domingo, 20 de diciembre de 2009

de años y brindis

Bueno bueno bueno, un año más viejo y, en princpio, más sabio (aunque eso está por verse todavía). Estas dos semanas son de auténtica locura, un ajetreo constante de notas, preparar exámenes, revisar anotaciones, partes de asistencia,... Y todo esto a una temperatura ambiente de -14º de media; una delicia vamos.

La suerte es que, como todo esto es una novedad para mí, lo que en un principio es el trabajo más aburrido y pesado del curso, se convierte en una retahíla de experiencias nuevas. Además, como me ha pillado el cumpleaños de por medio, la fase final se ha amenizado bastante.

Pero para amenizada, la fiesta de ayer. Como mi piso es tan grande como una caja de cerillas, la lectora de francés que es belga y habla español (esta historia la contaré otro día) ofreció su piso para organizar allí la velada. Un auténtico detalle por su parte. En el evento nos reunimos finalmente 8 personas; todo muy equitativo, pues acabamos siendo 4 extranjeros afincados en la ciudad y 4 rusos. Así que 50-50. La noche estuvo bastante equilibrada. Eso está genial porque tampoco me apetecía hacer una fiesta de "sólo españolitos". En este tipo de situaciones puedes caer en el error (desde mi punto de vista) de acabar creando una especie de gueto de españoles que sólo se relacionan entre ellos. Esto hace que pierdas un montón de posibilidades y un enriquecimiento brutal (odio este adjetivo como sinónimo de "enorme", pero es por no repetirme tanto). Total que claro, como la mitad de los invitados eran autóctonos, me tocó hacer un par de cosas " a la rusa":

La primera está relacionada con el menú de la cena. Para empezar el horario: empezamos a cenar a las 7 de la tarde. La verdad es que eso no me afectó especialmente porque como desde las 4 de la tarde ya es de noche, pues la verdad, a las 7 ya tienes la sensación de que tienes que irte a la cama. Luego el manú en sí: bocadillos a la rusa. Aquí los bocadillos no se tapan; quiero decir, que no se utilizan dos rebanadas de pan. Se trata de tostadas básicamente. Como siempre pasa en estos casos, sobró tanta comida que creo que, en el caso de que la ciudad sufriera un nuev bloqueo, nosotros tendríamos provisiones para, por lo menos, 4 años y medio.

La segunda nota rusa me tocó ponerla en el momento del brindis. Una cosa super solemne que, la verdad, entre amigos pues me parece bastante extravagante; pero bueno, ya que estábamos metidos en el ajo, pues ahí que me puse. Era para verme, con el corte que me dan a mí estas cosas, delante de todo el mundo (vale, 7 personas) y teniendo que hacer un brindis que, además, si no dura un mínimo de 10 minutos, te miran raro. En ese momento tienes que dar las gracias por todo: por haber venido a la fiesta, por haber traido un detalle, por haberme acogido tan bien en este país, por ser tan agradables y apoyarme en los momentos duros,...Bueno no sé, yo empecé a agradecer a todos por todo y cuando la cosa ya entró en un bucle sin sentido de agradecimientos, lo corté con un "ya está bien de tantas tonterías! a comer c***!" y creo que todo el mundo me lo agradeció.

La fiesta estuvo genial y me regalaron un montón de cosas super divertidas y otras muy prácticas: desde una mochila de montaña que tiene la pinta de costar una pasta (hasta el punto de hacerme sentir un poco culpable), hasta un Чевурашка que canta y que ya reposa en un cojín de la cama.

Mi profesora particular de ruso me preguntó en un momento de la noche que si ya sentía la Navidad y su ambiente. La verdad es que no. Puede que sea porque aquí no celebran estos días y van a ser unas fechas habituales y comunes, además como estoy tan hasta arriba de faena, tampoco tengo mucho tiempo de pensar en esas cosas. Al igual que la depresión por haber cumplido un año más, de momento, no hay síntomas de ella. Espero que no aborde de repente y sin darme cuenta.

Por el momento, tengo que seguir pasando notas y más notas y prepararme para el examen oral que tienen mañana mis alumnos de cuarto. Creo que va a ser una prueba interesante. Si tengo tiempo, la colgaré en el blog y comentaré los resultados de la misma.

Hasta aquí la primera entrada del blog con 27 añitos. Hoy dedicado a toda la gente que, a través del correo, el teléfono, los montajes fotográficos y de más, se han acordado de mi cumpleaños y han querido hacérmelo saber; a los que se han acordado y no han podido ponerse en contacto conmigo, también.

Hasta pronto.

sábado, 12 de diciembre de 2009

de sol y papilla


Ayer dijeron por la radio que ya llevamos un mes entero sin ver el sol; San Petersbugo lleva un mes sin disfrutar de un triste rayo de sol. Es curioso porque justamente el jueves por la noche soñé que hacía sol, simplemente eso: hacía sol. Era extraño que recordara ese sueño, puesto que no ocurría nada particular, únicamente había sol...Bueno voy a dejar este tema, creo que es lo único que realmente se puede hacer duro en cuanto al clima de este país.

Junto con la falta de horas de luz, que creo que es un "mal" que afecta a gran parte de la ciudadanía de este rincón del globo, hay una realidad de Piter que me enerva especialmente: las bodas. Juro que como vuelva a ver durante este fin de semana otra novia disfrazada de merengue color rosa pastel con uñas de fibra de vidrio del tamaño de un boli Bic, me lanzaré a su cuello cual lobo ante su presa. Es insoportable esta tradición absurda de ostentación que se hace de una boda. No digo que sea algo exclusivo de Rusia, en casa también me irritaba; pero es que aquí la cantidad de bodas que se pueden llegar a celebrar en un fin de semana es increíble. Además, al vivir en un lugar estratégico (justo delante de un parque inmenso), las probabilidades de encontrarte con la feliz pareja aumentan considerablemente.

Digo esto porque esta tarde he salido un momento a comprar enseres para la cocina y me he cruzado con nada menos que 3 bodas. Si contamos que de mi casa al supermercado habrá unos 500 metros... Creo que no hay nada que añadir.

Puesto que prometí una receta de cocina hace unos días, voy a compartir mi primera incursión seria en la cocina; sí, tiene delito que todavía no hubiera entrado en la cocina para preparar algo decente, pero entre el tiempo y la pereza que me dan estas cosas, el tiempo se me ha pasado sin darme cuenta.

La cosa es que desde hace unos días he descubierto una papilla buenísima que sirven en el comedor de la facultad. Fue toda una casualidad el descubrimiento porque es un plato que no aparece nunca en el menú del día. Es algo tan típico que todo el mundo da por hecho que lo tienen que tener y no hace falta especificarlo; así que lo pides directamente en la caja y listo. Yo, que otra cosa no pero observador soy un rato (muchas ocasiones no por curiosidad o sed de conocimiento sino por puro aburrimiento), había advertido desde hacía unas semanas que la gente comía cosas que no estaban en el menú. Así que un día le pregunté a la camarera y me ofreció probarla; ¿cómo negarse?

Se trata, como ya he dicho, de una papilla (каша) a la que le añaden trocitos de manzana. Total que me hice fan del postre-desayuno-merienda este. Hace dos días encontré en el supermercado los ingredientes necesarios para preparar el plato en cuestión.

El modo de preparación es de lo más simple que nos podamos echar a la cara: calientas leche, añades los copos de avena con los trocitos de manzana en una proporción de 2 por 1; lo dejas durante tres minutos a fuego lento y después 4 minutos más para que el plato "repose". Hasta aquí todo normal, el problema viene cuando pasamos de la teoría a la práctica.

A mí no me gusta nada la cocina y en cuanto veo en unas instrucciones de cocina cosas como "calentar a fuego lento" o "dejar reposar durante unos 10 minutos" o "cocinar hasta que coja color"...A mí estas instrucciones tan vagas me estresan. Yo necesito exactitud, como si fuera un laboratorio; no soy nada intuitivo con los fogones.

Sabiendo esta particularidad de mi carácter, aún así decidí comprar los ingredientes (la avena, la manzana, la leche y la miel) y me puse manos a la obra. Antes de enfundarme el mantel de vaca que me encontré en el piso, herencia de la anterior lectora; me apresuré a consultar en el diccionario todas las palabras del "modo de preparación". No presentaban una especial complicación pero, de todos modos, quería asegurarme al cien por cien de que lo había entendido todo correctamente. Ahora reconozco que debería haber considerado este incidente como un augurio de lo que podía pasar: introduje en el diccionario el verbo "томиться", que es supuestamente lo que hace la papilla durante 4 minutos después de haberla retirado del fuego. Esto es, según el diccionario "languldecer". Sí señores: la papilla debía languldecer durante 4 minutos...Esa misma cara se me quedó a mí también.

No sé si alguien conoce este verbo, yo no. Pero lo que sí puedo asegurar es que el significado del mismo no es "quemarse la cazuela en la que estás preparando la papilla" o "convertirse en una pasta espesa y compacta", cosa que ocurrió con la dichosa papilla. Todavía estoy calibrando los daños de la cocina porque claro, en un estado de nervios como en el que me encontraba empecé a frotar la cazuela con un estropajo que, habiendo costado 10 céntimos de euro, se quedó pegado a la olla; incrementando así la catástrofe final...

Puesto que los acontecimientos aquí narrados son demasiados recientes, no he tenido tiempo de reflexionar ni hacer una lectura constructiva de los hechos; así que os dejo con una imagen de lo que debería haber sido el resultado de mi experimento.

Seguiré intentando, pero otro día...

lunes, 7 de diciembre de 2009

de revelaciones y llaves

Nunca es alentador tener que levantarte a las 6 y media de la mañana para ir a trabajar, por mucho que te apasione tu trabajo. Hay cosas que, objetivamente, son una fatiga. Pues bien, si esto siempre es así, aún lo es más cuando te paras a pensar en que toda la gente que conoces en Barcelona está de puente. Así que con ese ánimo contrariado me he enfrentado a la jornada laboral de hoy; que me esperaba con los brazos abiertos y helados, exactamente a menos 4 grados.

Como no llovía el viaje ha sido bastante soportable; eso sí, al llegar a la facultad, me esperaba una sorpresa de esas que, como te pillen poco dispuesto, te pueden llegar a sacar de quicio. He llegado una hora antes de empezar la primera clase, o sea, a las 8 de la mañana estaba ya en la puerta de la cátedra. A esas horas instempestivas la cátedra está cerrada; así que tengo que ir a buscar a la señora de la limpieza, que siempre pulula por allí, y pedirle la llave, ya que justo a esa hora ella está limpiando las aulas de esa planta y tiene todo el juego de llaves de la misma.

Lo primero que llama la atención es que una mujer de unos 265 años (no exagero) tenga que seguir trabajando, aunque sabiendo la pensión que reciben aquí los pensionistas, no me extraá que opten por seguir trabajando...En fin, que la mujer milenaria esta mañana no estaba por ningún lugar; en su lugar había una mujer de unos 40 años haciendo las tareas de limpieza. Me he acercado a ella y le he pedido, por favor, la llave de la cátedra, yo con toda la educación que mis padres se han molestado en darme. La buena mujer, en una especie de arrebato colérico, ha empezado a gritarme, literalmente gritarme, que ella no tenía la llave y que no sabía de que llave le estaba hablando. Me he ido al lugar-mágico-en-el-que-tienen-todas-las-llaves-menos-la-mía y le he preguntado a una segunda señora; ésta, sin gritar, también venía a decirme lo mismo: que la llave la tenía la yaya y que había que encontrarla.

Visto el éxito me he subido de nuevo a mi planta (ya llevamos media hora dando vueltas por la facultad...)y he empezado a abrir todas las puertas que me iba encontrando, a ver si tras alguna se encontraba la abuelita. Justo entonces, cuando me encontraba en plena faena tipo "¿dónde está Wally?", me ha entrado un ataque de risa pensando en la situación: era bastante ridículo verme desde fuera: una persona desesperada por los pasillos abriendo puertas, una detrás de otra, buscando a la señora y susurrando "abuelita ¿está ahí?"; una señora que, por decirlo con delicadeza, no está en la flor de la vida y tiene sus facultades un poco mermadas...No sé, era como pensar "¡ Vamos a ver! que la señora no se ha podido ir corriendo!"

