miércoles, 30 de septiembre de 2009

de pescados y malentendidos

La verdad es que tenía pensado no hacer más de diez entradas al mes, para no aburrir a la gente y esas cosas; pero en estos últimos dos días han pasado tantas cosas que, sinceramente, me da miedo no dejar constancia de ellas por escrito y que se me olviden.

La primera gran novedad es que por fin he conocido a la otra lectora de Piter. Ha sido un encuentro muy intenso, debido en gran parte a la situación de desamparo que, quieras o no, siempre te invade cuando empiezas de cero. En el extranjero (y más en países un tanto "diferentes") las relaciones interpersonales parace que se aceleran en cuanto a tiempo de intimar se refiere. Es como una especie de Gran Hermano pero con un frío insostenible. Bueno, en resumidad cuentas, que la chica resulta ser un encanto (siempre me quedará la duda de si, estando en Barcelona, me seguiría pareciendo un encanto) y, además, hablando con ella me he dado cuenta de algo muy importante. Ahora viene una parte un tanto "tostón" de reflexión que, para quien no esté de humor, se puede saltar.

Los compatriotas (me encanta esta palabra y realmente hay tan pocos contextos en los que meterla que, en cuanto puedo, lo hago) se suelen sorprender de que no sienta una especie de fília por este país. Les cuesta asumir que alguien pueda venir aquí con el simple, aunque para mí vitall, objetivo de enriquecerse académica y profesionalmente sin sentir ese apego extraño por el país de acogida. La verdad, yo tampoco entiendo a la gente que es "fan" de un país; realmente no lo entiendo. Os juro que he intentado entenderlo, otra cosa no, pero reflexión y autoanálisis hacemos hasta el hastío en el máster... No concibo que una persona, saliendo a las 7 de la mañana de casa, con un frío que cala, una brisa que te trapasa los huesos y te congela el rostro (yo literalmente no puedo hablar) y un viaje por delante de más de una hora, exclame con todo el buen humor del mundo "¡qué bonito es Piter! ¡qué bonita es Rusia!". Me dan ganas de soltar un "no perdona, pase que te resbale la cara de perro que nos ponen en todas partes, pase que no te importe que nos tengan sin agua caliente dos días, pase que donde yo veo pobreza y falta de recursos tú veas una estampa entrañable de la ciudad; pero lo que no pasa es esto: ¡que te estás poniendo azul y estás diciendo que esto es maravilloso!!".

Total, que después de mucho hablar llegué a pensar que mi propósito en este país era menos legítimo que el de otra gente; sin embargo, tras muchas vueltas, me decidido que no, que aquí cada uno está para lo que está y yo he decidido vivir aquí por unos motivos tan estupendos o más como los de otro. ¡Faltaría más! ¡a ver si ahora voy a tener que estar todo el día comiendo pepinillos y poniendo smetana en todos los platos de la comida!

Hablando de smetana, el otro día tuve mi primer културный шок (choque cultural) en el comedor. Yo siempre pido pescado de segundo, como no me conozco los nombres de los peces pues me limito a pedir pescado, tal cual. Hasta la fecha todo había ido sobre ruedas. El conflicto apareció hace dos días cuando, en el menú del bar, había dos platos de pescado. Total, que yo le pido como siempre "pescado con guarnición" y la mujer me responde "¿cuál?", claro, yo, al no esperar una pregunta por su parte, y sabiendo lo nerviosas que se ponen en cuanto se forma un poco de cola, tardé 1 segundo y medio en constestar (juro que fue 1,5 seg) y escogí "un" pescado con arroz. La mujer me puso una cara de asco, pero asco asco de "te voy a vomitar la каша (papilla) aquí delante" y yo, en un alarde de valentía y simpatía a partes iguales se me ocurrió bromear diciéndole "¿qué pasa..es una mala elección?" acompañado de mi mejor sonrisa, que bueno, ya sabéis que no suelo ser muy agradable y eso de la sonrisa lo tengo desentrenado; pero bueno, creo que en aquel caso me salió bien. Pues bien, la mujer me miro con un odio, una cosa desmesurada para la situación, vamos que ni que la hubiera amenazado con secuestrar a sus hijos o alguna salvajada mayor. Total, que me lanzó una mirada que me dejo tieso, pero tieso tieso, y me salió, del fondo de mi ser, de lo más profundo un "gracias por la paciencia". Bueno...ella que lo oyó, empezó a refunfuñar algo entre dientes que, evidentemente no pude descifrar y que, me juego el cuello y lo pierdo, no sería nada agradable. Así que ya he tenido mi primer tropezón ruso, ahora sí, con la puntilla mía; porque como me calle me sale un úlcera, y eso si que no.

Bueno, de momento lo dejo por hoy. Voy a ver si ceno algo y me doy una ducha. Hoy ha sido un día tremendo y muy movido y, sintiéndolo mucho, pospondré mi clase de ruso de mañana a la semana que viene. El viernes empiezo con mi nuevo grupo y tengo muchas ganas. Tengo un programa para ellos en mente que espero poder acabar de desdibujar el fin de semana; estoy muy ilusionado.

Un saludo a todos. Recuerdo especial a la toda la gente que deja comentarios, que le dan vidilla a esto del blog. La gente del Fnac, family, etc... especialmente a mi tía Susana, que comparte la aracnofobia conmigo.

