martes, 27 de octubre de 2009

de sloikas y Björk

Hola de nuevo, después de tantos días sin escribir tengo un cúmulo de experiencias en la mochila que, como no la descargue, no voy a poder con ella.

La verdad es que estos días se me han pasado como un rayo, casi sin darme cuenta se me ha consumido la semana pasada y ¡ya estamos a martes!. Ayer fue un día bastante accidentado. Me levanté por la mañana a las 6 y media, como cada lunes. Después de vestirme (esto quiere decir camiseta, jersey, chaqueta, forro polar y chaqueta externa más: gorro, bufanda, guantes), salgo de casa y llovía. Abro el paraguas aún sabiendo que va a servir de bien poco pero bueno, me pongo a caminar por la carretera al encuentro de la marshrutka; tras 15 minutos de caminata me doy cuenta de que me he dejado el pendrive en casa: ¡Toma!. Date la vuelta, corriendo a casa a por la memoria, el paraguas que no deja de girarse, el portátil encima que pesa como un muerto y yo, evidentemente acordándome de el Todopoderoso y parte de su familia. Total, vuelvo a casa, recojo la memoria y, de paso, decido pillar algo para desayunar antes de la primera clase en la universidad. Voy a la cocina y cojo una слойка (una sloika es, como bien marca su etimología, una especia de pasta de hojaldre- sloj en ruso: "capa"). Evidentemente, como siempre salgo con tiempo de casa, el miedo no era llegar tarde sino que no me diera tiempo de desayunar.

Llegué a la universidad 20 min antes de la primera clase, así que pensé "menos mal, tengo tiempo de tomarme un café con leche tranquilo!" Nada más lejos de la realidad. Me acerco a la máquina del café, meto los 30 rublos y la maquina no hace nada...Nada de nada...Bueno sí que hace algo: robarme 30 rublos. Total, que me veo comiendome la sloika a palo seco; aún así pienso: bueno, una pasta de hojaldre no pasa nada, es ligerita..... JA!

Advertencia: una sloika es, por buscar un equivalente español a esta realia, un panellet gigante de piñones. Me explico: las supuestas capas no están separadas; o sea, es un "todo", una amalgama de pan con nosesabemuybienqué, todo compacto. Total que ahí estoy, en el pasillo de la cátedra, leyendo e intentando no ahogarme con un bocado de esta pasta infernal. Mis esfuerzos por salivar me impedían concentrarme en la lectura pero claro, tenía que disimular que estaba haciendo algo, para disfrazar el auténtico esfuerzo que me estaba suponiendo aquel desayuno.

A todo esto yo ya sabía que el día no podía mejorar mucho. Ayer tenía que presentar todos los papeles para poder tramitar el visado multientrada y, por fin, poder salir del país sin problemas para volver a entrar. Después de comer me acerqué a la oficiona de asuntos extranjeros, con una cola de unas 40 personas, la mayoría estudiantes chinos que vamos, yo si fuera chino al igual venía a este país. La verdad es que los tratan super mal, yo no tendría paciencia para aguantarlo.

Como poco a poco me voy curtiendo, a marchas forzadas, me dije "al igual me quedo yo aquí a hacer cola". Total que me planto delante de la puerta de la oficina y, aprovechando un momento de despieste entre la entrada y la salida del siguiente en la lista, me cuelo en el despacho (literalmente entre de costado, en un abrir y cerrar de ojos, rollo Tom Cruise en Misión Imposible). Las mujeres de la oficina se me quedan mirando y yo empiezo mi teatrillo: "¿pero esto qué es? hagan el favor, soy un profesor español, trabajo en la cátedra de románicas y me parece vergonzoso el trato que se ofrece en esta oficina. Sean tan amables de atenderme porque tengo que entregar urgentemente estos papeles y, además, llego tarde a clase -falso-". Increíble, pero como la seda: "ay sí¡, perdón. Los profesores no tienen que hacer cola. Disculpe..."

Bueno, no me lo podía creer. Pensaba "esta gente me enviará al pasillo de cabeza" pero no, me atendieron y conseguí, de momento (porque aquí todo es "de momento", todo parece que sí hasta que es que no) entregarlo todo y comenzar el trámite.

En resumen, que llegué a casa a las 6 y media de la tarde y todavía me esperaba mi nueva asignatura del máster para empezar a entrar en materia y calentar motores. Realmente el día fue fructífero; aunque no voy a negar que me alegré de que se acabara.