Total que he tenido que sentarme y esperar a que se me pasara el ataque tonto de risa, porque es que me he puesto a llorar un todo del cachondeo... Es flipante que el método para conseguir algo tan básico como abrir la puerta de tu lugar de trabajo, dependa de factores tan inestables como el itinerario que una señora de la limpieza centenaria decida hacer cada día.

En fin, que finalmente he conseuido la llave; pero esta experiencia de hoy me ha hecho pensar en lo que puede llegar a complicarse una situación aparentemente sencilla y cotidiana. No creo que vuelva a ser el mismo desde este momento. Al llegar a casa, subir las escaleras y plantarme ante la puerta, sacar la llave de la mochila y abrir la puerta; me ha parecido un acto mágico, algo maravilloso, expléndido por su sencillez: una llave, una puerta que se abre. Asé debería ser todo siempre: reducido a su mínima esencia para hacerlo más accesible y razonable.

Voy a darme una ducha y a flipar con el hecho de que abro un grifo y sale agua, lo que yo digo...pura magia. Una prueba irrefutable de que Dios (o la fuerza) existe.

Hasta pronto.

martes, 1 de diciembre de 2009

de invierno y escultores

Día internacional de la lucha contra el SIDA, entrada oficial del invierno en Rusia, inicio de la cuenta atrás de mi cumpleaños, todo esto encarna el primero de diciembre. De momento, y pese a que el pronóstico del tiempo para el resto de semana no es muy halagüeño, la ciudad nos está dando un respiro eso sí, pasado por agua. Llevamos exactamente 9 días sin ver el sol. Tenemos horas de claridad (seis, que tampoco es parar tirar cohetes) pero en ningún momento ha salido tímidamente el sol.

Contra todo pronóstico esto no está afectándome, o al menos yo no me doy cuenta y en realidad me estoy volviendo un ser arisco e intratable... ¿quién sabe?

Llevo todo el día de ayer y hoy dándole vueltas a un asunto interesantísimo. Ayer en clase, cuando empezaba la segunda hora, me encontré en la puerta del aula con un alumno. A la hora que empieza la clase era el único que estaba allí. Normalmente llegan todos cinco minutos tarde, más o menos; así que no le di importancia. La verdad es que pocas veces me han coincidido los once alumnos que están matriculados (de todos modos, yo llevo la lista de asustencias a raja tabla, ya se verá el día de la evaluación), en parte los entiendo, puesto que yo también sé lo que es ir a la universidad y no creo que tengan edad para que les vaya detrás. Ellos sabrán lo que les conviene. Total, que el pobre chico se le notaba apurado por ser el único que había llegado a la hora y, no sé muy bien por qué, empezó a darme una explicación larga y tendida sobre los motivos posibles por los que los alumnos no acudían en masa a mi clase, ahí va un pequeño resumen sobre el que después he reflexionado y sigo haciéndolo:

Para empezar ya me advirtió de que no faltaban sólo a mi clase, sino que era una cosa generalizada (eso me tranquilizo bastante) y me informó del sistema educativo y método al que están acostumbrados, a modo de ejemplo: en la clase de traducción, si llegan tarde, se les penaliza con un texto de más para traducir (y estamos hablando de textos que recogen leyes de la edad media). Está claro que mi forma de enseñar les resulta chocante, no están acostumbrados a ella. Así que le pregunté directamente si, habiendo reconocido que se trata de un choque, una vez superado ese choque, las clases les gustaban o no. Porque vamos, en el currículo de la universidad lo pone bien claro: conversación y español coloquial. Y a eso es a lo que me dedico y en esa dirección dirijo todos mis esfuerzos: que hablen, interactúen, argumenten, expongan su opinión, discrepen, negocien,...todo en español. Para conseguirlo necesito algo indispensable: su colaboración. No sé, recuerdo mis primeras clases de la carrera con profesores nativos; el simple hecho de escuchar discurso auténtico ya era un reclamo en sí mismo, ya se valoraba positivamente.

Todo esto me hace pensar en lo complicado que puede ser llegar a entenderse con otra cultura y otra realidad. Mis intenciones son claras: quiero que salgan con la sensación de que han aprendido algo y de que han aprovechado el tiempo. Pero estas intenciones pueden llegarles a los estudiantes de manera distorsionada o, directamente, no llegarles. ¿Quién es responsable de esto? (hablar de culpables tiene connataciones religiosas que no me van nada)creo que hay que repartir la responsabilidad a partes iguales. Me alegro de que, al menos este alumno, se haya dado cuenta de mis intenciones. Yo creo en los proyectos que llevo a clase, además intento programar de forma flexible, de modo que me permita adaptar la secuencia de actividades al ritmo que se día tenga la clase.

Ayer leí algo muy revelador al respecto de todo esto: los materiales por sí mismo sólo representan un apoyo, es el profesor el encargado de darles alma, vida y forma a éstos.

Me gusta esa comparación, aunque pueda parecer un poco osada, del profesor como un híbrido entre un actor y un escultor, un creador y un intérprete.

Voy a merendar y a ver qué hago con mi ruso. Últimamente no hago más que retener palabras de utilidad tan dudosa como "foca" o "arenque". No sé por qué pero este tipo de léxico se me queda enseguida, mientras todavía me tengo que parar a pensar como pedir un cepillo de dientes... En fin.

Hasta pronto.

PD: para la próxima entrada prometo alguna receta para quien quiera experimentar con la cocina rusa.

domingo, 29 de noviembre de 2009

de sofocos y Uzbequistán

Por fin parece que soy un ciudadado algo más libre. No ha sido fácil, pero lo he conseguido. Nadie dijo que fuera sencillo enfrentarse a dos mujeres de corte soviético parapetadas tras un espejito y un pintalabios, pero lo hice y conseguí mi pasaporte multientrada (o multisalida, dependiendo del punto de vista).

Y es que la cosa se complicó hasta niveles inconcebibles. El primer problema fue que llegué a las 16.15 cuando, justamente el viernes, las oficinas cierran a las 16.00, por lo visto, cierran a esa para poder maquillarse, porque era lo único que estaban haciendo cuando entré por la puerta... Porque, sinceramente lo digo, si llego a allí y veo a las "pobres" mujeres con el bolso y la chaqueta enfundados, pues no me pongo a exigir que me atiendan pero claro, es que el cuadro que me encontré cuando entré no tenía desperdicio: una maquillándose y otra limándose las uñas. En fin, entro y le digo que por favor me atienda que no he podido venir antes porque trabajo desde las 9 de la mañana hasta las 15.30. A lo que la señora de morritos rosa pastel me dice, literalmente que "ese es mi problema, que ellos tienen un horario y que tengo que respetarlo porque, si no lo hago, estoy faltándoles al respecto a ellas". Esto así, de sopetón, sin anestesia ni nada. Total, que entre el sofocón que llevaba encima con el abrigo, el gorro, la bufanda, los guantes, añádele el calentón que me estaba entrando con la respuesta de la energúmena.

Me siento en la silla, delante de ella, me quito la chaqueta (esto lleva su tiempo) y empiezo, sin importarme las declinaciones, ni las conjugaciones, ni las recciones verbales, ahí, maltratando la gramática rusa, a explicarle a la mujer que llevo ya 1 mes y medio detrás de los papeles, que esto ya se pasa de castaño oscuro (traduje literalmente esta expresión, cosa que, evidentemente, no entendió) y que, en definitiva, no me iba a miver de allí hasta que no me diera mi santo pasaporte. En aquel momento, me pinchan y no me sacan sangre. Además no salía de mi asombro porque veía que, coforme yo iba diciendo cosas, la mujer iba diciendo "понятно"(lo entiendo") y yo pensaba "pero ¿cómo me vas a entender? si no sé ni cómo estoy hablando". Total, queda demostrado que cuando la necesidad aprieta, uno saca todos los recursos que tiene y se hace entender; eso me tranquilizó ante futuros encontronazos que, bien seguro aparecerán.

La verdad es que me dio un poco de rabia porque había empezado tan bien el día: me había hecho amigo del conductor de la marshrutka. Me preguntó de dónde era. "De España". "ah! de España! yo soy de Uzbequistán. ¿sabes dónde está?" Pues sí, se dónde está pero poco más...Entonces pensé ¿cuánta gente sabe, así a voz de pronto, dónde narices está Uzbequistán?. El bueno hombre me explicó que justo ese día era una fiesta musulmana y que él tenía que trabajar... Estuvo bien porque, de nuevo, descubrí que a las 7 de la mañana también soy capaz de mantener una conversación en ruso; aún cuando las neuronas están todavía dormidas. Cuando llegué al metro, la parada de las завитушки con amapola estaba abierta y pude desayunar mi pasta preferida. Las clases fueron rodadas, no sé por qué pero ese día los alumnos estaban super animados y las horas se pasaron volando... Ya digo, todo perfecto hasta que me crucé con aquellas dos iracundas.

Por suerte, llegué a casa sano y salvo. Me hice un té, me senté a leer un rato (algo increíble: en España el libro de Almodóvar "Patty Diphusa" estaba descatalogado; pues bien, el otro día lo encontré aquí, en ruso. Total que es lo que estoy leyendo ahora mismo: Almodóvar en ruso, para verlo) y empecé a contemplar en pasaporte. En Barcelona jamás prestamos importancia al tema de los papales, documentos oficiales y de más; en cambio aquí todo esto adquiere una dimensión desconocida para mí. Es curioso como puede pueden tenerse diferentes visiones de un mismo fenómeno.

Hablando de puntos de vista dispares, os dejo un vídeo de Iron and Wine, la canción es preciosa, pero lo más cuiroso es la visión que muestra de algo tan sobado y tipificado para los extranjeros como es el flamenco. Siempre podemos volver a mirar las cosas desde una perspectiva nueva.
Con este sentimiento de renovación me despido por hoy.



Entrada dedicada especialmente a Emma, que esta semana cumplió un año más. Ahora ya me queda poco a mí...Ahí estamos, acumulando años y experiencia, por suerte.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

de niebla y reflexión

En un día como el de hoy, cuando la niebla se vuelve tan espesa que apenas te permite ver más allá de tu nariz, parece que el clima te invita a reflexionar y profundizar un poco en uno mismo. Como esto no es un cuaderno de bitácora pretencioso, o al menos no pretende serlo, voy a dejar que otros hagan poesía por mí. Porque, no nos engañemos, no soy Joaquin Sabina ni Leonard Cohen. Así que simplemente os dejo con una pequeña joya audiovisual...

sábado, 21 de noviembre de 2009

de lenguas inútiles

Borja y los suyos triunfaron el viernes en clase en los dos grupos con los que trabajé el vídeo. Los estudiantes estaban encantados con la actividad. En parte ya era de esperar, tienen una formación tan académica de la lengua (algunos son capaces de situarte exactamente cualquier cita del Quijote de memoria...y no es broma), que en cuanto se cruzan con alguna muestra de lengua coloquial, directa, auténtica, les produce una alegría y un entusiasmo increíble. Es genial cuando pasa algo así en la clase porque esa motivación te la contagian a ti y tú te motivas más...Es como un círculo cerrado, un intercambio constante de buen rollo.

En un momento dado de la clase, mientras analizábamos el vídeo y yo preparaba la siguiente presentación, los alumnos empezaron a reírse y les pregunté "¿qué pasa?", "nada, que parece que te hace más ilusión a ti que a nosotros hacer la clase" y, realmente, estaba super entusiasmado. A parte de por la clase en sí (ver que te funciona una clase es lo mejor), también era porque durante la preparación de la sesión, leyendo el artículo del País, iba pensando "vale, esto lo podría usar con ellos, además está el vídeo este que encaja aquí, más la actividad que vi el otro día en Formespa..." vamos que la cabeza ya ves que te va sola a la hora de encajar materiales. Eso me tranquilizó bastante, pensar que poco a poco voy desarrollando estrategias. El cerebro hay que ver...

¡BUENO! lo que ha que ver es la sentencia de un juez de Alcorcón en la que asegura que "no se aprecia que [la lengua gallega] tenga ninguna otra utilidad práctica, más allá del ámbito de aquella comunidad autónoma" así de alegremente. Se trata de un caso de divorcio. La mujer pide en traslado escolar de sus hijas a Vigo y este buen hombre se lo deniega, entre otros, por motivos lingüísticos, tan sólidos como este...