Hasta pronto.

sábado, 26 de septiembre de 2009

de pasteles y anzuelos

Empiezo a sentirme abrumado por la expectación que está empezando a levantar el blog; intentaré por todos los medios que no se me suba a la cabeza. Lo prometo. Me alegro de que a la gente le guste pero, para mí, lo primero sigue siendo el el potencial comunicativo que tiene. Gracias a estas entradas y, sobre todo, a la gente que dejs sus mensajillos, me siento más cerca de Barcelona y los mios. Así que gracias a todos por invertir un ratito de vuestro tiempo en chafardear esta ventana a Piter.

Uys! me están haciendo un montón de ruido las tripas. Esta mañana me he levantado super temprano, a pesar de que no tenía nada especial que hacer. A las 8 ya estaba despierto. Me ha recordado a los sábados en casa, que siempre me levantaba pronto y me iba a desayunar al Círculo católico; más por lo de círculo que por lo de católico, el bar tiene su encanto. Allí hicimos alguna vez els pastorets del colegio cuando era pequeñín.

Bueno ¡vale ya de regresiones! El tema es que, al levantarme tan temprano, después de almorzar y solucionar una seria duda con el "se" en oraciones impersonales y en oraciones pasivas reflejas, me he puesto a hacer limpieza. Me he trincado la cocina a fondo, el baño y mi habitación (por supuesto). En esta última dependencia del pequeño palacio soviético en el que vivo, he encontrado una compañera de 8 patas más que asquerosa. Venía ser del tamaño del propio spiderman (homenaje a mi tio kiko si lee esto). No sé cómo no la había visto antes, porque juro que he hecho limpieza a fondo más veces. Total, que me he liado a mochazo limpio con la araña de las narices antes de que tuviera tiempo de reaccionar y decidiera engullirme en 0,2 segundos.

Entre la araña y el tute que me he dado con el piso, mi paseo matutino programado se ha pospuesto para esta tarde. Aprovecharé e iré a tomar el café a "mi" bar. Intentaré hacer alguna foto, aunque no sé si será posible; esta gente no es muy amiga de las cámaras de fotos y menos aun en manos de un extranjero. Reminiscencias de la época comunista supongo...

Esto mismo me ocurre con los vecinos del rellano. Desde que hemos llegado sólo los he visto una vez. Creo que nos evitan. He hablado con Anna seriamente y hemos tramado un plan infalible para que nos conozcan y vean que somos personas normales que no comemos niños ni nada por el estilo. El anzuelo va a ser un pastel o una tortilla de patatas (mi propuesta es el pastel, porque ahora que hemos descubierto que el horno funciona, es mucho más fácil de preparar). Llevaremos el presente a los vecinos un domingo por la tarde para presentarnos oficalmente. Cómo no, el pastel irá en una bandeja que, tanto si les caemos bien o mal, los vecinos se verán en la obligación de devolvernos. O sea, que, de alguna manera, les estaremos obligando a que llamen a nuestra puerta. En ese momento, les haremos pasar a casa y les ofreceremos té y pastas y, a partir de entonces, esperamos que nuestra relación vaya poco a poco estrechándose. Sé que el plan tiene flecos sueltos, pero de momento esto es lo que tenemos. Ya iré contando la evolución del mismo.

Con las clases de ruso la verdad es que tienen buena pinta. El jueves fui a la librería de la uni y me compré dos manuales para poder trabajar en casa, además de las horas de clase. Creo que tengo que aprovechar bien el empujón que le puedo dar aquí al idioma. Además estoy empezando a bucear por la biblioteca en busca de material para la memoria.

En otro orden de cosas, ayer por la tarde conocí por fin a la lectora de la otra uni en Piter que también se incorporaba este año. Es una chica gallega muy maja. Supongo que mañana vendrá a comer a casa y a pasar la tarde. está bien ir conociendo a más gente cada vez. Así, si un día estás un poco tontorrón, siempre puedes llamar a uno u otro y salir a tomar un cafetillo.

Espero que esta tarde vuelva el agua caliente; desde ayer por la mañana que no sale agua caliente del grifo... Ayer me duché calentando agua al fuego. Una cosa indescriptible. Cuando llegué a casa por la tarde, después del día que tuve (las clases, meneo de papeles, etc) y vi que no había agua...Llamé a la casera, con un rebote, que la mujer me lo notó a la legua. Me acabó diciendo que le habían prometido que al día siguiente tendríamos agua. Le pregunté exactamente cuándo y me dijo "днём" (dniom), total que "de día" no sé hasta cuando es. Ahora mismo son las 2 del mediodía y todavía no hay agua.

En fin, de momento voy a comer algo y después me meteré un poco con el máster. Hoy paso de preparar clases, mañana será otro día y, espero, con agua caliente.

Uys! recuerdos especiales hoy a mi prima Sandra, que me hizo mucha ilusión su comentario, a Rafa (paso de poner Rafael que me recuerda al cantante y me da mal rollo) por la recomendación musical, y a mi prima Marta, que mañana celebran el bautizo del Roger.

Hasta pronto.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

de agua y té

Esto ya empieza a paracer Rusia de verdad. El país en todo su esplendor. Esta noche ha sido casi imposible dormir, hacía un viento horrible y llovía a cántaros. La habitación tiene doble ventana pero, aun así, el ruido que hacía el viento era insportable; era como tener una taladradora al otro lado del cristal. Un desastre.

Esta mañana, después de levantarme he pensado en ir a comprarme unos tapones para los oídos pero, cual ha sido mi sopresa al descubrir que por la mañana llovía todavía con más fuerza (si cabe). Es casi la una del mediodía y esto no ha parado, así que supongo que tendré que decantarme por la técnica cebolla y salir a la calle con 12 capas de ropa a por los tapones y a por agua enbotallada. En fin, espero volver de una pieza. Pensándolo bien tiene algo de epopeya todo esto, el hombre contra la naturaleza y todo ese rollo...