Esta mañana estoy acabando de rematar las clases del viernes y espero poder avanzar con el máster un poquito más. El viernes que viene hay un cocierto organizado por el consulado de un guitarrista español y una cantante islandesa. Seguramente iré, me llama la atención esa combinación además, si el fin de semana pasado estuvo aquí la Pantoja, quizá esté por aquí Björk y yo sin saberlo, ¿por qué no?

Os dejo por hoy, con un día de lo más húmedo que he visto hasta el momento. Me voy a buscar lo colada a casa de mi amiga...otra historia que a ver cómo acaba, pero esto es para otro día.

Saludos a todos, especialmente a mi prima que me llamó y me hizo muchísima ilusión y a mi tía que me escribió para decirme que por qué narices no actualizaba.

Hasta pronto.

jueves, 22 de octubre de 2009

de gatos y la Pantoja

Estoy en un estado de shock importante. Acabo de volver de visitar a mi vecina encargada de hacerme la lavadora y ha sido una experiencia kafkiana. La señora en cuestión parece salida de la película "La comunidad". Sólo diré que, después de ver ese piso, creo que el piso donde vivo es un palacio imperial. Al final hemos llegado a un acuerdo sobre el precio (sospecho que nos ha timado pero, como hemos visto las condiciones de vida de la pobre señora, nos hemos dejado estafar con una sonrisa en la cara). La señora es pensionista y vive con 4 o 5 gatos, la casa huele a una mezcla de wiskas, smetana y algo más... Es realmente una cosa para ver. El sábado vamos a llevar nuestra primera lavadora y esperemos que todo salga bien...

Hoy ha sido un día un poco triste. Después del día soleado que hizo ayer, volver a la cruda realidad de los días lluviosos se hace un poco más duro. Además hoy he tenido un día de ermitaño total preparando las clases y trabajando en el máster. A propósito de las clases, he encontrado un artículo super interesante sobre la hipermnesia y Facebook. Mañana lo llevaré a clase para trabajarlo; espero que me dé el resultado esperado, porque realmente creo que es un texto muy controvertido. Si tenéis un momento, leedlo porque es realmente interesante.

El miércoles conocé ala lectora de francés, una chica belga muy simpática que encima habla español perfectamente. Da la casualidad de que es vecina y, comiendo en la univerdidad, me confesó que estaba muy impactada por las condiciones en las que se encontraba el piso. Se veía que estaba apurada por no parecer demasiado remilgada o incluso pija. Me sorprendí a mí mismo intentando relativizar la situación y tranquilizándola en la medida de lo posible. Yo pensaba "quién te ha visto y quién te ve!", pero sí sí, ahí estaba yo, hablándole a la pobre belga de la parte positiva del barrio en el que vivimos, de que el agua, aunque huele a óxido al menos sale caliente (de momento) de que el papel de las paredes puedes considerarlo desfasado y cutre o retro y con encanto... En fin, que lo más fuerte no era que se lo dijera por tranquilizarla, sino que realmente lo sentía así. Entonces me invadió un pánico tremendo al pensar que podía estar empezando un proceso de rusificación...Además hace poco leí que todo proceso de aprendizaje de una segunda lengua es, en el fondo, un proceso de aculturización.

Y me dije "eso si que no!", menos mal que la Pantoja ha estado en Piter esta semana y me ha ayudado a reafirmar mi lado más español con su presencia. Representa que esta información que acabo de desvelar es altamente secreta; pues es muy probable que la tonadillera cierre unos bolos en esta ciudad para el verano que viene. Qué grande! realmente es para analizarlo... No me imagino a la Pantoja por aquí.

He empezado mis clases particulares de ruso y estoy bastante contento, me doy cuenta como poco a poco me voy soltando bastante con el idioma. Este avance me viene que ni pintado porque entre mañana y el lunes tengo que empezar con la burocracia para conseguir el visado multientrada al país. Esto se traduce en un ir y venir constante de despacho en despacho y una pelea permanente para que te miren a la cara y te expliquen los pasos de manera clara y concisa. Todo esto se me hace menos cuesta arriba precisamente porque me siento mucho más seguro con el ruso, además en cuanto pronuncias las palabras mágicas de "profesor extranjero" todos se dan patadas en el culo para solucionarte la papelete. Sospecho que mi jefa tiene amenazados a todos los trabajadores de la administración en la universidad...