Ahora, lo mejor es la respuesta de Manuel Rivas a este buen hombre. No tiene desperdicio. Menos mal que siempre hay gente que sabe poner a los que se pasan de listos en su lugar.

Espero tener el mismo brío a la hora de ir a buscar el pasaporte el lunes que viene. Entrar en esa oficina es una auténtica aventura. La verdad es que la sensación de estar de alguna manera "recluído" en un sitio no es muy agradable. No estás todo el día pensándolo, evidentemente; pero cuando paras a reflexionar durante unos segundos, tiene algo de inquietante. Espero que el lunes esté listo y no tenga que pelearme con esas mujeres que no saben mirar la cara cuando hablan. Sin contar el agotamiento mental que me supone tener que discutirme con alguien en ruso... Dicen que lo más difícil en un idioma extranjero es conseguir hacer reír, contar chistes o hacer bromas y entenderlas, es de las destrezas más complejas de adquirir. No voy de decir que sea falso, pero a mí me cuesta cien veces más discutirme con alguien.

Justamente, hablando de discutir, entrada dedicada a mi padre, la persona con la que más he discutido. Porque, como él también reconoce, echo de menos esas discusiones aguerridas que teníamos día sí día también.

Hasta pronto.

domingo, 15 de noviembre de 2009

de madres y tías

Por fin, después de posponer la cita durante casi un mes, hoy he ido в гости (de invitados) a comer a casa de una profesora de la cátedra. La buena mujer llevaba ya cuatro semanas insistiendo, puesto que es tradición que tanto el lector de español como el de catalán vayan a comer a su casa y a ver cómo se elabora un auténtico пирог (pirog)- aunque más bien debería decir pirogES, porque nos ha cocinado nada más y nada menos que tres pasteles gigantes.

La anfitriona es una persona increíble. Para empezar es impresionante como se entregan y ofrecen todo lo que tienen en casa. La hospitalidad que muestran llega a abrumar en algún momento. Te sientes mal de no poder corresponderles al momento, creo que si no la he invitado a Barcelona doscientas cincuenta veces, no lo he hecho ninguna. Espero que no les dé a todos por venir en la misma semana, porque voy a tener un serio problema de espacio y de tiempo. Pero es que es imposible no sentirte en deuda con gente así.

Lo que más me ha impresionado ha sido el trasfondo de la conversación que hemos tenido durante toda la tarde (una sobremesa de seis horas da para mucho...). Gloria es una mujer llena de vitalidad y siempre de buen humor, eso es lo primero que ves en ella; pero, tras una larga conversación, descubres a un ser humano con una curiosidad siempre incipiente e imposible de satisfacer. Ha hablado de sus viajes a España, a Rumanía (nació en Rumanía), a Holanda...De todos estos destinos, siempre destacaba lo que más le había llamado la atención. Justamente el tipo de cosas que le llamaban la atención son las que revelan su carácter aventurero.

Hablaba de costumbres, tendencias, tradiciones, de otros lugares, siempre con un respeto y una admiración que no podías más que compartir y, en cierta medida, envidiar. Creo que es una auténtica suerte tener esta pulsión, motivada por la curiosidad, de conocimiento, de descubrir siempre algo nuevo. Más que cualquier tratamiento omeopático y cualquier práctica de relajación, lo que mantiene fresco (en todos los aspectos) a un ser humano es este motor. Me he acordado de repente de mi madre y de mi tía.

Dos mujeres que se mueven por ese principio, al margen de las circunstancias y las dificultades (muchas veces realmente duras de llevar). Con personas como ellas un café con leche no es un café con leche, es una p*** lección de vida. Una conversación con ellas es un constante intercambio de conocimiento y un enriquecimiento mutuo, y digo mutuo porque, otra de las características de estas personas, es que te hacen sentir que realmente tú también tienes algo que aportarles, algo interesante que decir, algo que te hace único y que sólo tú puedes decidir compartir o no. No sólo saben hablar, sino que también saben escuchar.

Tener la oportunidad de tratar con gente así es una suerte. Así que con este sensación, unida a una sensación de saciedad que creo que me acompañará durante dos meses, me despido por hoy; no sin antes dedicar esta entrada de hoy especialmente a mi madre y mi tía Chari, además de a todos esas personas que me hacen disfrutar de cafés con leche con ese "algo más".

Hasta pronto.

jueves, 12 de noviembre de 2009

de amapolas y felicidad

Sin previo aviso ha llegado la nieve a este rincón del mundo, y con ella una serie de minidesgracias que, como ya es sabido, nunca vienen solas. Entre asuntos coplicados de compañeras de trabajo y algún que otro encontronazo con la burocracia de este país, he encontrado en estos últimos días momentos de felicidad que, al fin y al cabo, es donde supuestamente reside la acuténtica felicidad.

Pensando en todo esto me he propuesto intentar disfrutar cada día de cualquier pequeñez por rídicula que parezca. Así que aquí va mi lista de "cosas tontas que hacen que la vida valga la pena". Perece el título de la siguiente película de Isabel Coixat (por cierto, menos mal que me dió tiempo de salir del país antes de vivir la avalancha de promoción que se cernía sobre nuestras cabezas de su nueva película), pero no es así; a pesar de que tengo unas gafas un poco estilo Coixet.

He descubierto hace unos días otra maravilla de panadería rusa, se trata del рулен с маком (una especie de lentes o palmera con amapola). Es super extraño eso de comer amapola. Como mis conocimientos culinarios no pasan de un nivel A1 (disculpad la jerga didáctica), a mí el comer amapola me sonaba a pasear por el campo comiendo pétalos de flores, vamos el típico rollo menjaflors de toda la vida. ¡Pues no! se trata de unas bolitas super pequeñitas de color negro que tienen un sabor buenisimo. Además de su sabor ideal, su precio no lo es menos. Sin dejar todavía el ámbito de la cocina, estoy en estos momentos intentando descubir que es el хачапури (khachapuri) exactamente. Sé hasta el momento que es un plato georgiano, pero lo sospechoso es que aquí lo venden como relleno en los pastelitos. Esto me crea una enorme confusión porque, si el khachapuri en sí es un plato (tipo lentejas con chorizo, o cordero con patatas), ¿cómo pueden meterlo como relleno en un pastelito? sería como tener pastelitos de fabada asturiana, o de paella mixta...No sé, supongo que mañana preguntaré a algún alumno a ver si descubro algo más.

Con las clases creo que todo va sobre ruedas. Realmente es increíble lo que aprendes cada día, de la rutina de dar una clase, de los imprevistos que SIEMPRE surgen, de la espontaneidad inmanente que conlleva una práctica que incluye seres humanos al fin y al cabo. Digo que todo tiene que ir bie porque ya me han escrito dos chicas que me piden asistir como oyentes a mis clases, porque han oído que vale la pena. Esto, teniendo en cuenta que se trata de la clase de conversación, los viernes a las 9 de la mañana, para mí es un alago. A parte de esto, estoy aprendiendo muchísimo en cuestiones de trabajo de interculturalidad en el aula. Durante estas dos semanas he programado, en los grupos de conversación, el tema de la inmigración. Para activar los conocimientos previos y presentar los contenidos utilicé la canación de Chambao "papeles mojaos". Lo relevante de todo esto es el tono de las opiniones que tienen la mayoría de los alumnos al respecto de este tema. Realmente un profesor necesita tener una formación específica en este campo, porque hay que saber gestionar las respuestas de los alumnos, evitar en la medida de lo posible que se hieran sensibilidades y, sobre todo, no perder los papeles (nunca mejor dicho) ante respuestas altamente sorprendentes. Bueno, la cuestión es que visto lo visto, me he animado a documentarme un poquito sobre el tema y, a través de una compañera del máster que tiene alguna cosita publicada al respecto, estoy empezando a meterme en este mundillo y a parece bastante interesante. Realmente la mochila de experiencias y viviencias que cada uno de nosotros llevamos encima influye en la actividad de la clase.

Dejando de lado ya la reflexión profesional, voy a seguir con alguna pequeñez más de la lista: El té con leche de la mañana, ahora que está todo nevado (más de dos palmos de nieve tenemos ya) o abrir el grifo del agua caliente y ver que, efectivamente, sale agua caliente.

En este proceso de "vamos a ser felices" que he emprendido pensé el regalarles una caja de bombones a las secretarias de la sección de asuntos extranjeros de la Universidad. La cara de las pobres mujeres era un poema de Ajmátova en toda regla. No entendían por qué motivo les regalaba bombones...Una de ellas me preguntó si es que ya me iba¿? fue bastante ridículo explicarles que no me iba a ningún sitio, sólo quería agradecerles su atención y su disposición a la hora de organizar todo el papeleo... En el fondo resultó bastante divertido.

Bueno por hoy es todo. Saludos a todos y especialmente hoy a mi tio Kiko, que me acuerdo mucho de él. Ahora que estoy haciendo la asignatura de TIC para las clases de E/LE, estoy descubriendo la magia de las nuevas tecnologías y que, sorprendentemente, ¡ no muerden!. Creo que he empezado mi proceso de cura contra la tecnofobia que sufría. Os dejo con una foto de la amapola comestible
¡hasta pronto!

domingo, 8 de noviembre de 2009

de mariquitas y helados


Son las 4 de la tarde y ya se ha ido el sol. Así de rápido se pasa un domingo. Entre preparar un ejercicio para una audición, la preparación de las clases y el ruso (hoy ha sido día de ponerse las pilas con el ruso), se me escapa el fin de semana en un abrir y cerrar de ojos.

¿Que he si aún así ha resultado entretenido? ¡Por supuesto! Para empezar, este viernes descubrí algo fascinante. Una revelación única e incluso me atrevería a decir la más significativa hasta la fecha. Se trata de la etimología de la palabra "mariquita" en ruso. Parece que a simple vista no pueda encerrar ningún misterio. Nada más lejos de la realidad.

En ruso, mariquita es Божья коровка, algo así como "vaquita divina". Me parece un nombre singular como pocos. Por curiosidad me puse a investigar la procedencia de tan peculiar nombre. Se ve que este animalito siempre ha estado vinculado a algo divino (en inglés se llama "ladybird" y, según he podido descubrir, "lady" en un principio puede hacer referencia a "virgen"). De esta primera explicación sacamos el vínculo divino del insecto. Ahora bien, lo realmente bueno viene ahora: se ve que como mecanismo de defensa, este ser divino segrega una sustancia de color anaranjado, con una textura similar a la leche, de sus patitas. De ahí, pues, que en ruso se haya tomado esta referencia vacuna para nombrar a la mariquita.

Creo que es una historia muy interesante. Todo lo que las palabras encierran tras de sí, es realmente asombroso. En fin, simplemente quería actualizar para explicar este hallazgo. Me voy a comer un helado (sí, a bajo cero aquí la gente va comiendo helados por la calle) eso sí, yo en un bar cerrado y con calefacción.

Saludos y aprovecho esta entrada además para felicitar a mi tío Paco que el jueves cumplió años. ¡FELICIDADES!

hasta pronto.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

de fiestas nacionales

Hoy se celebra el día de la unidad nacional (день народного единства). Como en este país no podré disfrutar de vacaciones navideñas -no a las que estoy acostumbrado; se agradece que tengan algún día de fiesta y de respiro entre semana.

La verdad es que yo de respiro poco. Hará unas dos semanas que empecé una asignatura nueva del máster: las TIC en las clases de ELE y, desde ese mismo día, estoy como un niño pequeño con un juguete nuevo. Teniendo en cuenta la relación amor-odio que siempre he tenido con la inteligencia artificial, ordenadores, multimedia y demás; es soprendente la de cosas que se pueden aprender si te presentan los contenidos de manera clara y sencilla. Gracias a los fascículos diarios de la asignatura sobre "cómo crear un blog", puedo ir haciendo pruebas aquí mismo y, de paso, dejo constancia de los avances que voy haciendo en esta materia.

Esta mañana he estado preparando las clases y estaba analizando un vídeo para llevarlo al grupo de conversación de la facultad. Son un grupo reducido de alumnos con un dominio excelente del idioma (la mayoría de actividades que hacemos están alrededor de un C1) y además muy motivados. La semana pasada estaban un poco alicaídos porque nos han puesto unos temas obligatorios para ver en clase; hasta la fecha los temas se proponían entre todos y yo, después de anotarlos, buscaba material sobre los mismos. La verdad es que no es de extrañar que estuvieran un poco desanimados, nos han añadido al programa de conversación temas como la arquitectura, la pintura, la música y el cine. Siendo unas descripciones tan vagas, al menos tenemos algo de libertad para enfocar los temas, cosa que me relaja bastante.