Ayer por la tarde había un concierto de un pianista español, pero estaba tan agustito en casa que pasé de ir. La verdad, el rollo este del cónsul y todo este ambiente no me dice nada. Aproveché la jornada casera para ultimar el portafolio del máster (¡que por fin he acabado!) y dejar listas las clases del viernes. El viernes que viene empiezo con el grupo nuevo, la verdad es que tengo ganas de ver que tipo de grupo son; espero que no me traigan invitados a clase a modo de ratas de laboratorio para analizar...

la semana que viene empiezan las clases de ruso y bueno, a ver qué tal. Espero que valgan la pena, porque el paseo que tengo hasta la academia es para pensárselo dos veces. Tengo ganas de tener ya el horario más o menos cuadrado para poder organizarme del todo.

Ayer estuve dando una vuelta por el barrio y, en esa excursión de investigación, descrubrí un gimnasio con piscina que pinta bastante bien por tan solo 1000 rublos al mes (unos 22 euros). Con esas instalaciones, en Barcelona no costaría menos de 40 euros; así que supongo que lo aprovecharé. También me escribió el lector de Yereván (premio para el primero que reconozca de qué país se trata... se acabó el tiempo: Armenia. Sí, yo también lo flipé). Siempre que pienso en Armenia -cosa no muy frecuente, la verdad- me viene a la cabeza aquel capítulo de los Simpsons tan divertido del niño armenio que acoge la familia amarilla...Muy bueno. Bueno al tema, que el chico había estado trabajando en Piter durante dos años y daba clase a un matrimonio. Me decía que les había pasado mi mail porque estaban interesados en seguir con las clases de español, a ver qué tal.

La verdad es que no tenía pensando hacer clases extra, quería centrarme en el proyecto del máster: empezar a leer bibliografía, seleccionar un campo de investigación concreto, etc. Así que no sé al final qué haré. Tampoco estaría mal un dinerillo extra. Ya veré cómo sale el asunto.

Por cierto, creo que he encontrado "mi cafetería" en el barrio. Ya sabéis, ese bar que, por algún motivo especial, se convierte en el sitio ideal para merendar y llevarte los apuntes y trabajar un poquito fuera de casa. La bilbioteca, si no tengo que consultar algún libro, no me gustan mucho para trabajar. Pues bien, el lugar escogido se llama чайнная ложка (algo así como "cucharilla de té") y está toda decorada en tonos naranjas así rollo relajante. Hacen un té verde muy bueno por 80 cents. de euro al cambio. Además una de las camareras se parece a Ani DiFranco y eso me hace gracia.

Tema comprar: ya me he comprado un gorro de invierno (parezco algo raro) y una chaqueta. Estoy ahora a la caza de unas bambas no muy caras para tenerlas como "calzado de guerra" y, por supuesto, el super abrigo de invierno que, a la espera de que Katya me acompañe a comprarlo, estoy todavía con lo que me traje de Barcelona. Supongo que hasta medidados de octubre podré tirar con esto.

En fin, por hoy esto es todo porque, a la vista de que la lluvia no me va a dar tregua, voy a armarme de valor y salir a comprar. Que sea lo que el cosmos quiera.

Entrada dedicada a hoy a la Emmi, el Victor, el Rul, el Chencho, la Silvi... Los de siempre. Y esta dedicatoria no necesita excusa alguna.

Hasta pronto.

sábado, 19 de septiembre de 2009

de chilenos y magdalenas

Pues aquí estoy de nuevo. La verdad es que hoy no tenía pensado colgar nada, puesto que he estado toda la mañana tecleando el portafolio (he conseguido quitarme de encima 2 muestras y la introducción, toda una hazaña); pero no sé por qué, quizá porque es sábado y por primera vez desde que he llegado aquí tengo algo de tiempo para pensar, me han entrado ganas de "hablar" con alguien. Así que como tengo la gran suerte de que hay gente que invierte su tiempo en leer esto, escribir es como hablar con vosotros aunque sea en diferido.

Os cuento primero la parte divertida. El viernes en clase de conversación con los traductores pasó algo verdaderamente increíble. Yo había preparado una actividad genial (puedo decirlo porque la idea no es mía, es de una chica que, espero me perdone, pero no recuerdo su nombre) basada en la canción "enero en la playa" de Facto Delafé. Estaba super orgulloso de cómo me había quedado. Pues bien, llego a clase, saludo a los alumnos, se sientan y, en un scanner visual rápido para cercionarme de que están todos (tenemos un régimen muy estricto con las asistencias), me doy cuenta de que hay una persona más. Le pregunto quién es y una de las alumnas me dice "es chileno". Yo no entiendo nada y vuelvo a preguntarle. La alumna en cuestión me dice "ha venido como invitado". A todo esto el chileno no decía nada. Total que yo sonrío y me dispongo a presentar la actividad, cuando la alumna me interrumpe- cosa que me encanta porque eso significa que van a intervenir y, por ende, a hablar en español- y dice "lo he traido para que lo vean mis compañeros". Sí, muy fuerte. La colega tiene un amigo chileno y lo trae a clase para que sus compañeros "lo vean". A estas alturas de la película os podéis imaginar: yo dando la clase y el chileno, a un lado de la pizarra, mirando; ahí, de pie, sin hacer nada. Luego se lo conté a Anna y no se lo podía creer. Y es que no es para menos.