Por hoy lo voy a dejar, pues espero una improtante llamada de mi casa, para pasar el parte de la semana y escuchar voces familiares y sentirme un poco más como en casa.

Un saludo a todos, hasta pronto.

sábado, 17 de octubre de 2009

de calma y sol

Recuerdo una entrevista a Najwa, hará unos 8 o así, cuando todavía se podía escuchar lo que hacía, en la que decía que su disco giraba en torno a la sensación que tienes cuando todo te va bien, todo parece que gira y rueda según lo previsto y tú, a pesar de todo eso, tienes una sensación de que algo acecha, de que no puede ser que todo vaya bien sin más, sin que el destino tarde o temprano salde cuentas. Hay que ver que Najwa tenga que aparecer en mis momentos para discurrir en plan filósofo (aunque para filósofo el impresentable que ha escrito ese artículo demencial sobre mis compis de trabajo en el FNAC, menudo...En fin, es convergente; todo dicho).

Pues ayer fue uno de esos días. Me levanté por la mañana a las 6 y media; es lo que tiene empezar a currar a las 9 y vivir casi en Finlandia (el otro día descubrí que estoy a 2 horas y media en coche de Finlandia; si tuviera en pasaporte multientrada ya me habría escapado algún fin de semana). No llovía mientras esperaba a la furgoneta-taxi-cafetera que me lleva hasta el metro, eso es todo un logro. Del metro a la uni pude ir dando un paseo, algo que siempre agradezco porque me permite cruzar el Neva mientras está amaneciendo y eso es indescriptible...Se te olvida todo en ese momento, realmente es increíble. Las clases fueron muy bien. Es difícil de explicar pero cuando estás dando clase sabes de alguna manera si eso está funcionando o no. En el fondo me pone un poco nervioso porque, con lo metódico que soy, no entiendo por qué algo a veces funciona y otras no hay manera... Pero bueno, cuando funciona es insuperable. Incluso en la última clase, cuando me di cuenta, nos habíamos pasado 10 minutos.

Me fui a comer al comedor de profesores, las camareras super simpáticas. Una hasta bromeó conmigo, yo no daba crédito. Lo bueno que tiene estar en un país como este en el que las sonrisas no se prodigan en exceso, es que, cuando te encuentras con una de repente, sincera y auténtica, la impresión que te causa es tremenda; en mi casa consigue ponerte de buen humor al momento, aunque yo en ese momento no lo necesitaba. Ni siquiera me importó tener que comerme un pirogui con kapusta pensando que era de yágodi. Pero bueno, lo más gordo no es eso...Cuando salgo del comedor, a las 5 de la tarde, ¡UN SOL BRILLANTE! parecía mentira. Después de 3 días seguidos sin ver el sol, de repente ahí está, durante dos horas ni rastro de nubes, ni lluvia, ni nieve; eso sí: 3 grados al sol, pero bueno, ya voy equipado para eso.

Total, que ayer fue un día para recordar, pero conforme llegaba de vuelta a casa empecé a pensar en que algo tenía que salir mal. Cuando entré por la puerta estaba preparado para cualquier cosa: no hay agua caliente, no hay internet, no hay calefacción...Pues no, todo correcto, todo el orden. Parecía algo raro en casa, si me llega a ver alguien por un agujero hubiera alucinado: abría el grifo del agua caliente y me reía, enchegué el ordenador y me reí,... Todo al comprobar que funcionaba. Algo que en Barna ni le das importancia, aquí se convirtió en motivo de celebración. Era como "el broche de oro" a un día redondo.

Eso sí, hoy ya hemos vuelto a lo de siempre: el sol no ha salido en todo el día. Llevo 21 horas de lluvia y estamos a 1º. Pero no importa: me ha dado tiempo de preparar las clases del lunes, de acabar un trabajo del máster y todavía me queda mañana para poder trabajar con calma. No puedo decir que esté super feliz o super contento, lo que sí estoy es super tranquilo, con calma. Es una sensación que no esperaba experimentar aquí ¿si no soy capaz de relajarme en mi casa cómo iba a hacerlo aquí? Pues sorprendentemente, así es.

Y con esta tranquilidad me despido por hoy. Teniendo todo el fin de semana la casa para mí, los horarios también se vuelven más laxos. Voy a darme una ducha, preparar la cena, poquito a poco...

Un saludo a mis compañeros del FNAC y patada voladora en la cabeza al señor x (paso de darle publicidad, ¡encima!)