Pues bien, estaba preparando material para la clase de cine y me he topado en la red con un vídeo que, a mi parecer, tiene mucho potencial pedagógico. Me da la sensación de que se le puede sacar mucha miga. Conforme iba elaborando algunas ideas he pensado "¡oye! que ahora sé cómo colgar un vídeo en el blog!" y me he puesto manos a la obra. Así que aquí tenéis el vídeo en cuestión.



Dejo para la siguiente entrada los resultados de la explotación en clase y, como no, la autoevaluación de mi trabajo con los alumnos. Una experiencia más a añadir a esta aventura.

Saludos bajo cero. Hasta pronto.

domingo, 1 de noviembre de 2009

de polvos y frío

Despido octubre y doy la bienvenida a noviembre con un día aprovechado al máximo. Parece mentira que hasta ahora no haya tenido un momento para poder sentarme tranquilamente a actualizar el blog. Desde las 8 de la mañana que estoy en pie (no está nada mal para ser domingo) no he parado.

Todo un fin de semana de trabajo, entre la preparación de las clases, la bibliografía de la memoria, que me espera desafiante en la estantería,...A todo tenía que darle un empujón. Además esta semana he descubierto un blog realmente interesante sobre biolingüística que, sinceramente, si tenéis un poco de tiempo os recomiendo que lo visitéis.

Descubrimientos virtuales aparte, la experiencia a destacar de esta semana ha sido, indiscutiblemente, la aventura con la señora que debía lavar la ropa. El jueves fui a buscar la ropa y aquí comenzó una historia de lo más rocambolesca. Para empezar, la buena mujer me dijo que estaba bastante dolida por la cantidad de ropa que le había llevado; así que, visto el volumen, había decidido que subía el precio a 500 rublos. En su afán por hacerme ver que era un precio justo, sacó todos los productos de la lavadora que tenía en casa (polvos, suavizante, etc.) y los puso encima de la mesa de la cocina. Lo realmente grande vino cuando sacó 5 vasitos de chupito y los puso encima de la mesa. Ahí yo ya empecé a sospechar que algo raro estaba pasando. Efectivamente, mis temores se hicieron realidad y asistí, durante 20 minutos, a una demostración de los diferentes tipos de polvos para la lavadora: para ropa blanca, ropa de colores brillantes, de colores menos brillantes, ropa negra delicada, ropa blanca delicada,... Era como una pesadilla de la que no puedes despertar. La señora no paraba de verter muestras de los diferentes paquetes y me los enseñaba, diciéndome "¿ves? estas cositas de aquí de color azul son las que mantienen el blanco más brillante", era directamente como estar dentro de un anuncio de Ariel o algo por el estilo.

Total, cuando acabó aquel simposio contingente salí de allí con mi saco de ropa, convencido de que nunca jamás volvería a pisar aquel piso pero, desgraciadamente, después caí en la cuenta de que la buena señora tenía en su poder mis polvos y mi suavizante. Así que ahora tengo que tramar un plan para recuperar mi порошок (polvos) sea como sea.

El viernes, a la salida del concierto, estábamos a 3 grados bajo cero. Yo no me lo podía creer, realmente se me estaban congelando las piernas y los pies, fue una sensación horrible porque notabas como el frío te calaba hasta los huesos. Por fin ha llegado el frío (y no en su máxima expresión) pero esto ya empieza a parecer Rusia de verdad. Hasta ahora era como una especie de broma tipo "sí, estoy aquí pero ¡todavía puedo llevar mi chaqueta de otoño eh!", como un desafío a la ciudad. He de decir que el desafío ha acabado; Piter se ha puesto serio y ha dicho "aquí estoy yo" y bueno, ha ganado. Así que ya tengo todo mi equipamiento de invierno preparado para mañana.

Salir a las 7 de la mañana de casa no es algo que a priori apetezca mucho, más aún viendo todos los coches congelados por la ventana; pero luego llegas a la facultad y es un placer porder quitarte el abrigo, la bufanda, los guantes, el gorro,... Si no tuviéramos el frío, no disfrutaríamos de ese momento... Creo que esta ciudad de está haciendo peligrosamente relativista.

De momento esto es todo, os dejo por hoy con el primer saludo congelado, literalmente, de mi periplo por estos rincones del mundo.

Por cierto, a la Esther de Fátima (parece el nombre de una archiduquesa asutrohúngara o algo así): necesito hablar contigo sobre un proyecto que tengo en mente con unos alumnos y la revista есть. envíame un correo cuando puedas. Por extensión: saludos especiales a Fátima, Belén, Víctor, Celeste,...

Hasta pronto.

martes, 27 de octubre de 2009

de sloikas y Björk

Hola de nuevo, después de tantos días sin escribir tengo un cúmulo de experiencias en la mochila que, como no la descargue, no voy a poder con ella.

La verdad es que estos días se me han pasado como un rayo, casi sin darme cuenta se me ha consumido la semana pasada y ¡ya estamos a martes!. Ayer fue un día bastante accidentado. Me levanté por la mañana a las 6 y media, como cada lunes. Después de vestirme (esto quiere decir camiseta, jersey, chaqueta, forro polar y chaqueta externa más: gorro, bufanda, guantes), salgo de casa y llovía. Abro el paraguas aún sabiendo que va a servir de bien poco pero bueno, me pongo a caminar por la carretera al encuentro de la marshrutka; tras 15 minutos de caminata me doy cuenta de que me he dejado el pendrive en casa: ¡Toma!. Date la vuelta, corriendo a casa a por la memoria, el paraguas que no deja de girarse, el portátil encima que pesa como un muerto y yo, evidentemente acordándome de el Todopoderoso y parte de su familia. Total, vuelvo a casa, recojo la memoria y, de paso, decido pillar algo para desayunar antes de la primera clase en la universidad. Voy a la cocina y cojo una слойка (una sloika es, como bien marca su etimología, una especia de pasta de hojaldre- sloj en ruso: "capa"). Evidentemente, como siempre salgo con tiempo de casa, el miedo no era llegar tarde sino que no me diera tiempo de desayunar.

Llegué a la universidad 20 min antes de la primera clase, así que pensé "menos mal, tengo tiempo de tomarme un café con leche tranquilo!" Nada más lejos de la realidad. Me acerco a la máquina del café, meto los 30 rublos y la maquina no hace nada...Nada de nada...Bueno sí que hace algo: robarme 30 rublos. Total, que me veo comiendome la sloika a palo seco; aún así pienso: bueno, una pasta de hojaldre no pasa nada, es ligerita..... JA!

Advertencia: una sloika es, por buscar un equivalente español a esta realia, un panellet gigante de piñones. Me explico: las supuestas capas no están separadas; o sea, es un "todo", una amalgama de pan con nosesabemuybienqué, todo compacto. Total que ahí estoy, en el pasillo de la cátedra, leyendo e intentando no ahogarme con un bocado de esta pasta infernal. Mis esfuerzos por salivar me impedían concentrarme en la lectura pero claro, tenía que disimular que estaba haciendo algo, para disfrazar el auténtico esfuerzo que me estaba suponiendo aquel desayuno.

A todo esto yo ya sabía que el día no podía mejorar mucho. Ayer tenía que presentar todos los papeles para poder tramitar el visado multientrada y, por fin, poder salir del país sin problemas para volver a entrar. Después de comer me acerqué a la oficiona de asuntos extranjeros, con una cola de unas 40 personas, la mayoría estudiantes chinos que vamos, yo si fuera chino al igual venía a este país. La verdad es que los tratan super mal, yo no tendría paciencia para aguantarlo.

Como poco a poco me voy curtiendo, a marchas forzadas, me dije "al igual me quedo yo aquí a hacer cola". Total que me planto delante de la puerta de la oficina y, aprovechando un momento de despieste entre la entrada y la salida del siguiente en la lista, me cuelo en el despacho (literalmente entre de costado, en un abrir y cerrar de ojos, rollo Tom Cruise en Misión Imposible). Las mujeres de la oficina se me quedan mirando y yo empiezo mi teatrillo: "¿pero esto qué es? hagan el favor, soy un profesor español, trabajo en la cátedra de románicas y me parece vergonzoso el trato que se ofrece en esta oficina. Sean tan amables de atenderme porque tengo que entregar urgentemente estos papeles y, además, llego tarde a clase -falso-". Increíble, pero como la seda: "ay sí¡, perdón. Los profesores no tienen que hacer cola. Disculpe..."

Bueno, no me lo podía creer. Pensaba "esta gente me enviará al pasillo de cabeza" pero no, me atendieron y conseguí, de momento (porque aquí todo es "de momento", todo parece que sí hasta que es que no) entregarlo todo y comenzar el trámite.

En resumen, que llegué a casa a las 6 y media de la tarde y todavía me esperaba mi nueva asignatura del máster para empezar a entrar en materia y calentar motores. Realmente el día fue fructífero; aunque no voy a negar que me alegré de que se acabara.

Esta mañana estoy acabando de rematar las clases del viernes y espero poder avanzar con el máster un poquito más. El viernes que viene hay un cocierto organizado por el consulado de un guitarrista español y una cantante islandesa. Seguramente iré, me llama la atención esa combinación además, si el fin de semana pasado estuvo aquí la Pantoja, quizá esté por aquí Björk y yo sin saberlo, ¿por qué no?

Os dejo por hoy, con un día de lo más húmedo que he visto hasta el momento. Me voy a buscar lo colada a casa de mi amiga...otra historia que a ver cómo acaba, pero esto es para otro día.

Saludos a todos, especialmente a mi prima que me llamó y me hizo muchísima ilusión y a mi tía que me escribió para decirme que por qué narices no actualizaba.

Hasta pronto.

jueves, 22 de octubre de 2009

de gatos y la Pantoja

Estoy en un estado de shock importante. Acabo de volver de visitar a mi vecina encargada de hacerme la lavadora y ha sido una experiencia kafkiana. La señora en cuestión parece salida de la película "La comunidad". Sólo diré que, después de ver ese piso, creo que el piso donde vivo es un palacio imperial. Al final hemos llegado a un acuerdo sobre el precio (sospecho que nos ha timado pero, como hemos visto las condiciones de vida de la pobre señora, nos hemos dejado estafar con una sonrisa en la cara). La señora es pensionista y vive con 4 o 5 gatos, la casa huele a una mezcla de wiskas, smetana y algo más... Es realmente una cosa para ver. El sábado vamos a llevar nuestra primera lavadora y esperemos que todo salga bien...

Hoy ha sido un día un poco triste. Después del día soleado que hizo ayer, volver a la cruda realidad de los días lluviosos se hace un poco más duro. Además hoy he tenido un día de ermitaño total preparando las clases y trabajando en el máster. A propósito de las clases, he encontrado un artículo super interesante sobre la hipermnesia y Facebook. Mañana lo llevaré a clase para trabajarlo; espero que me dé el resultado esperado, porque realmente creo que es un texto muy controvertido. Si tenéis un momento, leedlo porque es realmente interesante.

El miércoles conocé ala lectora de francés, una chica belga muy simpática que encima habla español perfectamente. Da la casualidad de que es vecina y, comiendo en la univerdidad, me confesó que estaba muy impactada por las condiciones en las que se encontraba el piso. Se veía que estaba apurada por no parecer demasiado remilgada o incluso pija. Me sorprendí a mí mismo intentando relativizar la situación y tranquilizándola en la medida de lo posible. Yo pensaba "quién te ha visto y quién te ve!", pero sí sí, ahí estaba yo, hablándole a la pobre belga de la parte positiva del barrio en el que vivimos, de que el agua, aunque huele a óxido al menos sale caliente (de momento) de que el papel de las paredes puedes considerarlo desfasado y cutre o retro y con encanto... En fin, que lo más fuerte no era que se lo dijera por tranquilizarla, sino que realmente lo sentía así. Entonces me invadió un pánico tremendo al pensar que podía estar empezando un proceso de rusificación...Además hace poco leí que todo proceso de aprendizaje de una segunda lengua es, en el fondo, un proceso de aculturización.