De todos modos, creo que la clase fue bastante bien y la idea de los diarios parece que les ha gustado. Tengo que seguir currando en esa línea y para la semana que viene ya les tengo preparado un rol play del que espero saquen algo de provecho porque sino mi paciencia va a tambalearse peligrosamente.

Después de comer, y recuperado en parte del shock del chileno, me fui a hacer el test de nivel para el curso de ruso. Una cosa tremenda: 200 preguntas tipo test, que al final ya no sabías qué marcar. El lunes iré a que me digan a qué puedo apuntarme y demás.

Ahora la parte menos divertida. No es que sea mala, simplemente es más introspectiva. Así que la gente a la que no le apetezca hacer un esfuerzo cognitivo mínimo que deje de leer aquí. Avisados estáis. Bueno el asunto es que hoy me he dado cuenta de que hay unas cuantas cosas que, de momento, no puedo hacer aquí o que, mejor dicho, es mejor no hacerlas para evitar bajones de ánimo innecesarios por el momento. Una de ellas es preparar un bocadillo de atún que me recuerda a mi madre y, de momento, no puedo prepararlo. Tengo el pan, el atún, el queso y demás, pero no tengo el ánimo. A este emparedado (como me gusta esta palabreja) se le han unido hoy dos actividades más:
1- escuchar Kiss FM
2- ver fotos de amigos

La primera no es porque pinchen de vez en cuando Manolo García (que también), sino porque me recuerda a mis paseos por mi ciudad con los cascos y, de momento, no puedo determe en ese tipo de pensamientos. Ha sido poner la emisora en Internet y empezar a llorar moco tendido, una cosa horrible. Total, que he visto el panorama y he quitado la radio, ¡qué narices!. La segunda es más comprensible y creo que no hace falta ni explicarlo.

Me acuerdo cada día de todo el mundo, aunque parezca mentira. Y agradezco muchísimo los comentarios que dejáis aquí, de veras. Hace que os sienta más cerca. Gracias por demostrarme con esos mensajitos que os acordáis de mí. Un saludo a todos. Otra noche solitaria en la ciudad de las noches blancas.

Hoy, no sé por qué (esta frase ha salido ya más veces) me he acordado muchísimo de mi tete. Me da la sensación de que me estoy perdiendo un montón de cosas que le están pasando justo ahora. Tengo ganas de verte tete, así que esta entrada va dedicada a tí, con todo el cariño, aunque te guste te Estopa. Nadie es perfecto.

Hasta pronto.

jueves, 17 de septiembre de 2009

de surrealismo y tupperwares

Bueno bueno, está claro que nada dura para siempre y que, tarde o temprano,esta nube de algodón rosa pastel tenía que desaparecer. Hoy por fin nos hemos encontrado con la esencia rusa en todo su esplendor.

El feliz encuentro ha tenido lugar a la hora de intentar conseguir empezar nuestras clases de ruso. Nos han tenido dando vueltas para arriba y para abajo, cerca de 2 horas moviéndonos por todo el paseo marítimo con el viento que hacía (creo que mis cejas ahora están 3 centímetros más arriba de lo normal), para acabar igual que estábamos, o sea: sin saber nada. Para ser sinceros no hemos acabado igual, hemos acabado peor: sin saber nada y con un cabreo de doce monos.

Al llegar al último despacho nos ha atendido una chica rubia que, justo en ese momento se iba a comer con su tupperware maravilloso, y nos ha dicho que nos esperáramos un momento. Al instante a aparecido el señor que nos tenía que solucionar la papeleta. Pero lejos de eso, ha decidido empezar a despotricar contra el otro señor que nos había enviado a él. La cosa ha empezado a ser surrealista total cuando, al señor-cabreado y la secretaria-hambrienta, se le han añadido otra secretaria más y un señor más que pasaba por allí con un paquete de DHL. Todos han empezado a divagar sobre el origen de aquel papel y sobre cómo podían solucionar "el problema". Y yo pensaba:
1. "¡¿qué problema?! ¡¡Si se trata de apuntarnos a un curso!!" y
2. "¿por qué actúan como si nosotros no estuviéramos delante?"

Ha sido realmente alucinante: cinco personas discutiendo sobre nosotros, con nosotros allí, de cuerpo presente, sin que nos miraran a los ojos ni un instante. La cosa se ha alargado (personalmente hasta el infinito) hasta que la rubia glotona nos ha dicho "por favor, llamad mañana que ya sabremos algo".

Total, que mañana llamará Anna, porque yo estoy toda la mañana trabajando, y entonces sabremos qué pasará con nuestro curso de ruso. La verdad es que espero que se solucione pronto, porque tengo muchas ganas de empezar el curso.

En otro orden de cosas, acabo de terminar el segundo portafolio del máster, ahora sólo me queda pasarlo a ordenador y darle los últimos retoques. Este fin de semana me pondré manos a la obra.

Es jueves por la noche, todavía no he cenado ni me he duchado, así que voy a empezar a ponerme las pilas. La verdad es que la noche antes de dar clases siempre estoy un poco nervioso, pensando: cómo irán, que los alumnos entren al trapo, que todo salga bien, que me de tiempo de hacer todo lo que tengo programado...Es un poco inquietante pero, a la vez, estimulante. Supongo que lo triste sería no tener esa sensación; eso significaría que enseñar español se ha convertido en una rutina monocromática y aburrida. Así que aquí estoy, solito y disfrutando de esta sensación.

