no sentirte en deuda con gente así.

Lo que más me ha impresionado ha sido el trasfondo de la conversación que hemos tenido durante toda la tarde (una sobremesa de seis horas da para mucho...). Gloria es una mujer llena de vitalidad y siempre de buen humor, eso es lo primero que ves en ella; pero, tras una larga conversación, descubres a un ser humano con una curiosidad siempre incipiente e imposible de satisfacer. Ha hablado de sus viajes a España, a Rumanía (nació en Rumanía), a Holanda...De todos estos destinos, siempre destacaba lo que más le había llamado la atención. Justamente el tipo de cosas que le llamaban la atención son las que revelan su carácter aventurero.

Hablaba de costumbres, tendencias, tradiciones, de otros lugares, siempre con un respeto y una admiración que no podías más que compartir y, en cierta medida, envidiar. Creo que es una auténtica suerte tener esta pulsión, motivada por la curiosidad, de conocimiento, de descubrir siempre algo nuevo. Más que cualquier tratamiento omeopático y cualquier práctica de relajación, lo que mantiene fresco (en todos los aspectos) a un ser humano es este motor. Me he acordado de repente de mi madre y de mi tía.

Dos mujeres que se mueven por ese principio, al margen de las circunstancias y las dificultades (muchas veces realmente duras de llevar). Con personas como ellas un café con leche no es un café con leche, es una p*** lección de vida. Una conversación con ellas es un constante intercambio de conocimiento y un enriquecimiento mutuo, y digo mutuo porque, otra de las características de estas personas, es que te hacen sentir que realmente tú también tienes algo que aportarles, algo interesante que decir, algo que te hace único y que sólo tú puedes decidir compartir o no. No sólo saben hablar, sino que también saben escuchar.

Tener la oportunidad de tratar con gente así es una suerte. Así que con este sensación, unida a una sensación de saciedad que creo que me acompañará durante dos meses, me despido por hoy; no sin antes dedicar esta entrada de hoy especialmente a mi madre y mi tía Chari, además de a todos esas personas que me hacen disfrutar de cafés con leche con ese "algo más".

Hasta pronto.

jueves, 12 de noviembre de 2009

de amapolas y felicidad

Sin previo aviso ha llegado la nieve a este rincón del mundo, y con ella una serie de minidesgracias que, como ya es sabido, nunca vienen solas. Entre asuntos coplicados de compañeras de trabajo y algún que otro encontronazo con la burocracia de este país, he encontrado en estos últimos días momentos de felicidad que, al fin y al cabo, es donde supuestamente reside la acuténtica felicidad.

Pensando en todo esto me he propuesto intentar disfrutar cada día de cualquier pequeñez por rídicula que parezca. Así que aquí va mi lista de "cosas tontas que hacen que la vida valga la pena". Perece el título de la siguiente película de Isabel Coixat (por cierto, menos mal que me dió tiempo de salir del país antes de vivir la avalancha de promoción que se cernía sobre nuestras cabezas de su nueva película), pero no es así; a pesar de que tengo unas gafas un poco estilo Coixet.

He descubierto hace unos días otra maravilla de panadería rusa, se trata del рулен с маком (una especie de lentes o palmera con amapola). Es super extraño eso de comer amapola. Como mis conocimientos culinarios no pasan de un nivel A1 (disculpad la jerga didáctica), a mí el comer amapola me sonaba a pasear por el campo comiendo pétalos de flores, vamos el típico rollo menjaflors de toda la vida. ¡Pues no! se trata de unas bolitas super pequeñitas de color negro que tienen un sabor buenisimo. Además de su sabor ideal, su precio no lo es menos. Sin dejar todavía el ámbito de la cocina, estoy en estos momentos intentando descubir que es el хачапури (khachapuri) exactamente. Sé hasta el momento que es un plato georgiano, pero lo sospechoso es que aquí lo venden como relleno en los pastelitos. Esto me crea una enorme confusión porque, si el khachapuri en sí es un plato (tipo lentejas con chorizo, o cordero con patatas), ¿cómo pueden meterlo como relleno en un pastelito? sería como tener pastelitos de fabada asturiana, o de paella mixta...No sé, supongo que mañana preguntaré a algún alumno a ver si descubro algo más.

Con las clases creo que todo va sobre ruedas. Realmente es increíble lo que aprendes cada día, de la rutina de dar una clase, de los imprevistos que SIEMPRE surgen, de la espontaneidad inmanente que conlleva una práctica que incluye seres humanos al fin y al cabo. Digo que todo tiene que ir bie porque ya me han escrito dos chicas que me piden asistir como oyentes a mis clases, porque han oído que vale la pena. Esto, teniendo en cuenta que se trata de la clase de conversación, los viernes a las 9 de la mañana, para mí es un alago. A parte de esto, estoy aprendiendo muchísimo en cuestiones de trabajo de interculturalidad en el aula. Durante estas dos semanas he programado, en los grupos de conversación, el tema de la inmigración. Para activar los conocimientos previos y presentar los contenidos utilicé la canación de Chambao "papeles mojaos". Lo relevante de todo esto es el tono de las opiniones que tienen la mayoría de los alumnos al respecto de este tema. Realmente un profesor necesita tener una formación específica en este campo, porque hay que saber gestionar las respuestas de los alumnos, evitar en la medida de lo posible que se hieran sensibilidades y, sobre todo, no perder los papeles (nunca mejor dicho) ante respuestas altamente sorprendentes. Bueno, la cuestión es que visto lo visto, me he animado a documentarme un poquito sobre el tema y, a través de una compañera del máster que tiene alguna cosita publicada al respecto, estoy empezando a meterme en este mundillo y a parece bastante interesante. Realmente la mochila de experiencias y viviencias que cada uno de nosotros llevamos encima influye en la actividad de la clase.