Hasta pronto.

martes, 13 de octubre de 2009

de nieve y supersticiones

Esto de las supersticiones siempre me ha llamado bastante la atención. En muy pocas ocasiones solemos aceptar abiertamente que creemos en ellas pero, si rascamos un poquito y nos paramos a mirar nuestro comportamiento diario, seguramente nos sorprenderíamos de la influencia que tienen esas supersticiones en nuestro día a día.

Sin ir más lejos, hoy mismo: no había caído en que era martes trece hasta que, después de desayunar me he puesto a lavar los platos y, ¡sorpresa, otra vez sin agua caliente! Entonces lo primero que he pensado es eso "ya está, tenía que ser hoy". Así que he supuesto que ya había cumplido mi cupo personal de desgracias para este fatídico día; aunque luego, pensando, he caído en la cuenta de que aquí, en este país, el día de mala suerte es el viernes trece... O sea que los constructos culturales viajan a través del tiempo y del espacio; puesto que, al parecer, en mi maleta no sólo traje ropa sino que también me traje las supersticiones y los rituales de buena y mala suerte.
Ayer nevó por primera vez. Dicen que hay que pedir un deseo con la primera nevada del año. Yo, como todos, aunque no creo nada en estas cosas, por si acaso (como todos) pedí mi deseo. Es un deseo a largo plazo y hay que esperar para valorar si surge efecto esto o no. Con toda probabilidad de aquí a una semana me habré olvidado de esta chorrada y, se cumpla o no, no creo que caiga en la cuenta del deseo. En fin, que ya veremos qué pasa...Esto es muy ruso. "Ya veremos a ver cómo se soluciona todo, todo se andará", que claro, cuando la cosa gira en torno a conseguir un visado multientrada pues dices "bueno, no hay prisa", pero al tratarse de tener agua caliente en tu casa (hola, bienvenidos a Antigua y Barbuda, o al Congo, o a Gabón...), esta respuesta altera un poco. Mi casera, esa gran mujer que, por alguna extraña razón, está encabezonada en que vivamos tal y como lo hacían las antiguas inquilinas (nos obliga a guardar las facturas de la luz y el gas en el mismo sitio en el que las guardaban ellas- ¡pero señora! ¿¡qué más le dara!? nos ha dicho que hay que терпеть y poco más (vamos, que tengamos aguante). Me da lo mismo que piense que soy un pijo venido de la Europa de occidente en la que, imagínate qué despropósito, pretendemos que al abrir el grifo de agua caliente salga agua caliente, ¿¡pero en qué estaremos pensando!? En fin, creo que ya he plasmado mi descontento general con este tema. Parece ser que se ha reventado una tuberia en no sé dónde y lo están arreglando...ya veremos.

El disgusto se me ha pasado un poco porque, al menos, he conseguido acabar de prepararme las clases del viernes, me he ido al centro comercial de mi barrio y me he comprado un lápiz de memoria que necesitaba urgentemente y, además, haciendo los deberes de ruso he descubierto una palabra que, todo lo que tiene de graciosa lo tiene de poco útil. Siempre que me pasa algo así me acuerdo del Pau, que tiene una capacidad especial para retener palabras altamente inútiles y siempre nos reíamos de esta curiosa habilidad. La palabra en cuestión es виски /viski/ (sienes). Así que ya véis, una tontada más.

En fin, espero que hoy no nieve y pueda salir a comprar algo para cenar, de momento, aprovecho para trabajar un poquito, pero con la calma. Hasta pronto.

Hoy un saludo especial a mi tía, que está descubriendo poco a poco todo esto del internet y, de momento, va saliendo airosa del asunto. ¡Ánimo!

domingo, 11 de octubre de 2009

de cambios y previsión meteorológica

Parece increíble que haga el sol que está haciendo en estos momentos aquí. Cualquiera diría que me encuentro a orillas del Báltico a mediados de octubre; aunque parece ser que la paz va a durar poco. El pronóstico para los siguientes 10 días no es nada alentador: 90% de posibilidades de lluvia y máximas de 3º.

De repente me he convertido en un adicto a los pronósticos del tiempo. En función de la temperatura que se estime haces los cálculos pertinentes sobre cuántas capas de ropa tienes que ponerte. De momento lavar a mano no es tan terrible como me esperaba. Sábanas y toallas nos las lava el amigo ruso de Anna que es como una especie de watchmen a la rusa, porque el hombre está siempre disponible para todo y encima siempre de buena gana. Es impresionante.