Por hoy ya está bien, me despido; no sin antes saludar especialmente a la Bélen (sí, con acento ahí), que es una crack y que sepa que su monedero de vaca me sirve para llevar la targeta del metro, así que cada vez que viajo en el subway me acuerdo de ella.

Un saludo a todos.

Hasta pronto.

martes, 15 de septiembre de 2009

de formas y de fondo

Así es. Entre estas dos líneas se me pasan los días en esta ciudad caprichosa metereológicamente hablando. Todavía tengo un montón de formalidades y papeleo que resolver y, sobre esta cuestión, gira la primera aventurilla de la entrada de hoy.

Ayer decidí ir al consulado español para registrarme. Después de toda la lata que nos dieron en el famoso concierto de guitarra, tenía mucha curiosidad por saber qué comportaba el hecho de registrarse en el consulado... Pues bien, básicamente sirve para que, en caso de muerte, un avión te lleve a tu casa de vuelta sin mayores dificultades...O sea, un buen rollo del copón. Total, que me registré como ciudadano "no residente", porque vamos, siempre estás a tiempo de hacerte residente y, además, de la otra manera que quitan el empadronamiento de España y yo eso si que no, porque yo soy de La salud "ja me maten". Así que nada, firme y rellené millones de formularios y, cuando me disponía a irme ya aparece el cónsul de detrás de una puerta y me dice "puedes pasar un segundo?" Yo, cómo no, entro al despacho. Momento despacho: foto del rey, de Manolete, un toro de hierro (o algo parecido) en la mesa... Tuvimos una charla muy cordial, sobre la posibilidad de organizar cosas a nivel cultural, patatín patatán. Además me apuntó a las lista del consulado que sirve para que te inviten a fiestas y conciertos de varios tipos. El martes que viene ya tenemos que ir a un concierto de piano en un palacete de "no se qué"... Vamos, a codearse con este tipo de gente...A ver que tal.

Esto en cuanto a la forma; algo a lo que no estoy para nada acostumbrado y que, además, siempre que me encuentro en esas situaciones empiezo a pensar "yo estoy aquí para trabajar con mis alumnos, para currarme unas clases, este no es mi sitio"; entonces me evado y claro, parece que esté en la parra pero, lejos de eso, en realidad es que no me interesa nada este tipo de formalidades... Ahora en cuanto al fondo, que es lo que de verdad me hace odiar y amar esta ciudad a partes iguales y pasar de un estado al otro en 0,2 segundos.

Con mis alumnos el trabajo es genial. Normalmente se me escapa el tiempo; y eso que tengo una hora y media de clase...Tengo que aprender a gestionar el tiempo en el aula: nuevo reto didáctico del semestre! Con el grupo de producción textual estoy disfrutando como un enano porque son unos chavales con una capacidad de trabajo y un interés brutal... En fin: una delicia. Y encima estoy aprendiendo un montón. Es que cada día aprendes algo nuevo y más si, como nos dicen en el máster, aprendes a autoreflexionar y a hacer un trabajo de autoevaluación después de cada clase. Algo imprescindible para poder mejorar día a día.

Con las tareas del hogar todo es más confuso, pero creo que me voy saliendo...El fin de semana hice sopa de col (o eso creo). Básicamente metí col, patata, zanahoria y champiñones en una olla y dejé que aquello hirviera durante no recuerdo cuantas horas... La cosa es que al cabo de MUCHO rato ahí había caldo, lo colé y ahora tengo para hacer con pasta y cosas así. La verdura hervida también me la comí. ¡Aquí no se tira nada! Con la cocina eso ha sido lo más elaborado que he hecho de momento. Es que me apetece hacer cosas en casa porque me estoy cansando del comedor de la uni. A todo le ponen сметана (smetana), que es como una especie de nata espesa. Yo no entiendo nada porque tanto si es pescado, como pollo, como sopa, como verdura, como judías blancas,...TODO lleva esa salsa. Me da miedo dejar los apuntes encima de la mesa del comedor mientras pido por si le ponen una cucharada de smetana tambien...Un sin vivir vamos.

Bueno pues eso es todo por hoy, que aquí son las 6 y media de la tarde y hace un sol brutal, así que voy a aprovechar y me voy a ir a dar un paseo por el parque este que tengo delante de casa que, por fin, me he enterado de como se llama: El parque de los 300 años. No lo entiendo muy bien porque está super nuevo y de hecho todavía hay zonas del parque en construcción...

Hay muchas cosas que no entiendo de este lugar; puede que ahí resida la gracia y en, poco a poco, ir entendiendo un poquito más del día a día de esta parte del mundo. En eso estamos y, mientras tanto, intento disfrutar de los momentos de decir "joder que bien estoy aquí" y de los de decir "cómo echo de menos mi casa y los mios"; porque de la combinación de estos dos sentimientos dependerá que el proceso de adaptación sea más o menos llevable. ¡Uys que filosófico!

Un saludo a todos.

Esta vez, mención especial a mi prima Ester-Yeni, que lejos de ser bipolar por tener dos nombres, sabe muy bien dónde está y lo que quiere, o eso transmite.