Dejando de lado ya la reflexión profesional, voy a seguir con alguna pequeñez más de la lista: El té con leche de la mañana, ahora que está todo nevado (más de dos palmos de nieve tenemos ya) o abrir el grifo del agua caliente y ver que, efectivamente, sale agua caliente.

En este proceso de "vamos a ser felices" que he emprendido pensé el regalarles una caja de bombones a las secretarias de la sección de asuntos extranjeros de la Universidad. La cara de las pobres mujeres era un poema de Ajmátova en toda regla. No entendían por qué motivo les regalaba bombones...Una de ellas me preguntó si es que ya me iba¿? fue bastante ridículo explicarles que no me iba a ningún sitio, sólo quería agradecerles su atención y su disposición a la hora de organizar todo el papeleo... En el fondo resultó bastante divertido.

Bueno por hoy es todo. Saludos a todos y especialmente hoy a mi tio Kiko, que me acuerdo mucho de él. Ahora que estoy haciendo la asignatura de TIC para las clases de E/LE, estoy descubriendo la magia de las nuevas tecnologías y que, sorprendentemente, ¡ no muerden!. Creo que he empezado mi proceso de cura contra la tecnofobia que sufría. Os dejo con una foto de la amapola comestible
¡hasta pronto!

domingo, 8 de noviembre de 2009

de mariquitas y helados


Son las 4 de la tarde y ya se ha ido el sol. Así de rápido se pasa un domingo. Entre preparar un ejercicio para una audición, la preparación de las clases y el ruso (hoy ha sido día de ponerse las pilas con el ruso), se me escapa el fin de semana en un abrir y cerrar de ojos.

¿Que he si aún así ha resultado entretenido? ¡Por supuesto! Para empezar, este viernes descubrí algo fascinante. Una revelación única e incluso me atrevería a decir la más significativa hasta la fecha. Se trata de la etimología de la palabra "mariquita" en ruso. Parece que a simple vista no pueda encerrar ningún misterio. Nada más lejos de la realidad.

En ruso, mariquita es Божья коровка, algo así como "vaquita divina". Me parece un nombre singular como pocos. Por curiosidad me puse a investigar la procedencia de tan peculiar nombre. Se ve que este animalito siempre ha estado vinculado a algo divino (en inglés se llama "ladybird" y, según he podido descubrir, "lady" en un principio puede hacer referencia a "virgen"). De esta primera explicación sacamos el vínculo divino del insecto. Ahora bien, lo realmente bueno viene ahora: se ve que como mecanismo de defensa, este ser divino segrega una sustancia de color anaranjado, con una textura similar a la leche, de sus patitas. De ahí, pues, que en ruso se haya tomado esta referencia vacuna para nombrar a la mariquita.

Creo que es una historia muy interesante. Todo lo que las palabras encierran tras de sí, es realmente asombroso. En fin, simplemente quería actualizar para explicar este hallazgo. Me voy a comer un helado (sí, a bajo cero aquí la gente va comiendo helados por la calle) eso sí, yo en un bar cerrado y con calefacción.

Saludos y aprovecho esta entrada además para felicitar a mi tío Paco que el jueves cumplió años. ¡FELICIDADES!

hasta pronto.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

de fiestas nacionales

Hoy se celebra el día de la unidad nacional (день народного единства). Como en este país no podré disfrutar de vacaciones navideñas -no a las que estoy acostumbrado; se agradece que tengan algún día de fiesta y de respiro entre semana.

La verdad es que yo de respiro poco. Hará unas dos semanas que empecé una asignatura nueva del máster: las TIC en las clases de ELE y, desde ese mismo día, estoy como un niño pequeño con un juguete nuevo. Teniendo en cuenta la relación amor-odio que siempre he tenido con la inteligencia artificial, ordenadores, multimedia y demás; es soprendente la de cosas que se pueden aprender si te presentan los contenidos de manera clara y sencilla. Gracias a los fascículos diarios de la asignatura sobre "cómo crear un blog", puedo ir haciendo pruebas aquí mismo y, de paso, dejo constancia de los avances que voy haciendo en esta materia.