Y me dije "eso si que no!", menos mal que la Pantoja ha estado en Piter esta semana y me ha ayudado a reafirmar mi lado más español con su presencia. Representa que esta información que acabo de desvelar es altamente secreta; pues es muy probable que la tonadillera cierre unos bolos en esta ciudad para el verano que viene. Qué grande! realmente es para analizarlo... No me imagino a la Pantoja por aquí.

He empezado mis clases particulares de ruso y estoy bastante contento, me doy cuenta como poco a poco me voy soltando bastante con el idioma. Este avance me viene que ni pintado porque entre mañana y el lunes tengo que empezar con la burocracia para conseguir el visado multientrada al país. Esto se traduce en un ir y venir constante de despacho en despacho y una pelea permanente para que te miren a la cara y te expliquen los pasos de manera clara y concisa. Todo esto se me hace menos cuesta arriba precisamente porque me siento mucho más seguro con el ruso, además en cuanto pronuncias las palabras mágicas de "profesor extranjero" todos se dan patadas en el culo para solucionarte la papelete. Sospecho que mi jefa tiene amenazados a todos los trabajadores de la administración en la universidad...

Por hoy lo voy a dejar, pues espero una improtante llamada de mi casa, para pasar el parte de la semana y escuchar voces familiares y sentirme un poco más como en casa.

Un saludo a todos, hasta pronto.

sábado, 17 de octubre de 2009

de calma y sol

Recuerdo una entrevista a Najwa, hará unos 8 o así, cuando todavía se podía escuchar lo que hacía, en la que decía que su disco giraba en torno a la sensación que tienes cuando todo te va bien, todo parece que gira y rueda según lo previsto y tú, a pesar de todo eso, tienes una sensación de que algo acecha, de que no puede ser que todo vaya bien sin más, sin que el destino tarde o temprano salde cuentas. Hay que ver que Najwa tenga que aparecer en mis momentos para discurrir en plan filósofo (aunque para filósofo el impresentable que ha escrito ese artículo demencial sobre mis compis de trabajo en el FNAC, menudo...En fin, es convergente; todo dicho).

Pues ayer fue uno de esos días. Me levanté por la mañana a las 6 y media; es lo que tiene empezar a currar a las 9 y vivir casi en Finlandia (el otro día descubrí que estoy a 2 horas y media en coche de Finlandia; si tuviera en pasaporte multientrada ya me habría escapado algún fin de semana). No llovía mientras esperaba a la furgoneta-taxi-cafetera que me lleva hasta el metro, eso es todo un logro. Del metro a la uni pude ir dando un paseo, algo que siempre agradezco porque me permite cruzar el Neva mientras está amaneciendo y eso es indescriptible...Se te olvida todo en ese momento, realmente es increíble. Las clases fueron muy bien. Es difícil de explicar pero cuando estás dando clase sabes de alguna manera si eso está funcionando o no. En el fondo me pone un poco nervioso porque, con lo metódico que soy, no entiendo por qué algo a veces funciona y otras no hay manera... Pero bueno, cuando funciona es insuperable. Incluso en la última clase, cuando me di cuenta, nos habíamos pasado 10 minutos.

Me fui a comer al comedor de profesores, las camareras super simpáticas. Una hasta bromeó conmigo, yo no daba crédito. Lo bueno que tiene estar en un país como este en el que las sonrisas no se prodigan en exceso, es que, cuando te encuentras con una de repente, sincera y auténtica, la impresión que te causa es tremenda; en mi casa consigue ponerte de buen humor al momento, aunque yo en ese momento no lo necesitaba. Ni siquiera me importó tener que comerme un pirogui con kapusta pensando que era de yágodi. Pero bueno, lo más gordo no es eso...Cuando salgo del comedor, a las 5 de la tarde, ¡UN SOL BRILLANTE! parecía mentira. Después de 3 días seguidos sin ver el sol, de repente ahí está, durante dos horas ni rastro de nubes, ni lluvia, ni nieve; eso sí: 3 grados al sol, pero bueno, ya voy equipado para eso.

Total, que ayer fue un día para recordar, pero conforme llegaba de vuelta a casa empecé a pensar en que algo tenía que salir mal. Cuando entré por la puerta estaba preparado para cualquier cosa: no hay agua caliente, no hay internet, no hay calefacción...Pues no, todo correcto, todo el orden. Parecía algo raro en casa, si me llega a ver alguien por un agujero hubiera alucinado: abría el grifo del agua caliente y me reía, enchegué el ordenador y me reí,... Todo al comprobar que funcionaba. Algo que en Barna ni le das importancia, aquí se convirtió en motivo de celebración. Era como "el broche de oro" a un día redondo.

Eso sí, hoy ya hemos vuelto a lo de siempre: el sol no ha salido en todo el día. Llevo 21 horas de lluvia y estamos a 1º. Pero no importa: me ha dado tiempo de preparar las clases del lunes, de acabar un trabajo del máster y todavía me queda mañana para poder trabajar con calma. No puedo decir que esté super feliz o super contento, lo que sí estoy es super tranquilo, con calma. Es una sensación que no esperaba experimentar aquí ¿si no soy capaz de relajarme en mi casa cómo iba a hacerlo aquí? Pues sorprendentemente, así es.

Y con esta tranquilidad me despido por hoy. Teniendo todo el fin de semana la casa para mí, los horarios también se vuelven más laxos. Voy a darme una ducha, preparar la cena, poquito a poco...

Un saludo a mis compañeros del FNAC y patada voladora en la cabeza al señor x (paso de darle publicidad, ¡encima!)

Hasta pronto.

martes, 13 de octubre de 2009

de nieve y supersticiones

Esto de las supersticiones siempre me ha llamado bastante la atención. En muy pocas ocasiones solemos aceptar abiertamente que creemos en ellas pero, si rascamos un poquito y nos paramos a mirar nuestro comportamiento diario, seguramente nos sorprenderíamos de la influencia que tienen esas supersticiones en nuestro día a día.

Sin ir más lejos, hoy mismo: no había caído en que era martes trece hasta que, después de desayunar me he puesto a lavar los platos y, ¡sorpresa, otra vez sin agua caliente! Entonces lo primero que he pensado es eso "ya está, tenía que ser hoy". Así que he supuesto que ya había cumplido mi cupo personal de desgracias para este fatídico día; aunque luego, pensando, he caído en la cuenta de que aquí, en este país, el día de mala suerte es el viernes trece... O sea que los constructos culturales viajan a través del tiempo y del espacio; puesto que, al parecer, en mi maleta no sólo traje ropa sino que también me traje las supersticiones y los rituales de buena y mala suerte.
Ayer nevó por primera vez. Dicen que hay que pedir un deseo con la primera nevada del año. Yo, como todos, aunque no creo nada en estas cosas, por si acaso (como todos) pedí mi deseo. Es un deseo a largo plazo y hay que esperar para valorar si surge efecto esto o no. Con toda probabilidad de aquí a una semana me habré olvidado de esta chorrada y, se cumpla o no, no creo que caiga en la cuenta del deseo. En fin, que ya veremos qué pasa...Esto es muy ruso. "Ya veremos a ver cómo se soluciona todo, todo se andará", que claro, cuando la cosa gira en torno a conseguir un visado multientrada pues dices "bueno, no hay prisa", pero al tratarse de tener agua caliente en tu casa (hola, bienvenidos a Antigua y Barbuda, o al Congo, o a Gabón...), esta respuesta altera un poco. Mi casera, esa gran mujer que, por alguna extraña razón, está encabezonada en que vivamos tal y como lo hacían las antiguas inquilinas (nos obliga a guardar las facturas de la luz y el gas en el mismo sitio en el que las guardaban ellas- ¡pero señora! ¿¡qué más le dara!? nos ha dicho que hay que терпеть y poco más (vamos, que tengamos aguante). Me da lo mismo que piense que soy un pijo venido de la Europa de occidente en la que, imagínate qué despropósito, pretendemos que al abrir el grifo de agua caliente salga agua caliente, ¿¡pero en qué estaremos pensando!? En fin, creo que ya he plasmado mi descontento general con este tema. Parece ser que se ha reventado una tuberia en no sé dónde y lo están arreglando...ya veremos.

El disgusto se me ha pasado un poco porque, al menos, he conseguido acabar de prepararme las clases del viernes, me he ido al centro comercial de mi barrio y me he comprado un lápiz de memoria que necesitaba urgentemente y, además, haciendo los deberes de ruso he descubierto una palabra que, todo lo que tiene de graciosa lo tiene de poco útil. Siempre que me pasa algo así me acuerdo del Pau, que tiene una capacidad especial para retener palabras altamente inútiles y siempre nos reíamos de esta curiosa habilidad. La palabra en cuestión es виски /viski/ (sienes). Así que ya véis, una tontada más.

En fin, espero que hoy no nieve y pueda salir a comprar algo para cenar, de momento, aprovecho para trabajar un poquito, pero con la calma. Hasta pronto.

Hoy un saludo especial a mi tía, que está descubriendo poco a poco todo esto del internet y, de momento, va saliendo airosa del asunto. ¡Ánimo!

domingo, 11 de octubre de 2009

de cambios y previsión meteorológica

Parece increíble que haga el sol que está haciendo en estos momentos aquí. Cualquiera diría que me encuentro a orillas del Báltico a mediados de octubre; aunque parece ser que la paz va a durar poco. El pronóstico para los siguientes 10 días no es nada alentador: 90% de posibilidades de lluvia y máximas de 3º.

De repente me he convertido en un adicto a los pronósticos del tiempo. En función de la temperatura que se estime haces los cálculos pertinentes sobre cuántas capas de ropa tienes que ponerte. De momento lavar a mano no es tan terrible como me esperaba. Sábanas y toallas nos las lava el amigo ruso de Anna que es como una especie de watchmen a la rusa, porque el hombre está siempre disponible para todo y encima siempre de buena gana. Es impresionante.

Ayer, como cada sábado, tuve día de limpieza a fondo, mejor dicho A FONDO. El viernes fue un día para olvidar y, supongo que por eso mismo, al día siguiente necesitaba un cambio de aires. Como lo que tenía más a mano era mi habitación pues ahí que me puse, manos a la obra, cambio de muebles. Maldita la hora que se me ocurrió, porque empezó a salir mierda por doquier, pero vamos, una cosa inefable. Además, conforme iba limpiando, iba pensando "pero como he podido yo dormir aquí, con toda esta mierda soterrada!?" y cuanto más limpiaba más angustia me iba entrando...Total, que al final he reconstruido mi habitación por completo. Eché de menos algún manual de Fen Shui para que me guiara en cuanto a la dirección de la cama y cosas así, pero bueno, se ha hecho lo que se ha podido.

El tener poca experiencia te hace vivir situaciones que, se supone, no tienen por qué repetirse, puesto que son eso: experiencia. Me refiero a un comentario que me hizo una alumna de la última hora del viernes. Me cogió al acabar la clase para decirme que estaba incómoda en la clase porque casi no podía hablar (era clase de conversación) y claro, yo me quedé a cuadros, porque no entendía nada. Diseño todas las actividades tal y como recomiendan los expertos, porque otra cosa no, pero leer sobre didáctica de lenguas, es algo a lo que, con el máster, estoy más que acostumbrado. Total, que no sabía qué podía haber hecho mal; así que me pasé todo el día de ayer revisando mis apuntes y consultando a gurús de la edudación como Nunan o Giovanni et al y, realmente, creo que todo estaba diseñado correctamente. He pensado que puede tratarse, por qué no, de algún problema de timidez o inseguridad a la hora de hablar en español. He decidido trabajar en esa línea, a ver qué sale. La verdad es que me hizo sentir fatal que una alumna me dijera que estaba incómoda en mi clase. Vamos que es lo último que deseas pero bueno, no podemos olvidar que tratamos en todo momento con personas y eso hace que enseñar no sea una ciencia exacta con recetas infalibles; cuanto antes asuma eso, antes podré relajarme y evitar tener que arrojarme a los textos de didáctica de lenguas cada vez que una actividad no funcione como yo espero.