Hasta pronto.

domingo, 13 de septiembre de 2009

de cónsules y puentes abiertos

Lo prometido es deuda; así que aquí estoy de nuevo. El encuentro con el cónsul fue bastante fortuito. Una cosa muy rápida. Únicamente nos dijo que fuéramos cuanto antes a registrarnos al consulado...Así que mañana mismo nos vamos para allá, porque todos los trabajadores del consulado nos preguntaban todo el tiempo lo mismo; supongo que será algo importante estar registrado. Yo, además, espero que me expliquen cómo funciona eso de las becas y cómo puede ser que tenga que ser yo el que proponga a los candidatos para disfrutarlas...Me parece demasiada responsabilidad, que se mojen ellos ¿no? bueno a ver por donde me salen...

El concierto de guitarra en sí estuvo bien la primera media hora (con esto quiero decir que las dos horas restantes sobraban). El lugar escogido era precioso por eso, la iglesia católica de Santa Ekaterina. Me hizo gracia porque el guitarrista (un señor bastante freak que elabora sus propios instrumentos del siglo XVI) tocó algunas piezas clásicas que mi tete también tocaba cuando hacía clases de guitarra. Me trajo recuerdos y, gracias a eso, pude abstraerme y aguantar las dos horas y media de concierto estoicamente. Juro que llegó un momento en que pensé "si vuelve a coger la bandurria esa me levanto y se la pongo por sombrero", por suerte, Dios o el cosmos me escuchó y el señor tuvo la bondad de parar... слава Богу

Ayer fuimos a cenar a un japonés - aquí ahi un monton de japoneses (personas y restaurantes por igual) repartidos por toda la ciudad- con Mitia, un amigo de Ana. La verdad es que es un chaval muy simpático y muy ruso. Me explico: aquí como tengas un amigo ruso ya es para toda la vida y lo dan todo por tí. Realmente tanta atención puede llegar a abrumar. A mí es que todo me sabe mal por él. La cosa es que dijimos de ir a cenar a un japo, bueno, pues el hombre viene al piso, nos recoge con el coche, vamos al centro, cenamos y después nos dice que vayamos a dar un paseo. Aquí "dar un paseo" signifca "vamos a un parque gigante a congelarnos de frío a dar vueltas" no como en Barcelona que se puede pasear por la ciudad y tomar un helado o unas pipas. Total que aparecemos en un parque gigante (precioso por otro lado) a la 1 de la mañana, con un frío del copón y dando "un paseo" que acabó convirtiéndose en un sprin hacia el coche para evitar la congelación y posible amputación de dedos.

Una vez en el coche pensé que ya era hora de volver a casa a dormir pero...¡no! Mitia, con toda la bondad del mundo, quería enseñarnos la elevación de puentes de la ciudad. La verdad es que es un espectáculo increíble pero piensas ¿hace falta verlo todo en una misma noche? ¡si vamos a estar aquí un montón de tiempo!. En el fondo se lo agradezco, pero en el momento, y después de una hora en el coche dando vueltas, yo no podía pensar en otra cosa que en la camita...Acabamos en casa a las 3 de la mañana...Una aventura total.

Bueno por hoy lo dejo. Hace un sol espléndido y croe que me voy a pasear un ratito. Además esta tarde quiero preparar una actividad para mi grupo de traductores, que me traen por la calle de la amargura. No sé cómo llegarles... He leído una propuesta muy interesante en el libro de Woodward y voy a ver qué tal. Se trata de crear unos diarios de diálogo. Si a alguien le la idea, ya le pasaré el texto. Ya os explicaré cómo sale el experimento.

No sé cuando llegará el mal tiempo, pero de momento ¡todavía tengo que salir con gafas de sol a la calle!

un saludo a todos,

Hasta pronto.

PD: un saludo especial a mi prima Marta! que me encantan sus comentarios y saber cosas tan curiosas como que el Roger ya come papillas! :)

viernes, 11 de septiembre de 2009

galletas y pipas

Aunque son dos elementos que, en principio, no se conciben en un mismo producto; en Rusia puedes encontrarlo bajo el inocente nombre de "galleta maría". Así es, aquí las galletas María son sospechosamente gruesas y además tienen un no menos sospechoso regusto a pipa. He de decir que, sorprendentemente y contra todo pronóstico, me he acabado acostumbrando a ese extraño sabor y ya las tomo cada mañana para desayunar. Me dan toda la energía que necesito para aguantar todo el día (parece un anuncio esto).

Bueno, al margen de esto, ayer fue un día para alucinar. Por la mañana, cuando nos disponíamos a salir de casa, me llamó mi jefa de la cátedra (que vendría a ser como una especie de Regina do Santos a la rusa) y nos invitó a un concierto de guitarra española de música antigua. Nos dijo que iba a asistir en cónsul español y que, cómo no, nos quería presentar... Bueno, ya os podéis imaginar el espectáculo de conocer al cónsul y a toda su troupe de gente detrás... Este tema merece una entrada a parte que ya haré mañana.

De momento lo dejo aquí. Hoy he tenido clase de 9 a 14 y los alumnos me han dejado exhausto. Mañana por fin me pongo con la última muestra del portafolio del máster, limpieza de pisito y la entrada que he prometido.

La de hoy dedicada a Fátim que siempre me hace reír con sus comentarios en el blog. :)

un saludo a todos los que me siguen y a los que no lo hacen también, que saludar es gratis y no hace daño a nadie.

hasta pronto

martes, 8 de septiembre de 2009

Bueno bueno, parece mentira pero mañana ya va a hacer una semana que aterricé es este territorio inhóspito (que en el fondo no lo es tanto). La verdad es que no se puede decir que esté mal para nada. Echo de menos cosas, y eso que acabo de llegar; pero cada vez me acostumbro más al "terennà" de esta gente. De hecho, esta adaptación es la mejor medicina para que no te pongan de los nervios con sus caras raras y su carácter más bien seco.

