No creo que pueda escribir cada día en el blog, pero casualmente ahora que tengo un ratito me apetecía escribir una entradilla.
La verdad es que no tengo nada especial que contar. Esta mañana me he levantado a las 10 de la mañana - algo nada habitual en mí. He desayunado un té con leche (el café en esta ciudad deja bastante que desear) con una pasta de manzana BUENÍSIMA; mañana todavía me queda la mitad de la pasta y ya estoy deseando hincarle el diente :) Después de desayunar ha empezado una sesión de limpieza a fondo de la que todavía no me liberado. Entre Ana y yo nos hemos centrado en la cocina y mañana nos quedarán los baños (aquí el váter está separado de la bañera).
Es divertido esto de escribir tranquilamente, sin la inmediatez del msn o algún programa por el estilo, porque te permite pensar en lo que quieres explicar sin prisa... Está tarde ha sido algo especial; bueno, me temo que estos días todo va a tener algo de especial. Ha venido a comer Mitia, un amigo de Ana, a casa; y, hablando hablando, nos ha invitado a pasar la noche en su dacha (una dacha es una casa de campo rusa con un agujero en el suelo como váter), pero yo, como de momento prefiero evacuar al estilo "primer mundo", he decidido quedarme en casa. Así que esta va a ser mi primera noche sólo en el piso (este nunca será "mi" piso, ni "mi" habitación, eso lo tengo muy claro).
Puesto que ahora para mí todo es un super reto, os voy a explicar mi mini-aventura de esta tarde. Aquí llueve siempre, hoy se ha pasado todo el día lloviendo por ejemplo. Así que he decidido ponerme a trabajar en el máster un poquillo; tengo que entregar el portafolio el 2 de Octubre y quería aprovechar. Algo he hecho, pero no sé que me pasa que me cuesta mucho concentrarme. La cabeza me va a 100 por hora; supongo que me falta ubicarme y esas cosas. La cosa es que, finalmente, he estructurado la tercera muestra, y para mí eso es lo más complicado, lo que más se me resiste siempre. Bueno, pues como no podía currar, he decidido salir a dar un paseo. El hecho de salir sólo era ya en sí mismo un hecho insólito. Me he puesto el chandal, he cogido el paraguas, las llaves y ¡ala! a la aventura. Tenía ganas de saber qué se siente al pasear, sin nadie, mezclándote con la gente, en una ciudad que no es tuya, que no conoces,... Ha sido raro, pero me ha gustado. Aquí tienes la sensación de que todo el mundo te mira (si te escuchan hablar un idioma que no es ruso, ciertamente te miran) pero claro, como esta vez no iba hablando - todavía no hablo sólo- he pasead tranquilamente, no sé, he pensado "¡eh! que no soy ruso, y no os dáis cuenta! estoy pasando por uno de vosotros". Ha sido divertido. Me ha hecho sonreír.
Después del paseo me he venido al piso y me he preparado un té con un rosco que me ha costado horrores comerme. Aquí todas las galletitas y pastitas son super espesas y hay que estar aconstumbrado.
He comprado un champú en el súper y ha sido algo bastante arriesgado. Para empezar, por los supermercados de esta ciudad parece que haya pasado escuadrón de artillería pesada o algo por estilo, todo está medio vacío y desordenado. Cuando he encontrado la sección de champús he caído en que no sé cómo es "caspa" en ruso; así que ahí me tenéis: delante de un panel gigante de Panteve Pro-v todo el cirílico intentando descifrar "caspa". Por suerte, mi intención no me ha fallado y перхоть ha resultado ser caspa en ruso. Una de las palabras que ya no olvidaré.
La verdad es que el tema del ruso me pone un poco nervioso porque veo como Ana y Mitia hablan y yo no me quedo ahí paradito. Pero es que me puede: porque escucho a Ana hablar, sin preocuparse de la corrección gramatical ni nada y a mi me pone muy nervioso eso y me saturo y desconecto. Me tendré que acostumbrar a eso y quitarme este principio absurdo que tengo como mantra de "si no lo vas a decir correctamente, no lo digas".
En fin, que por hoy ya está bien porque no os quiero tener aquí toda la noche. Ahora mismo estoy escuchando una canción de Cat Power muy animadilla (gracias Fátim por descubrirme el Spotyfi!). Voy a leer un poquito y a preaparme algo para cenar mientras experimento esta primera noche sólo en la ciudad de los ríos helados.
Un abrazo a todos, hoy especialmente a mi tía (cada día toco la piedra y pienso en algo positivo).
¡Hasta pronto!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola iván, ¡vuelvo a ser yo!
ResponderEliminarme encanta todolo que dices, la verdad es que me parto bastante con tus anécdotas, porque te visualizo y es muy bueno jajaja
me alegro de que puedas escribir. Yo te voy a decir algo cada vez que entre porque sé que hace ilusión que te digan cositas cuando estás tan lejos. Para que lo leas entre pasta mantequillosa y rosco gigante y te acuerdes de pequeñas cosas, como del mini rosco que te comías siempre antes de entrar al EOI, que tenía más glamour que los que comes ahora jaja . Así que cuando te seintas solo, mira tu blog, que igual te he puesto algo, to pesada. jeje
un beso!