Bueno, después de esta reflexión de tres al cuarto que no creo que interese a nadie más que a mí. Quiero hacerme eco en este diario de un acontecimiento planetario único e irrepetible (como dijo Leire Pajín): en noviembre van a abrir en Piter un H&M!!! increíble! gracias a Dios o al cosmos! por fín voy a poder comprar ropa NORMAL y sí, utilizo este adjetivo tan poco popular y controvertido a posta. Sinceramente la moda de aquí no es normal, entendedlo cada uno como quiera, pero realmente no es normal. Yo ya había claudicado y decidido estaba a comprarme ropa cuando estuviera en Barcelona. Evidentemente habrá que hacer un viajecito al centro cuando la abran...A ver qué tal.

UYS! menudas horas son ya! voy a prepararme algo de comer y luego continuaré con la programación de mis clases, que mis alumnos se lo merecen. Uno de los grandes descubrimiento que más me han sorprendido últimamente es que la comida no se hace sola, y eso es todo un qué. Porque claro, tu planeas comer a las 2 y media pero hay que calcular el tiempo de preparación...Sé que esto no habla muy bien de mí, e incluso de mi madre. Pero en su defensa y en la mía propia diré que lo que me astía es el día a día, en pensar qué cocinar. No es una cuestión de pereza, sino más bien de desasosiego en plan "a ver que me hago para comer hoy, ¿comí huevos esta semana?¿me queda atún en casa?" este tipo de cosas.

En fin, lo dejo por hoy que tengo muchas cosas a las que dar vueltas: menú, capas de ropa para mañana, lavar a mano,etc... Un domingo completito, vamos.

Saludos a todos los que me leen. Gracias a Belen por la nota bibliográfica, a Fátim por atender a mi madre tan bien siempre, a Pan, que me costó horrores descifrar quien era... y a toda la gente que, cuando se cruzan con mis padres, les dan recuerdos para mí. Que sí, que se acuerdan de transmitírmelos todos.

Hasta pronto.

jueves, 8 de octubre de 2009

de reclusión y eslovacos

Jueves, 8 de octubre, fiesta nacional española en Piter. Es evidente que debería estar allí puesto que me han invitado a asistir; sin embargo, aquí estoy, delante del ordenador, del que no me he despegado en todo el día (con una única tregua para comer y, la que viene justo después de acabar esta entradas, para ir a tomar un té a "mi" cafetería).

La culpa de todo esto la tengo yo, eso para empenzar. Pero, al margen de mi manía de tenerlo todo atado y bien atado, el comienzo del máster y unos alumnos que entregan sus deberes a última hora también han contribuido a que me quede en casa trabajando. Como representante de la cultura española y todas esos cargos y responsabilidades que la AECID te otorga, me veo en la obligación de hacer promoción de la cultura española. Este objetivo, si nos paramos a pensarlo un momento, es una perugrollada en sí mismo. El propio hecho de enseñar lengua ya es promover la cultura de esa lengua. Esa unión entre lengua y cultura no se puede deshacer tan fácilmente. Aun así, en mis clases trabajo con materiales auténticos, entre otras razones, para poder acercar a los alumnos la realidad más directa posible. Vamos, que yo hago promoción de la cultura española dentro del aula, que es donde me gusta estar y donde me siento agusto, donde creo que está mi lugar y para lo que, en principio, he venido a hacer aquí.

Esta pequeña disertación sirve para explicar por qué no me siento culpable por no asistir hoy a la fiesta. De todos modos, le envié a correo a mi jefa, disculpándome por no poder ir al evento y, aprovechando que el Pisuerga pasa por...(Pau ayúdame que ya sabes cómo estoy en geografía!), le pasé el programa del nuevo grupo con el que empecé a trabajar el viernes pasado.

Son alumnos del último año de carrera y realmente muestran un entusiasmo increíble. Agradecen muchísimo las clases con nativos y, en contra de lo que me temía, son bastante perceptivos en cuanto a nuevos métodos pedagógicos se refiere. Lo nuevo no siempre tiene que ser sinónimo de mejor; por eso mismo no las tenía todas conmigo cuando empecé a programar las asignaturas. De momento, he de decir que, en todos los grupos, las medidas que voy tomando encuentran un apoyo general de la clase y, lo que es más importante para mí, una participación proactiva de los alumnos. Si consigues eso de ellos, ya los tienes "en el bolsillo", dispuestos a trabajar y a aprovechar las clases más en profundidad.

Hablando de transmitir cultura y todo eso, la semana que viene voy a llevar un texto de Pérez-Reverte, titulado "el coche de Fulano", que es realmente ilsutrativo de cómo somos los españoles. Os animo desde aquí a que lo leáis, es realmente divertido.

Al haber empezado el nuevo grupo, se me ha añadido una clase más el viernes. Así que ahora mi horario laboral se alarga de las 9 de la mañana a las 15:30, sin prácticamente descanso. La verdad es que es agotador, pero el hecho de llevar las clases preparadas reabaja bastante la sensación de estrés.

Creo que el cosmos juega en mi contra,a tenor de la mala suerte que tengo últimamente con el tiempo. Los días que tengo que ir al centro hace un día horrible: viento, nubes, lluvia horizontal (sí, aquí la lluvia es horizontal; por alguna extraña razón tú abres un paraguas cuando ves que empieza a llover pero, no importa, acabas empapado de arriba a abajo. El viento ya se ocupa de que la lluvia te llegue a todas partes menos, por supuesto, al paraguas). En cambio, los días, como hoy, que puedo dedicarlos a preparar las clases y trabajar y no tendría que salir de casa, hace un día soleado de narices que te llama a gritos a salir y dar una vuelta aunque sólo sea durante media horita.

¡Por cierto! ayer volví a encontrarme con la mujer del altercado en la cafetería, estaba de un buen humor increíble...Yo ya no sé qué pensar de esta gente; están peor que el tiempo. Por suerte, la mujer que me vende los чудо ("chudos", unos postres de requesón con frutas super buenos) es majísima, un encanto, y me cuida un montón. El otro día me dijo que un paisano mío había ido a su puestecito a comprar. Lo mejor fue cuando me dijo que el paisano en cuestión era eslovaco... Vamos, que parece ser que tengo pinta de eslovaco. Cuando le dije que era español, no se lo creía, que con esos ojos no podía ser español. Le dije que los ojos eran de mi padre, que le llamaban polaco en la mili (creo que eso la desconcertó un poco) y me dijo que investigara, que seguro que en la familia había algún antecedente eslovaco...

En fin, cuando tenga tiempo libre (que espero sea pronto) me dedicaré a hacer de Agatha Cristie con mi árbol genealógico. ¿Os imagináis que tuviera antepasados eslavos? sería realmente inquietante; digno de cuarto milenio vamos.

Bueno, por hoy lo dejo, que siento la llamada del tímido sol que queda que me invita a salir. Al menos que me dé un poco el aire. Las redacciones que tengo que corregir van a reposar durante unos minutos.

Hasta pronto, un saludos a todos los que me leen y hoy, por alusiones directas en la entrada, un saludo especial al Pavel, que sepas que el sobre sigue impoluto.

domingo, 4 de octubre de 2009

de cebolla y lambada

Era de esperar que, para la celebración del primer mes de vida de este cuaderno de bitácora, dedicara una entrada especial. Pues bien, esa era la intención pero algo (llámale dios, llámale energía) ha querido que los acontecimientos de anoche releguen a un segundo plano la efeméride y me vea en la olbigación de narrar el episodio de anoche. Puesto que no se trata de airear los trapos sucios de nadie, recurriré al sistema: sujeto A, B y C como mis compañeros de aventura anoche.

La idea era ir a cenar al centro de Piter y luego salir a tomar algo. Como idea era bastante apetecible, sin tener en cuenta los 3 grados a los que estamos ya en este rincón del globo ni el tiempo que tengo que dedicar a la preparación de las clases (ya he empezado con el nuevo grupo). Me armé de ganas, puesto que tengo una tendencia natural al descanso casero, y con tres capas de ropa más la chaqueta y un gorro me fui a cenar al centro.

La cena estuvo muy bien, es curioso como todo el mundo nos miraba. La verdad es que estamos acostumbrados a hablar bastante alto en público y eso puede llamar la atención. De todas formas, por alguna extraña razón, mucha gente en este país cree que somos franceses... Vamos que no soy ningún experto en fonética articulatoria ni adutivia, pero juraría que el frances y el español difieren bastante entre ellos. A eso de la 1 acabamos de cenar y salimos dirección a la дача (dacha), un bar-discoteca en pleno centro de Piter.

Aquí empieza lo realmente duro. Obviando que, de camino al local, casi nos pegan por hablar español, llegamos al bar sin más altercados. Lo que se cuece en las noches de este país no tiene nombre. Para empezar, lo supuestamente "modermo" aquí sigue siendo el esquema: 3 canciones movidas, una lenta; como si esto fuera el baile de graduación de Sensación de vivir. Lo mejor es que, en las lentas, los individuos se aparean en una coreografía pseudo erótica propia de Showgirls. Creo que un antropólogo hubiera tenido ahí dentro material de sobra para una tesis doctoral. Yo aguanté el tirón buenamente como pude. Evidentemente a las 4 y media de la mañana, después de tres horas en aquel antro y sin haber probado una pizca de alcohol, mi cuerpo ya no podía más; así que aproveché el momento (esto que voy a contar juro que pasó tal cual) en el que pincharon la lambada (como lo oís) y se hizo una conga gigante por todo el bar. Sinceramente me tengo por una persona bastante especial, con sus rarezas y sus manías, pero en general bastante dúctil al medio; sin embargo aquello superaba mis límites de tolerancia.

Así que a las 5 de la mañana decidí que era hora de plegar. Me llevó 15 minutos llegar ala puerta y volver a colocarme encima toda la ropa que llevaba.

Creo que el estado de shock todavía me dura; y eso que he dormido, he desayunado y he tenido tiempo de asimilarlo. Esta tarde quiero dedicarme al máster (que ya tengo deberes y fechas de entrega y de más) y me esforzaré en olvidar en la medida de lo posible la esperpéntica noche que viví ayer.

He aquí mi primera (y espero que durante mucho tiempo la única) incursión en la noche peterburguesa. De momento me decanto por las veladas en casita con buena compañía y, si encarta, una botella de vino. Para esto último le pediré consejo a mi tete.

Un saludo a todos.

En este domingo soleado de 4 grados de temperatura quiero hacer menciaón especial a mi tía que me llamó por teléfono el viernes y me hizo muchísima ilusión. ¡Ah! y un abarazo a mi yaya, que también me llamó.

Hasta pronto

miércoles, 30 de septiembre de 2009

de pescados y malentendidos

La verdad es que tenía pensado no hacer más de diez entradas al mes, para no aburrir a la gente y esas cosas; pero en estos últimos dos días han pasado tantas cosas que, sinceramente, me da miedo no dejar constancia de ellas por escrito y que se me olviden.

La primera gran novedad es que por fin he conocido a la otra lectora de Piter. Ha sido un encuentro muy intenso, debido en gran parte a la situación de desamparo que, quieras o no, siempre te invade cuando empiezas de cero. En el extranjero (y más en países un tanto "diferentes") las relaciones interpersonales parace que se aceleran en cuanto a tiempo de intimar se refiere. Es como una especie de Gran Hermano pero con un frío insostenible. Bueno, en resumidad cuentas, que la chica resulta ser un encanto (siempre me quedará la duda de si, estando en Barcelona, me seguiría pareciendo un encanto) y, además, hablando con ella me he dado cuenta de algo muy importante. Ahora viene una parte un tanto "tostón" de reflexión que, para quien no esté de humor, se puede saltar.

Los compatriotas (me encanta esta palabra y realmente hay tan pocos contextos en los que meterla que, en cuanto puedo, lo hago) se suelen sorprender de que no sienta una especie de fília por este país. Les cuesta asumir que alguien pueda venir aquí con el simple, aunque para mí vitall, objetivo de enriquecerse académica y profesionalmente sin sentir ese apego extraño por el país de acogida. La verdad, yo tampoco entiendo a la gente que es "fan" de un país; realmente no lo entiendo. Os juro que he intentado entenderlo, otra cosa no, pero reflexión y autoanálisis hacemos hasta el hastío en el máster... No concibo que una persona, saliendo a las 7 de la mañana de casa, con un frío que cala, una brisa que te trapasa los huesos y te congela el rostro (yo literalmente no puedo hablar) y un viaje por delante de más de una hora, exclame con todo el buen humor del mundo "¡qué bonito es Piter! ¡qué bonita es Rusia!". Me dan ganas de soltar un "no perdona, pase que te resbale la cara de perro que nos ponen en todas partes, pase que no te importe que nos tengan sin agua caliente dos días, pase que donde yo veo pobreza y falta de recursos tú veas una estampa entrañable de la ciudad; pero lo que no pasa es esto: ¡que te estás poniendo azul y estás diciendo que esto es maravilloso!!".