En la universidad se respira un ambiente super relajado, hay gente super moderna y con una estética que llama la atención. En Barcerlona probablemente no la llamarían, pero os aseguro que aquí sí.

Ana siempre se ríe de mí porque dice que vine a Rusia con la imagen de que nos iban a descuartizar en cualquier lugar y momento y, la verdad, la cosa no es para nada así. Pero, cosas de la vida, ahora que ya empezaba a ver las cosas de otra manera (al principio me daba reparo hasta salir de casa solo) recibo el primer trabajo de una alumno que me destroza todas mis teorías.

La alumna pertenece al programa de máster en lenguas románicas de la universidad estatal (sí, doy clases a alumnos de máster. Gracias y mil gracias a las asignaturas de gramática descriptiva y gramática pedagógica que hice en el máster, porque ellas me hacen salir airoso de preguntas más que complicadas en cuanto a temas de pragmática y uso de la lengua). Conmigo hacen la asignatura de redacción. Para el viernes la primera tarea consistía en escribir un pequeño artículo de opinión sobre algún aspecto sociocultural de su país que ellos consideraran controvertido. Pues bien, la chica en cuestión me envía un texto sobre las pandillas neonazis que proliferan en Moscú y Piter (San Petersburgo para ellos); clar, yo cuando vi eso digo "madre mía! todo mi esfuerzo a la basura!" bueno ya os podéis imaginar, Ana y yo riéndonos porque realmente...¡menuda casualidad maldita!

Bueno por hoy esto es todo, la verdad es que todo esto ha sido una excusa para escribir algo el blog hoy. Y pensaréis ¿porqué hoy justamente tenía que escribir? pues porque esta mañana he leído un correo de mi madre, donde me explica un acontecimiento increíble que ha vivido con mi tía y mi primita en un bar. Después de leer la historia me he emociado y he decidido que quería dedicar una entrada en el blog a mi prima, porque es genial y progresa a pasos agigantados.

Así que una entrada única e sinigual para mi prima Nerea, única y sinigual.

Hasta pronto.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Pasitos

No creo que pueda escribir cada día en el blog, pero casualmente ahora que tengo un ratito me apetecía escribir una entradilla.

La verdad es que no tengo nada especial que contar. Esta mañana me he levantado a las 10 de la mañana - algo nada habitual en mí. He desayunado un té con leche (el café en esta ciudad deja bastante que desear) con una pasta de manzana BUENÍSIMA; mañana todavía me queda la mitad de la pasta y ya estoy deseando hincarle el diente :) Después de desayunar ha empezado una sesión de limpieza a fondo de la que todavía no me liberado. Entre Ana y yo nos hemos centrado en la cocina y mañana nos quedarán los baños (aquí el váter está separado de la bañera).

Es divertido esto de escribir tranquilamente, sin la inmediatez del msn o algún programa por el estilo, porque te permite pensar en lo que quieres explicar sin prisa... Está tarde ha sido algo especial; bueno, me temo que estos días todo va a tener algo de especial. Ha venido a comer Mitia, un amigo de Ana, a casa; y, hablando hablando, nos ha invitado a pasar la noche en su dacha (una dacha es una casa de campo rusa con un agujero en el suelo como váter), pero yo, como de momento prefiero evacuar al estilo "primer mundo", he decidido quedarme en casa. Así que esta va a ser mi primera noche sólo en el piso (este nunca será "mi" piso, ni "mi" habitación, eso lo tengo muy claro).

Puesto que ahora para mí todo es un super reto, os voy a explicar mi mini-aventura de esta tarde. Aquí llueve siempre, hoy se ha pasado todo el día lloviendo por ejemplo. Así que he decidido ponerme a trabajar en el máster un poquillo; tengo que entregar el portafolio el 2 de Octubre y quería aprovechar. Algo he hecho, pero no sé que me pasa que me cuesta mucho concentrarme. La cabeza me va a 100 por hora; supongo que me falta ubicarme y esas cosas. La cosa es que, finalmente, he estructurado la tercera muestra, y para mí eso es lo más complicado, lo que más se me resiste siempre. Bueno, pues como no podía currar, he decidido salir a dar un paseo. El hecho de salir sólo era ya en sí mismo un hecho insólito. Me he puesto el chandal, he cogido el paraguas, las llaves y ¡ala! a la aventura. Tenía ganas de saber qué se siente al pasear, sin nadie, mezclándote con la gente, en una ciudad que no es tuya, que no conoces,... Ha sido raro, pero me ha gustado. Aquí tienes la sensación de que todo el mundo te mira (si te escuchan hablar un idioma que no es ruso, ciertamente te miran) pero claro, como esta vez no iba hablando - todavía no hablo sólo- he pasead tranquilamente, no sé, he pensado "¡eh! que no soy ruso, y no os dáis cuenta! estoy pasando por uno de vosotros". Ha sido divertido. Me ha hecho sonreír.

Después del paseo me he venido al piso y me he preparado un té con un rosco que me ha costado horrores comerme. Aquí todas las galletitas y pastitas son super espesas y hay que estar aconstumbrado.

He comprado un champú en el súper y ha sido algo bastante arriesgado. Para empezar, por los supermercados de esta ciudad parece que haya pasado escuadrón de artillería pesada o algo por estilo, todo está medio vacío y desordenado. Cuando he encontrado la sección de champús he caído en que no sé cómo es "caspa" en ruso; así que ahí me tenéis: delante de un panel gigante de Panteve Pro-v todo el cirílico intentando descifrar "caspa". Por suerte, mi intención no me ha fallado y перхоть ha resultado ser caspa en ruso. Una de las palabras que ya no olvidaré.