Esta mañana he estado preparando las clases y estaba analizando un vídeo para llevarlo al grupo de conversación de la facultad. Son un grupo reducido de alumnos con un dominio excelente del idioma (la mayoría de actividades que hacemos están alrededor de un C1) y además muy motivados. La semana pasada estaban un poco alicaídos porque nos han puesto unos temas obligatorios para ver en clase; hasta la fecha los temas se proponían entre todos y yo, después de anotarlos, buscaba material sobre los mismos. La verdad es que no es de extrañar que estuvieran un poco desanimados, nos han añadido al programa de conversación temas como la arquitectura, la pintura, la música y el cine. Siendo unas descripciones tan vagas, al menos tenemos algo de libertad para enfocar los temas, cosa que me relaja bastante.

Pues bien, estaba preparando material para la clase de cine y me he topado en la red con un vídeo que, a mi parecer, tiene mucho potencial pedagógico. Me da la sensación de que se le puede sacar mucha miga. Conforme iba elaborando algunas ideas he pensado "¡oye! que ahora sé cómo colgar un vídeo en el blog!" y me he puesto manos a la obra. Así que aquí tenéis el vídeo en cuestión.



Dejo para la siguiente entrada los resultados de la explotación en clase y, como no, la autoevaluación de mi trabajo con los alumnos. Una experiencia más a añadir a esta aventura.

Saludos bajo cero. Hasta pronto.

domingo, 1 de noviembre de 2009

de polvos y frío

Despido octubre y doy la bienvenida a noviembre con un día aprovechado al máximo. Parece mentira que hasta ahora no haya tenido un momento para poder sentarme tranquilamente a actualizar el blog. Desde las 8 de la mañana que estoy en pie (no está nada mal para ser domingo) no he parado.

Todo un fin de semana de trabajo, entre la preparación de las clases, la bibliografía de la memoria, que me espera desafiante en la estantería,...A todo tenía que darle un empujón. Además esta semana he descubierto un blog realmente interesante sobre biolingüística que, sinceramente, si tenéis un poco de tiempo os recomiendo que lo visitéis.

Descubrimientos virtuales aparte, la experiencia a destacar de esta semana ha sido, indiscutiblemente, la aventura con la señora que debía lavar la ropa. El jueves fui a buscar la ropa y aquí comenzó una historia de lo más rocambolesca. Para empezar, la buena mujer me dijo que estaba bastante dolida por la cantidad de ropa que le había llevado; así que, visto el volumen, había decidido que subía el precio a 500 rublos. En su afán por hacerme ver que era un precio justo, sacó todos los productos de la lavadora que tenía en casa (polvos, suavizante, etc.) y los puso encima de la mesa de la cocina. Lo realmente grande vino cuando sacó 5 vasitos de chupito y los puso encima de la mesa. Ahí yo ya empecé a sospechar que algo raro estaba pasando. Efectivamente, mis temores se hicieron realidad y asistí, durante 20 minutos, a una demostración de los diferentes tipos de polvos para la lavadora: para ropa blanca, ropa de colores brillantes, de colores menos brillantes, ropa negra delicada, ropa blanca delicada,... Era como una pesadilla de la que no puedes despertar. La señora no paraba de verter muestras de los diferentes paquetes y me los enseñaba, diciéndome "¿ves? estas cositas de aquí de color azul son las que mantienen el blanco más brillante", era directamente como estar dentro de un anuncio de Ariel o algo por el estilo.

Total, cuando acabó aquel simposio contingente salí de allí con mi saco de ropa, convencido de que nunca jamás volvería a pisar aquel piso pero, desgraciadamente, después caí en la cuenta de que la buena señora tenía en su poder mis polvos y mi suavizante. Así que ahora tengo que tramar un plan para recuperar mi порошок (polvos) sea como sea.

El viernes, a la salida del concierto, estábamos a 3 grados bajo cero. Yo no me lo podía creer, realmente se me estaban congelando las piernas y los pies, fue una sensación horrible porque notabas como el frío te calaba hasta los huesos. Por fin ha llegado el frío (y no en su máxima expresión) pero esto ya empieza a parecer Rusia de verdad. Hasta ahora era como una especie de broma tipo "sí, estoy aquí pero ¡todavía puedo llevar mi chaqueta de otoño eh!", como un desafío a la ciudad. He de decir que el desafío ha acabado; Piter se ha puesto serio y ha dicho "aquí estoy yo" y bueno, ha ganado. Así que ya tengo todo mi equipamiento de invierno preparado para mañana.

Salir a las 7 de la mañana de casa no es algo que a priori apetezca mucho, más aún viendo todos los coches congelados por la ventana; pero luego llegas a la facultad y es un placer porder quitarte el abrigo, la bufanda, los guantes, el gorro,... Si no tuviéramos el frío, no disfrutaríamos de ese momento... Creo que esta ciudad de está haciendo peligrosamente relativista.

De momento esto es todo, os dejo por hoy con el primer saludo congelado, literalmente, de mi periplo por estos rincones del mundo.

Por cierto, a la Esther de Fátima (parece el nombre de una archiduquesa asutrohúngara o algo así): necesito hablar contigo sobre un proyecto que tengo en mente con unos alumnos y la revista есть. envíame un correo cuando puedas. Por extensión: saludos especiales a Fátima, Belén, Víctor, Celeste,...

Hasta pronto.