Total, que después de mucho hablar llegué a pensar que mi propósito en este país era menos legítimo que el de otra gente; sin embargo, tras muchas vueltas, me decidido que no, que aquí cada uno está para lo que está y yo he decidido vivir aquí por unos motivos tan estupendos o más como los de otro. ¡Faltaría más! ¡a ver si ahora voy a tener que estar todo el día comiendo pepinillos y poniendo smetana en todos los platos de la comida!

Hablando de smetana, el otro día tuve mi primer културный шок (choque cultural) en el comedor. Yo siempre pido pescado de segundo, como no me conozco los nombres de los peces pues me limito a pedir pescado, tal cual. Hasta la fecha todo había ido sobre ruedas. El conflicto apareció hace dos días cuando, en el menú del bar, había dos platos de pescado. Total, que yo le pido como siempre "pescado con guarnición" y la mujer me responde "¿cuál?", claro, yo, al no esperar una pregunta por su parte, y sabiendo lo nerviosas que se ponen en cuanto se forma un poco de cola, tardé 1 segundo y medio en constestar (juro que fue 1,5 seg) y escogí "un" pescado con arroz. La mujer me puso una cara de asco, pero asco asco de "te voy a vomitar la каша (papilla) aquí delante" y yo, en un alarde de valentía y simpatía a partes iguales se me ocurrió bromear diciéndole "¿qué pasa..es una mala elección?" acompañado de mi mejor sonrisa, que bueno, ya sabéis que no suelo ser muy agradable y eso de la sonrisa lo tengo desentrenado; pero bueno, creo que en aquel caso me salió bien. Pues bien, la mujer me miro con un odio, una cosa desmesurada para la situación, vamos que ni que la hubiera amenazado con secuestrar a sus hijos o alguna salvajada mayor. Total, que me lanzó una mirada que me dejo tieso, pero tieso tieso, y me salió, del fondo de mi ser, de lo más profundo un "gracias por la paciencia". Bueno...ella que lo oyó, empezó a refunfuñar algo entre dientes que, evidentemente no pude descifrar y que, me juego el cuello y lo pierdo, no sería nada agradable. Así que ya he tenido mi primer tropezón ruso, ahora sí, con la puntilla mía; porque como me calle me sale un úlcera, y eso si que no.

Bueno, de momento lo dejo por hoy. Voy a ver si ceno algo y me doy una ducha. Hoy ha sido un día tremendo y muy movido y, sintiéndolo mucho, pospondré mi clase de ruso de mañana a la semana que viene. El viernes empiezo con mi nuevo grupo y tengo muchas ganas. Tengo un programa para ellos en mente que espero poder acabar de desdibujar el fin de semana; estoy muy ilusionado.

Un saludo a todos. Recuerdo especial a la toda la gente que deja comentarios, que le dan vidilla a esto del blog. La gente del Fnac, family, etc... especialmente a mi tía Susana, que comparte la aracnofobia conmigo.

Hasta pronto.

sábado, 26 de septiembre de 2009

de pasteles y anzuelos

Empiezo a sentirme abrumado por la expectación que está empezando a levantar el blog; intentaré por todos los medios que no se me suba a la cabeza. Lo prometo. Me alegro de que a la gente le guste pero, para mí, lo primero sigue siendo el el potencial comunicativo que tiene. Gracias a estas entradas y, sobre todo, a la gente que dejs sus mensajillos, me siento más cerca de Barcelona y los mios. Así que gracias a todos por invertir un ratito de vuestro tiempo en chafardear esta ventana a Piter.

Uys! me están haciendo un montón de ruido las tripas. Esta mañana me he levantado super temprano, a pesar de que no tenía nada especial que hacer. A las 8 ya estaba despierto. Me ha recordado a los sábados en casa, que siempre me levantaba pronto y me iba a desayunar al Círculo católico; más por lo de círculo que por lo de católico, el bar tiene su encanto. Allí hicimos alguna vez els pastorets del colegio cuando era pequeñín.

Bueno ¡vale ya de regresiones! El tema es que, al levantarme tan temprano, después de almorzar y solucionar una seria duda con el "se" en oraciones impersonales y en oraciones pasivas reflejas, me he puesto a hacer limpieza. Me he trincado la cocina a fondo, el baño y mi habitación (por supuesto). En esta última dependencia del pequeño palacio soviético en el que vivo, he encontrado una compañera de 8 patas más que asquerosa. Venía ser del tamaño del propio spiderman (homenaje a mi tio kiko si lee esto). No sé cómo no la había visto antes, porque juro que he hecho limpieza a fondo más veces. Total, que me he liado a mochazo limpio con la araña de las narices antes de que tuviera tiempo de reaccionar y decidiera engullirme en 0,2 segundos.

Entre la araña y el tute que me he dado con el piso, mi paseo matutino programado se ha pospuesto para esta tarde. Aprovecharé e iré a tomar el café a "mi" bar. Intentaré hacer alguna foto, aunque no sé si será posible; esta gente no es muy amiga de las cámaras de fotos y menos aun en manos de un extranjero. Reminiscencias de la época comunista supongo...

Esto mismo me ocurre con los vecinos del rellano. Desde que hemos llegado sólo los he visto una vez. Creo que nos evitan. He hablado con Anna seriamente y hemos tramado un plan infalible para que nos conozcan y vean que somos personas normales que no comemos niños ni nada por el estilo. El anzuelo va a ser un pastel o una tortilla de patatas (mi propuesta es el pastel, porque ahora que hemos descubierto que el horno funciona, es mucho más fácil de preparar). Llevaremos el presente a los vecinos un domingo por la tarde para presentarnos oficalmente. Cómo no, el pastel irá en una bandeja que, tanto si les caemos bien o mal, los vecinos se verán en la obligación de devolvernos. O sea, que, de alguna manera, les estaremos obligando a que llamen a nuestra puerta. En ese momento, les haremos pasar a casa y les ofreceremos té y pastas y, a partir de entonces, esperamos que nuestra relación vaya poco a poco estrechándose. Sé que el plan tiene flecos sueltos, pero de momento esto es lo que tenemos. Ya iré contando la evolución del mismo.

Con las clases de ruso la verdad es que tienen buena pinta. El jueves fui a la librería de la uni y me compré dos manuales para poder trabajar en casa, además de las horas de clase. Creo que tengo que aprovechar bien el empujón que le puedo dar aquí al idioma. Además estoy empezando a bucear por la biblioteca en busca de material para la memoria.

En otro orden de cosas, ayer por la tarde conocí por fin a la lectora de la otra uni en Piter que también se incorporaba este año. Es una chica gallega muy maja. Supongo que mañana vendrá a comer a casa y a pasar la tarde. está bien ir conociendo a más gente cada vez. Así, si un día estás un poco tontorrón, siempre puedes llamar a uno u otro y salir a tomar un cafetillo.

Espero que esta tarde vuelva el agua caliente; desde ayer por la mañana que no sale agua caliente del grifo... Ayer me duché calentando agua al fuego. Una cosa indescriptible. Cuando llegué a casa por la tarde, después del día que tuve (las clases, meneo de papeles, etc) y vi que no había agua...Llamé a la casera, con un rebote, que la mujer me lo notó a la legua. Me acabó diciendo que le habían prometido que al día siguiente tendríamos agua. Le pregunté exactamente cuándo y me dijo "днём" (dniom), total que "de día" no sé hasta cuando es. Ahora mismo son las 2 del mediodía y todavía no hay agua.

En fin, de momento voy a comer algo y después me meteré un poco con el máster. Hoy paso de preparar clases, mañana será otro día y, espero, con agua caliente.

Uys! recuerdos especiales hoy a mi prima Sandra, que me hizo mucha ilusión su comentario, a Rafa (paso de poner Rafael que me recuerda al cantante y me da mal rollo) por la recomendación musical, y a mi prima Marta, que mañana celebran el bautizo del Roger.

Hasta pronto.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

de agua y té

Esto ya empieza a paracer Rusia de verdad. El país en todo su esplendor. Esta noche ha sido casi imposible dormir, hacía un viento horrible y llovía a cántaros. La habitación tiene doble ventana pero, aun así, el ruido que hacía el viento era insportable; era como tener una taladradora al otro lado del cristal. Un desastre.

Esta mañana, después de levantarme he pensado en ir a comprarme unos tapones para los oídos pero, cual ha sido mi sopresa al descubrir que por la mañana llovía todavía con más fuerza (si cabe). Es casi la una del mediodía y esto no ha parado, así que supongo que tendré que decantarme por la técnica cebolla y salir a la calle con 12 capas de ropa a por los tapones y a por agua enbotallada. En fin, espero volver de una pieza. Pensándolo bien tiene algo de epopeya todo esto, el hombre contra la naturaleza y todo ese rollo...

Ayer por la tarde había un concierto de un pianista español, pero estaba tan agustito en casa que pasé de ir. La verdad, el rollo este del cónsul y todo este ambiente no me dice nada. Aproveché la jornada casera para ultimar el portafolio del máster (¡que por fin he acabado!) y dejar listas las clases del viernes. El viernes que viene empiezo con el grupo nuevo, la verdad es que tengo ganas de ver que tipo de grupo son; espero que no me traigan invitados a clase a modo de ratas de laboratorio para analizar...

la semana que viene empiezan las clases de ruso y bueno, a ver qué tal. Espero que valgan la pena, porque el paseo que tengo hasta la academia es para pensárselo dos veces. Tengo ganas de tener ya el horario más o menos cuadrado para poder organizarme del todo.

Ayer estuve dando una vuelta por el barrio y, en esa excursión de investigación, descrubrí un gimnasio con piscina que pinta bastante bien por tan solo 1000 rublos al mes (unos 22 euros). Con esas instalaciones, en Barcelona no costaría menos de 40 euros; así que supongo que lo aprovecharé. También me escribió el lector de Yereván (premio para el primero que reconozca de qué país se trata... se acabó el tiempo: Armenia. Sí, yo también lo flipé). Siempre que pienso en Armenia -cosa no muy frecuente, la verdad- me viene a la cabeza aquel capítulo de los Simpsons tan divertido del niño armenio que acoge la familia amarilla...Muy bueno. Bueno al tema, que el chico había estado trabajando en Piter durante dos años y daba clase a un matrimonio. Me decía que les había pasado mi mail porque estaban interesados en seguir con las clases de español, a ver qué tal.

La verdad es que no tenía pensando hacer clases extra, quería centrarme en el proyecto del máster: empezar a leer bibliografía, seleccionar un campo de investigación concreto, etc. Así que no sé al final qué haré. Tampoco estaría mal un dinerillo extra. Ya veré cómo sale el asunto.

Por cierto, creo que he encontrado "mi cafetería" en el barrio. Ya sabéis, ese bar que, por algún motivo especial, se convierte en el sitio ideal para merendar y llevarte los apuntes y trabajar un poquito fuera de casa. La bilbioteca, si no tengo que consultar algún libro, no me gustan mucho para trabajar. Pues bien, el lugar escogido se llama чайнная ложка (algo así como "cucharilla de té") y está toda decorada en tonos naranjas así rollo relajante. Hacen un té verde muy bueno por 80 cents. de euro al cambio. Además una de las camareras se parece a Ani DiFranco y eso me hace gracia.

Tema comprar: ya me he comprado un gorro de invierno (parezco algo raro) y una chaqueta. Estoy ahora a la caza de unas bambas no muy caras para tenerlas como "calzado de guerra" y, por supuesto, el super abrigo de invierno que, a la espera de que Katya me acompañe a comprarlo, estoy todavía con lo que me traje de Barcelona. Supongo que hasta medidados de octubre podré tirar con esto.

En fin, por hoy esto es todo porque, a la vista de que la lluvia no me va a dar tregua, voy a armarme de valor y salir a comprar. Que sea lo que el cosmos quiera.

Entrada dedicada a hoy a la Emmi, el Victor, el Rul, el Chencho, la Silvi... Los de siempre. Y esta dedicatoria no necesita excusa alguna.