La verdad es que el tema del ruso me pone un poco nervioso porque veo como Ana y Mitia hablan y yo no me quedo ahí paradito. Pero es que me puede: porque escucho a Ana hablar, sin preocuparse de la corrección gramatical ni nada y a mi me pone muy nervioso eso y me saturo y desconecto. Me tendré que acostumbrar a eso y quitarme este principio absurdo que tengo como mantra de "si no lo vas a decir correctamente, no lo digas".

En fin, que por hoy ya está bien porque no os quiero tener aquí toda la noche. Ahora mismo estoy escuchando una canción de Cat Power muy animadilla (gracias Fátim por descubrirme el Spotyfi!). Voy a leer un poquito y a preaparme algo para cenar mientras experimento esta primera noche sólo en la ciudad de los ríos helados.

Un abrazo a todos, hoy especialmente a mi tía (cada día toco la piedra y pienso en algo positivo).

¡Hasta pronto!

viernes, 4 de septiembre de 2009

inicio del camino

Aseguré escribir nada más llegar a San Petersburgo pero, como suele pasar, las cosas no siempre salen como uno espera; de todas maneras, por fin he encontrado un hueco para escribir en el blog e inangurarlo.

Para tranquilidad de todos mis seguidores (de momento dos) a los que les agradezco su fidelidad incondicional - porque sé que será incondicional-, decir que todo el viaje fue estupendo. Mi maleta salió la última por la cinta transportadora y he de reconocer que hubo ahí un momento de tensión, el cual desapareció en cuanto vimos a Lida, la chica de la universidad que nos vino a recoger y nos llevó hasta la residencia. Bueno, no es realmente una residencia, es un piso que comparto con Ana, la lectora de catalán. En este mismo piso estuvieron las anteriores lectoras que nos han dejado la casa super bien acondicionada. La verdad es que son muy apañadas y, gracias a ellas, nos hemos encontrado el piso en unas condiciones increíbles.

Cuando digo "increíbles" me refiero a "increíbles a la rusa"; al igual que cuando digo que algo está "genial, estupendo, maravilloso" siempre es a la rusa. O sea que, en comparación con lo que nos podríamos haber encontrado, esto es un chollo. Ahora mismo estoy en la habitación, con la ventana a la izquierda (enorme) que da a un parque y desde donde se ve el mar báltico. Es un paisaje realmente sobrecogedor (esta vez no a la rusa).

La ciudad se me ha presentado menos agresiva y dura de lo que me esperaba. La experiencia anterior supongo que también había condicionado bastante mi visión del lugar. Pero esta vez todo me parece más accesible, mas cómodo, más llevadero fin de cuentas. Es probable que con los años también yo haya cambiado. Supongo que eso es innevitable. Sea como sea, me alegro de estar aquí, a nivel profesional es una oportunidad única pero, sobretodo, a nivel personal esto va a ser un reto, y no precisamente fácil.

En la universidad es trabajo es una gozada. Hoy he empezado mis clases: dos clases con los alumnos de máster de lenguas románicas y otra clase de traducción (a la que tendré que dar caña, porque de traductología yo nada de nada). Los alumnos parecen cualquier cosa menos rusos; son muy abietos y receptivos en cuanto a métodos nuevos. Evidentemente estoy de una primera impresión, todo se andará (esto es muy ruso: всё разберётся"). En la cátedra la secretaria es un encanto, los profesores son muy amables, siempre dispuestos a echarte una mano en todo. Gracias a ellos hemos podido arreglar todo el papeleo en un solo día (algo impensable para cualquier extranjero que venga al país). Con todo esto lo único que puedo hacer es agradecerles todo lo que hacen por mí; me duele la boca de decir gracias.

Con el tema del idioma me estreso bastante; sé que hay que adaptarse y todo lleva su tiempo, pero estoy constantemente intentado leer todo, escuchando a la gente por los pasillos a ver si pesco algo... Hasta ahora los resultados han sido poco satisfactorios, pero voy con calma. A finales de mes empiezan las clases de ruso y ahí sí que me pondré a hincar codos.

Bueno, con esta primera entradas pretendía únicamente inagurar el diario y, al final, ha quedado una entrada completa. Para acabar dos momentos surrealistas de esos que solo te pueden pasar aquí:
- Para firmar el contrato nos han pedido una radiografía de los pulmones...
- Me han escrito de la embajada española diciéndome que tengo que personarme allí para que me expliquen no sé que historia de unas becas (la idea es que el estado ofrece unas becas para estudiar en España y yo tengo que escoger a los alumnos que considero más aptos para disfrutar de dichas becas); algo de lo que no tenía ni idea.

En fin, esto es todo por hoy. El tema de conexión a internet estamos arreglándolo y, de momento, tenemos una conexión algo precaria. Tenemos que comprar un módem y contrartar algún servicio, total: más mareo. Algo por lo que hoy no estoy dispuesto a pasar.

Un abrazo muy fuerte a toda gente que lea esto: amigos, familia, mis padres y mi tete, sobretodo. A todos, un saludo muy fuerte.

P.D. Los poemas de Cohen, la calcedonia azul y un sobre (que no he abierto) para momentos de emergencia, me están ayudando a conciliar el sueño y dormir de un tirón a pesar de los nervios de los primeros días. Muchas gracias a todos.

¡Hasta pronto!