Ayer, como cada sábado, tuve día de limpieza a fondo, mejor dicho A FONDO. El viernes fue un día para olvidar y, supongo que por eso mismo, al día siguiente necesitaba un cambio de aires. Como lo que tenía más a mano era mi habitación pues ahí que me puse, manos a la obra, cambio de muebles. Maldita la hora que se me ocurrió, porque empezó a salir mierda por doquier, pero vamos, una cosa inefable. Además, conforme iba limpiando, iba pensando "pero como he podido yo dormir aquí, con toda esta mierda soterrada!?" y cuanto más limpiaba más angustia me iba entrando...Total, que al final he reconstruido mi habitación por completo. Eché de menos algún manual de Fen Shui para que me guiara en cuanto a la dirección de la cama y cosas así, pero bueno, se ha hecho lo que se ha podido.

El tener poca experiencia te hace vivir situaciones que, se supone, no tienen por qué repetirse, puesto que son eso: experiencia. Me refiero a un comentario que me hizo una alumna de la última hora del viernes. Me cogió al acabar la clase para decirme que estaba incómoda en la clase porque casi no podía hablar (era clase de conversación) y claro, yo me quedé a cuadros, porque no entendía nada. Diseño todas las actividades tal y como recomiendan los expertos, porque otra cosa no, pero leer sobre didáctica de lenguas, es algo a lo que, con el máster, estoy más que acostumbrado. Total, que no sabía qué podía haber hecho mal; así que me pasé todo el día de ayer revisando mis apuntes y consultando a gurús de la edudación como Nunan o Giovanni et al y, realmente, creo que todo estaba diseñado correctamente. He pensado que puede tratarse, por qué no, de algún problema de timidez o inseguridad a la hora de hablar en español. He decidido trabajar en esa línea, a ver qué sale. La verdad es que me hizo sentir fatal que una alumna me dijera que estaba incómoda en mi clase. Vamos que es lo último que deseas pero bueno, no podemos olvidar que tratamos en todo momento con personas y eso hace que enseñar no sea una ciencia exacta con recetas infalibles; cuanto antes asuma eso, antes podré relajarme y evitar tener que arrojarme a los textos de didáctica de lenguas cada vez que una actividad no funcione como yo espero.

Bueno, después de esta reflexión de tres al cuarto que no creo que interese a nadie más que a mí. Quiero hacerme eco en este diario de un acontecimiento planetario único e irrepetible (como dijo Leire Pajín): en noviembre van a abrir en Piter un H&M!!! increíble! gracias a Dios o al cosmos! por fín voy a poder comprar ropa NORMAL y sí, utilizo este adjetivo tan poco popular y controvertido a posta. Sinceramente la moda de aquí no es normal, entendedlo cada uno como quiera, pero realmente no es normal. Yo ya había claudicado y decidido estaba a comprarme ropa cuando estuviera en Barcelona. Evidentemente habrá que hacer un viajecito al centro cuando la abran...A ver qué tal.

UYS! menudas horas son ya! voy a prepararme algo de comer y luego continuaré con la programación de mis clases, que mis alumnos se lo merecen. Uno de los grandes descubrimiento que más me han sorprendido últimamente es que la comida no se hace sola, y eso es todo un qué. Porque claro, tu planeas comer a las 2 y media pero hay que calcular el tiempo de preparación...Sé que esto no habla muy bien de mí, e incluso de mi madre. Pero en su defensa y en la mía propia diré que lo que me astía es el día a día, en pensar qué cocinar. No es una cuestión de pereza, sino más bien de desasosiego en plan "a ver que me hago para comer hoy, ¿comí huevos esta semana?¿me queda atún en casa?" este tipo de cosas.

En fin, lo dejo por hoy que tengo muchas cosas a las que dar vueltas: menú, capas de ropa para mañana, lavar a mano,etc... Un domingo completito, vamos.

Saludos a todos los que me leen. Gracias a Belen por la nota bibliográfica, a Fátim por atender a mi madre tan bien siempre, a Pan, que me costó horrores descifrar quien era... y a toda la gente que, cuando se cruzan con mis padres, les dan recuerdos para mí. Que sí, que se acuerdan de transmitírmelos todos.