Hasta pronto.

sábado, 19 de septiembre de 2009

de chilenos y magdalenas

Pues aquí estoy de nuevo. La verdad es que hoy no tenía pensado colgar nada, puesto que he estado toda la mañana tecleando el portafolio (he conseguido quitarme de encima 2 muestras y la introducción, toda una hazaña); pero no sé por qué, quizá porque es sábado y por primera vez desde que he llegado aquí tengo algo de tiempo para pensar, me han entrado ganas de "hablar" con alguien. Así que como tengo la gran suerte de que hay gente que invierte su tiempo en leer esto, escribir es como hablar con vosotros aunque sea en diferido.

Os cuento primero la parte divertida. El viernes en clase de conversación con los traductores pasó algo verdaderamente increíble. Yo había preparado una actividad genial (puedo decirlo porque la idea no es mía, es de una chica que, espero me perdone, pero no recuerdo su nombre) basada en la canción "enero en la playa" de Facto Delafé. Estaba super orgulloso de cómo me había quedado. Pues bien, llego a clase, saludo a los alumnos, se sientan y, en un scanner visual rápido para cercionarme de que están todos (tenemos un régimen muy estricto con las asistencias), me doy cuenta de que hay una persona más. Le pregunto quién es y una de las alumnas me dice "es chileno". Yo no entiendo nada y vuelvo a preguntarle. La alumna en cuestión me dice "ha venido como invitado". A todo esto el chileno no decía nada. Total que yo sonrío y me dispongo a presentar la actividad, cuando la alumna me interrumpe- cosa que me encanta porque eso significa que van a intervenir y, por ende, a hablar en español- y dice "lo he traido para que lo vean mis compañeros". Sí, muy fuerte. La colega tiene un amigo chileno y lo trae a clase para que sus compañeros "lo vean". A estas alturas de la película os podéis imaginar: yo dando la clase y el chileno, a un lado de la pizarra, mirando; ahí, de pie, sin hacer nada. Luego se lo conté a Anna y no se lo podía creer. Y es que no es para menos.

De todos modos, creo que la clase fue bastante bien y la idea de los diarios parece que les ha gustado. Tengo que seguir currando en esa línea y para la semana que viene ya les tengo preparado un rol play del que espero saquen algo de provecho porque sino mi paciencia va a tambalearse peligrosamente.

Después de comer, y recuperado en parte del shock del chileno, me fui a hacer el test de nivel para el curso de ruso. Una cosa tremenda: 200 preguntas tipo test, que al final ya no sabías qué marcar. El lunes iré a que me digan a qué puedo apuntarme y demás.

Ahora la parte menos divertida. No es que sea mala, simplemente es más introspectiva. Así que la gente a la que no le apetezca hacer un esfuerzo cognitivo mínimo que deje de leer aquí. Avisados estáis. Bueno el asunto es que hoy me he dado cuenta de que hay unas cuantas cosas que, de momento, no puedo hacer aquí o que, mejor dicho, es mejor no hacerlas para evitar bajones de ánimo innecesarios por el momento. Una de ellas es preparar un bocadillo de atún que me recuerda a mi madre y, de momento, no puedo prepararlo. Tengo el pan, el atún, el queso y demás, pero no tengo el ánimo. A este emparedado (como me gusta esta palabreja) se le han unido hoy dos actividades más:
1- escuchar Kiss FM
2- ver fotos de amigos

La primera no es porque pinchen de vez en cuando Manolo García (que también), sino porque me recuerda a mis paseos por mi ciudad con los cascos y, de momento, no puedo determe en ese tipo de pensamientos. Ha sido poner la emisora en Internet y empezar a llorar moco tendido, una cosa horrible. Total, que he visto el panorama y he quitado la radio, ¡qué narices!. La segunda es más comprensible y creo que no hace falta ni explicarlo.

Me acuerdo cada día de todo el mundo, aunque parezca mentira. Y agradezco muchísimo los comentarios que dejáis aquí, de veras. Hace que os sienta más cerca. Gracias por demostrarme con esos mensajitos que os acordáis de mí. Un saludo a todos. Otra noche solitaria en la ciudad de las noches blancas.

Hoy, no sé por qué (esta frase ha salido ya más veces) me he acordado muchísimo de mi tete. Me da la sensación de que me estoy perdiendo un montón de cosas que le están pasando justo ahora. Tengo ganas de verte tete, así que esta entrada va dedicada a tí, con todo el cariño, aunque te guste te Estopa. Nadie es perfecto.

Hasta pronto.

jueves, 17 de septiembre de 2009

de surrealismo y tupperwares

Bueno bueno, está claro que nada dura para siempre y que, tarde o temprano,esta nube de algodón rosa pastel tenía que desaparecer. Hoy por fin nos hemos encontrado con la esencia rusa en todo su esplendor.

El feliz encuentro ha tenido lugar a la hora de intentar conseguir empezar nuestras clases de ruso. Nos han tenido dando vueltas para arriba y para abajo, cerca de 2 horas moviéndonos por todo el paseo marítimo con el viento que hacía (creo que mis cejas ahora están 3 centímetros más arriba de lo normal), para acabar igual que estábamos, o sea: sin saber nada. Para ser sinceros no hemos acabado igual, hemos acabado peor: sin saber nada y con un cabreo de doce monos.

Al llegar al último despacho nos ha atendido una chica rubia que, justo en ese momento se iba a comer con su tupperware maravilloso, y nos ha dicho que nos esperáramos un momento. Al instante a aparecido el señor que nos tenía que solucionar la papeleta. Pero lejos de eso, ha decidido empezar a despotricar contra el otro señor que nos había enviado a él. La cosa ha empezado a ser surrealista total cuando, al señor-cabreado y la secretaria-hambrienta, se le han añadido otra secretaria más y un señor más que pasaba por allí con un paquete de DHL. Todos han empezado a divagar sobre el origen de aquel papel y sobre cómo podían solucionar "el problema". Y yo pensaba:
1. "¡¿qué problema?! ¡¡Si se trata de apuntarnos a un curso!!" y
2. "¿por qué actúan como si nosotros no estuviéramos delante?"

Ha sido realmente alucinante: cinco personas discutiendo sobre nosotros, con nosotros allí, de cuerpo presente, sin que nos miraran a los ojos ni un instante. La cosa se ha alargado (personalmente hasta el infinito) hasta que la rubia glotona nos ha dicho "por favor, llamad mañana que ya sabremos algo".

Total, que mañana llamará Anna, porque yo estoy toda la mañana trabajando, y entonces sabremos qué pasará con nuestro curso de ruso. La verdad es que espero que se solucione pronto, porque tengo muchas ganas de empezar el curso.

En otro orden de cosas, acabo de terminar el segundo portafolio del máster, ahora sólo me queda pasarlo a ordenador y darle los últimos retoques. Este fin de semana me pondré manos a la obra.

Es jueves por la noche, todavía no he cenado ni me he duchado, así que voy a empezar a ponerme las pilas. La verdad es que la noche antes de dar clases siempre estoy un poco nervioso, pensando: cómo irán, que los alumnos entren al trapo, que todo salga bien, que me de tiempo de hacer todo lo que tengo programado...Es un poco inquietante pero, a la vez, estimulante. Supongo que lo triste sería no tener esa sensación; eso significaría que enseñar español se ha convertido en una rutina monocromática y aburrida. Así que aquí estoy, solito y disfrutando de esta sensación.

Por hoy ya está bien, me despido; no sin antes saludar especialmente a la Bélen (sí, con acento ahí), que es una crack y que sepa que su monedero de vaca me sirve para llevar la targeta del metro, así que cada vez que viajo en el subway me acuerdo de ella.

Un saludo a todos.

Hasta pronto.

martes, 15 de septiembre de 2009

de formas y de fondo

Así es. Entre estas dos líneas se me pasan los días en esta ciudad caprichosa metereológicamente hablando. Todavía tengo un montón de formalidades y papeleo que resolver y, sobre esta cuestión, gira la primera aventurilla de la entrada de hoy.

Ayer decidí ir al consulado español para registrarme. Después de toda la lata que nos dieron en el famoso concierto de guitarra, tenía mucha curiosidad por saber qué comportaba el hecho de registrarse en el consulado... Pues bien, básicamente sirve para que, en caso de muerte, un avión te lleve a tu casa de vuelta sin mayores dificultades...O sea, un buen rollo del copón. Total, que me registré como ciudadano "no residente", porque vamos, siempre estás a tiempo de hacerte residente y, además, de la otra manera que quitan el empadronamiento de España y yo eso si que no, porque yo soy de La salud "ja me maten". Así que nada, firme y rellené millones de formularios y, cuando me disponía a irme ya aparece el cónsul de detrás de una puerta y me dice "puedes pasar un segundo?" Yo, cómo no, entro al despacho. Momento despacho: foto del rey, de Manolete, un toro de hierro (o algo parecido) en la mesa... Tuvimos una charla muy cordial, sobre la posibilidad de organizar cosas a nivel cultural, patatín patatán. Además me apuntó a las lista del consulado que sirve para que te inviten a fiestas y conciertos de varios tipos. El martes que viene ya tenemos que ir a un concierto de piano en un palacete de "no se qué"... Vamos, a codearse con este tipo de gente...A ver que tal.

Esto en cuanto a la forma; algo a lo que no estoy para nada acostumbrado y que, además, siempre que me encuentro en esas situaciones empiezo a pensar "yo estoy aquí para trabajar con mis alumnos, para currarme unas clases, este no es mi sitio"; entonces me evado y claro, parece que esté en la parra pero, lejos de eso, en realidad es que no me interesa nada este tipo de formalidades... Ahora en cuanto al fondo, que es lo que de verdad me hace odiar y amar esta ciudad a partes iguales y pasar de un estado al otro en 0,2 segundos.

Con mis alumnos el trabajo es genial. Normalmente se me escapa el tiempo; y eso que tengo una hora y media de clase...Tengo que aprender a gestionar el tiempo en el aula: nuevo reto didáctico del semestre! Con el grupo de producción textual estoy disfrutando como un enano porque son unos chavales con una capacidad de trabajo y un interés brutal... En fin: una delicia. Y encima estoy aprendiendo un montón. Es que cada día aprendes algo nuevo y más si, como nos dicen en el máster, aprendes a autoreflexionar y a hacer un trabajo de autoevaluación después de cada clase. Algo imprescindible para poder mejorar día a día.

Con las tareas del hogar todo es más confuso, pero creo que me voy saliendo...El fin de semana hice sopa de col (o eso creo). Básicamente metí col, patata, zanahoria y champiñones en una olla y dejé que aquello hirviera durante no recuerdo cuantas horas... La cosa es que al cabo de MUCHO rato ahí había caldo, lo colé y ahora tengo para hacer con pasta y cosas así. La verdura hervida también me la comí. ¡Aquí no se tira nada! Con la cocina eso ha sido lo más elaborado que he hecho de momento. Es que me apetece hacer cosas en casa porque me estoy cansando del comedor de la uni. A todo le ponen сметана (smetana), que es como una especie de nata espesa. Yo no entiendo nada porque tanto si es pescado, como pollo, como sopa, como verdura, como judías blancas,...TODO lleva esa salsa. Me da miedo dejar los apuntes encima de la mesa del comedor mientras pido por si le ponen una cucharada de smetana tambien...Un sin vivir vamos.

Bueno pues eso es todo por hoy, que aquí son las 6 y media de la tarde y hace un sol brutal, así que voy a aprovechar y me voy a ir a dar un paseo por el parque este que tengo delante de casa que, por fin, me he enterado de como se llama: El parque de los 300 años. No lo entiendo muy bien porque está super nuevo y de hecho todavía hay zonas del parque en construcción...

Hay muchas cosas que no entiendo de este lugar; puede que ahí resida la gracia y en, poco a poco, ir entendiendo un poquito más del día a día de esta parte del mundo. En eso estamos y, mientras tanto, intento disfrutar de los momentos de decir "joder que bien estoy aquí" y de los de decir "cómo echo de menos mi casa y los mios"; porque de la combinación de estos dos sentimientos dependerá que el proceso de adaptación sea más o menos llevable. ¡Uys que filosófico!

Un saludo a todos.

Esta vez, mención especial a mi prima Ester-Yeni, que lejos de ser bipolar por tener dos nombres, sabe muy bien dónde está y lo que quiere, o eso transmite.

Hasta pronto.