Hasta pronto.

jueves, 8 de octubre de 2009

de reclusión y eslovacos

Jueves, 8 de octubre, fiesta nacional española en Piter. Es evidente que debería estar allí puesto que me han invitado a asistir; sin embargo, aquí estoy, delante del ordenador, del que no me he despegado en todo el día (con una única tregua para comer y, la que viene justo después de acabar esta entradas, para ir a tomar un té a "mi" cafetería).

La culpa de todo esto la tengo yo, eso para empenzar. Pero, al margen de mi manía de tenerlo todo atado y bien atado, el comienzo del máster y unos alumnos que entregan sus deberes a última hora también han contribuido a que me quede en casa trabajando. Como representante de la cultura española y todas esos cargos y responsabilidades que la AECID te otorga, me veo en la obligación de hacer promoción de la cultura española. Este objetivo, si nos paramos a pensarlo un momento, es una perugrollada en sí mismo. El propio hecho de enseñar lengua ya es promover la cultura de esa lengua. Esa unión entre lengua y cultura no se puede deshacer tan fácilmente. Aun así, en mis clases trabajo con materiales auténticos, entre otras razones, para poder acercar a los alumnos la realidad más directa posible. Vamos, que yo hago promoción de la cultura española dentro del aula, que es donde me gusta estar y donde me siento agusto, donde creo que está mi lugar y para lo que, en principio, he venido a hacer aquí.

Esta pequeña disertación sirve para explicar por qué no me siento culpable por no asistir hoy a la fiesta. De todos modos, le envié a correo a mi jefa, disculpándome por no poder ir al evento y, aprovechando que el Pisuerga pasa por...(Pau ayúdame que ya sabes cómo estoy en geografía!), le pasé el programa del nuevo grupo con el que empecé a trabajar el viernes pasado.

Son alumnos del último año de carrera y realmente muestran un entusiasmo increíble. Agradecen muchísimo las clases con nativos y, en contra de lo que me temía, son bastante perceptivos en cuanto a nuevos métodos pedagógicos se refiere. Lo nuevo no siempre tiene que ser sinónimo de mejor; por eso mismo no las tenía todas conmigo cuando empecé a programar las asignaturas. De momento, he de decir que, en todos los grupos, las medidas que voy tomando encuentran un apoyo general de la clase y, lo que es más importante para mí, una participación proactiva de los alumnos. Si consigues eso de ellos, ya los tienes "en el bolsillo", dispuestos a trabajar y a aprovechar las clases más en profundidad.

Hablando de transmitir cultura y todo eso, la semana que viene voy a llevar un texto de Pérez-Reverte, titulado "el coche de Fulano", que es realmente ilsutrativo de cómo somos los españoles. Os animo desde aquí a que lo leáis, es realmente divertido.

Al haber empezado el nuevo grupo, se me ha añadido una clase más el viernes. Así que ahora mi horario laboral se alarga de las 9 de la mañana a las 15:30, sin prácticamente descanso. La verdad es que es agotador, pero el hecho de llevar las clases preparadas reabaja bastante la sensación de estrés.

Creo que el cosmos juega en mi contra,a tenor de la mala suerte que tengo últimamente con el tiempo. Los días que tengo que ir al centro hace un día horrible: viento, nubes, lluvia horizontal (sí, aquí la lluvia es horizontal; por alguna extraña razón tú abres un paraguas cuando ves que empieza a llover pero, no importa, acabas empapado de arriba a abajo. El viento ya se ocupa de que la lluvia te llegue a todas partes menos, por supuesto, al paraguas). En cambio, los días, como hoy, que puedo dedicarlos a preparar las clases y trabajar y no tendría que salir de casa, hace un día soleado de narices que te llama a gritos a salir y dar una vuelta aunque sólo sea durante media horita.

¡Por cierto! ayer volví a encontrarme con la mujer del altercado en la cafetería, estaba de un buen humor increíble...Yo ya no sé qué pensar de esta gente; están peor que el tiempo. Por suerte, la mujer que me vende los чудо ("chudos", unos postres de requesón con frutas super buenos) es majísima, un encanto, y me cuida un montón. El otro día me dijo que un paisano mío había ido a su puestecito a comprar. Lo mejor fue cuando me dijo que el paisano en cuestión era eslovaco... Vamos, que parece ser que tengo pinta de eslovaco. Cuando le dije que era español, no se lo creía, que con esos ojos no podía ser español. Le dije que los ojos eran de mi padre, que le llamaban polaco en la mili (creo que eso la desconcertó un poco) y me dijo que investigara, que seguro que en la familia había algún antecedente eslovaco...

En fin, cuando tenga tiempo libre (que espero sea pronto) me dedicaré a hacer de Agatha Cristie con mi árbol genealógico. ¿Os imagináis que tuviera antepasados eslavos? sería realmente inquietante; digno de cuarto milenio vamos.

Bueno, por hoy lo dejo, que siento la llamada del tímido sol que queda que me invita a salir. Al menos que me dé un poco el aire. Las redacciones que tengo que corregir van a reposar durante unos minutos.

Hasta pronto, un saludos a todos los que me leen y hoy, por alusiones directas en la entrada, un saludo especial al Pavel, que sepas que el sobre sigue impoluto.

domingo, 4 de octubre de 2009

de cebolla y lambada

Era de esperar que, para la celebración del primer mes de vida de este cuaderno de bitácora, dedicara una entrada especial. Pues bien, esa era la intención pero algo (llámale dios, llámale energía) ha querido que los acontecimientos de anoche releguen a un segundo plano la efeméride y me vea en la olbigación de narrar el episodio de anoche. Puesto que no se trata de airear los trapos sucios de nadie, recurriré al sistema: sujeto A, B y C como mis compañeros de aventura anoche.

La idea era ir a cenar al centro de Piter y luego salir a tomar algo. Como idea era bastante apetecible, sin tener en cuenta los 3 grados a los que estamos ya en este rincón del globo ni el tiempo que tengo que dedicar a la preparación de las clases (ya he empezado con el nuevo grupo). Me armé de ganas, puesto que tengo una tendencia natural al descanso casero, y con tres capas de ropa más la chaqueta y un gorro me fui a cenar al centro.

La cena estuvo muy bien, es curioso como todo el mundo nos miraba. La verdad es que estamos acostumbrados a hablar bastante alto en público y eso puede llamar la atención. De todas formas, por alguna extraña razón, mucha gente en este país cree que somos franceses... Vamos que no soy ningún experto en fonética articulatoria ni adutivia, pero juraría que el frances y el español difieren bastante entre ellos. A eso de la 1 acabamos de cenar y salimos dirección a la дача (dacha), un bar-discoteca en pleno centro de Piter.

Aquí empieza lo realmente duro. Obviando que, de camino al local, casi nos pegan por hablar español, llegamos al bar sin más altercados. Lo que se cuece en las noches de este país no tiene nombre. Para empezar, lo supuestamente "modermo" aquí sigue siendo el esquema: 3 canciones movidas, una lenta; como si esto fuera el baile de graduación de Sensación de vivir. Lo mejor es que, en las lentas, los individuos se aparean en una coreografía pseudo erótica propia de Showgirls. Creo que un antropólogo hubiera tenido ahí dentro material de sobra para una tesis doctoral. Yo aguanté el tirón buenamente como pude. Evidentemente a las 4 y media de la mañana, después de tres horas en aquel antro y sin haber probado una pizca de alcohol, mi cuerpo ya no podía más; así que aproveché el momento (esto que voy a contar juro que pasó tal cual) en el que pincharon la lambada (como lo oís) y se hizo una conga gigante por todo el bar. Sinceramente me tengo por una persona bastante especial, con sus rarezas y sus manías, pero en general bastante dúctil al medio; sin embargo aquello superaba mis límites de tolerancia.

Así que a las 5 de la mañana decidí que era hora de plegar. Me llevó 15 minutos llegar ala puerta y volver a colocarme encima toda la ropa que llevaba.

Creo que el estado de shock todavía me dura; y eso que he dormido, he desayunado y he tenido tiempo de asimilarlo. Esta tarde quiero dedicarme al máster (que ya tengo deberes y fechas de entrega y de más) y me esforzaré en olvidar en la medida de lo posible la esperpéntica noche que viví ayer.

He aquí mi primera (y espero que durante mucho tiempo la única) incursión en la noche peterburguesa. De momento me decanto por las veladas en casita con buena compañía y, si encarta, una botella de vino. Para esto último le pediré consejo a mi tete.

Un saludo a todos.

En este domingo soleado de 4 grados de temperatura quiero hacer menciaón especial a mi tía que me llamó por teléfono el viernes y me hizo muchísima ilusión. ¡Ah! y un abarazo a mi yaya, que también me llamó.

Hasta pronto