domingo, 13 de septiembre de 2009

de cónsules y puentes abiertos

Lo prometido es deuda; así que aquí estoy de nuevo. El encuentro con el cónsul fue bastante fortuito. Una cosa muy rápida. Únicamente nos dijo que fuéramos cuanto antes a registrarnos al consulado...Así que mañana mismo nos vamos para allá, porque todos los trabajadores del consulado nos preguntaban todo el tiempo lo mismo; supongo que será algo importante estar registrado. Yo, además, espero que me expliquen cómo funciona eso de las becas y cómo puede ser que tenga que ser yo el que proponga a los candidatos para disfrutarlas...Me parece demasiada responsabilidad, que se mojen ellos ¿no? bueno a ver por donde me salen...

El concierto de guitarra en sí estuvo bien la primera media hora (con esto quiero decir que las dos horas restantes sobraban). El lugar escogido era precioso por eso, la iglesia católica de Santa Ekaterina. Me hizo gracia porque el guitarrista (un señor bastante freak que elabora sus propios instrumentos del siglo XVI) tocó algunas piezas clásicas que mi tete también tocaba cuando hacía clases de guitarra. Me trajo recuerdos y, gracias a eso, pude abstraerme y aguantar las dos horas y media de concierto estoicamente. Juro que llegó un momento en que pensé "si vuelve a coger la bandurria esa me levanto y se la pongo por sombrero", por suerte, Dios o el cosmos me escuchó y el señor tuvo la bondad de parar... слава Богу

Ayer fuimos a cenar a un japonés - aquí ahi un monton de japoneses (personas y restaurantes por igual) repartidos por toda la ciudad- con Mitia, un amigo de Ana. La verdad es que es un chaval muy simpático y muy ruso. Me explico: aquí como tengas un amigo ruso ya es para toda la vida y lo dan todo por tí. Realmente tanta atención puede llegar a abrumar. A mí es que todo me sabe mal por él. La cosa es que dijimos de ir a cenar a un japo, bueno, pues el hombre viene al piso, nos recoge con el coche, vamos al centro, cenamos y después nos dice que vayamos a dar un paseo. Aquí "dar un paseo" signifca "vamos a un parque gigante a congelarnos de frío a dar vueltas" no como en Barcelona que se puede pasear por la ciudad y tomar un helado o unas pipas. Total que aparecemos en un parque gigante (precioso por otro lado) a la 1 de la mañana, con un frío del copón y dando "un paseo" que acabó convirtiéndose en un sprin hacia el coche para evitar la congelación y posible amputación de dedos.

Una vez en el coche pensé que ya era hora de volver a casa a dormir pero...¡no! Mitia, con toda la bondad del mundo, quería enseñarnos la elevación de puentes de la ciudad. La verdad es que es un espectáculo increíble pero piensas ¿hace falta verlo todo en una misma noche? ¡si vamos a estar aquí un montón de tiempo!. En el fondo se lo agradezco, pero en el momento, y después de una hora en el coche dando vueltas, yo no podía pensar en otra cosa que en la camita...Acabamos en casa a las 3 de la mañana...Una aventura total.

Bueno por hoy lo dejo. Hace un sol espléndido y croe que me voy a pasear un ratito. Además esta tarde quiero preparar una actividad para mi grupo de traductores, que me traen por la calle de la amargura. No sé cómo llegarles... He leído una propuesta muy interesante en el libro de Woodward y voy a ver qué tal. Se trata de crear unos diarios de diálogo. Si a alguien le la idea, ya le pasaré el texto. Ya os explicaré cómo sale el experimento.

No sé cuando llegará el mal tiempo, pero de momento ¡todavía tengo que salir con gafas de sol a la calle!

un saludo a todos,

Hasta pronto.

PD: un saludo especial a mi prima Marta! que me encantan sus comentarios y saber cosas tan curiosas como que el Roger ya come papillas! :)

viernes, 11 de septiembre de 2009

galletas y pipas

Aunque son dos elementos que, en principio, no se conciben en un mismo producto; en Rusia puedes encontrarlo bajo el inocente nombre de "galleta maría". Así es, aquí las galletas María son sospechosamente gruesas y además tienen un no menos sospechoso regusto a pipa. He de decir que, sorprendentemente y contra todo pronóstico, me he acabado acostumbrando a ese extraño sabor y ya las tomo cada mañana para desayunar. Me dan toda la energía que necesito para aguantar todo el día (parece un anuncio esto).

Bueno, al margen de esto, ayer fue un día para alucinar. Por la mañana, cuando nos disponíamos a salir de casa, me llamó mi jefa de la cátedra (que vendría a ser como una especie de Regina do Santos a la rusa) y nos invitó a un concierto de guitarra española de música antigua. Nos dijo que iba a asistir en cónsul español y que, cómo no, nos quería presentar... Bueno, ya os podéis imaginar el espectáculo de conocer al cónsul y a toda su troupe de gente detrás... Este tema merece una entrada a parte que ya haré mañana.

De momento lo dejo aquí. Hoy he tenido clase de 9 a 14 y los alumnos me han dejado exhausto. Mañana por fin me pongo con la última muestra del portafolio del máster, limpieza de pisito y la entrada que he prometido.

La de hoy dedicada a Fátim que siempre me hace reír con sus comentarios en el blog. :)

un saludo a todos los que me siguen y a los que no lo hacen también, que saludar es gratis y no hace daño a nadie.

hasta pronto

martes, 8 de septiembre de 2009

Bueno bueno, parece mentira pero mañana ya va a hacer una semana que aterricé es este territorio inhóspito (que en el fondo no lo es tanto). La verdad es que no se puede decir que esté mal para nada. Echo de menos cosas, y eso que acabo de llegar; pero cada vez me acostumbro más al "terennà" de esta gente. De hecho, esta adaptación es la mejor medicina para que no te pongan de los nervios con sus caras raras y su carácter más bien seco.

En la universidad se respira un ambiente super relajado, hay gente super moderna y con una estética que llama la atención. En Barcerlona probablemente no la llamarían, pero os aseguro que aquí sí.

Ana siempre se ríe de mí porque dice que vine a Rusia con la imagen de que nos iban a descuartizar en cualquier lugar y momento y, la verdad, la cosa no es para nada así. Pero, cosas de la vida, ahora que ya empezaba a ver las cosas de otra manera (al principio me daba reparo hasta salir de casa solo) recibo el primer trabajo de una alumno que me destroza todas mis teorías.

La alumna pertenece al programa de máster en lenguas románicas de la universidad estatal (sí, doy clases a alumnos de máster. Gracias y mil gracias a las asignaturas de gramática descriptiva y gramática pedagógica que hice en el máster, porque ellas me hacen salir airoso de preguntas más que complicadas en cuanto a temas de pragmática y uso de la lengua). Conmigo hacen la asignatura de redacción. Para el viernes la primera tarea consistía en escribir un pequeño artículo de opinión sobre algún aspecto sociocultural de su país que ellos consideraran controvertido. Pues bien, la chica en cuestión me envía un texto sobre las pandillas neonazis que proliferan en Moscú y Piter (San Petersburgo para ellos); clar, yo cuando vi eso digo "madre mía! todo mi esfuerzo a la basura!" bueno ya os podéis imaginar, Ana y yo riéndonos porque realmente...¡menuda casualidad maldita!

Bueno por hoy esto es todo, la verdad es que todo esto ha sido una excusa para escribir algo el blog hoy. Y pensaréis ¿porqué hoy justamente tenía que escribir? pues porque esta mañana he leído un correo de mi madre, donde me explica un acontecimiento increíble que ha vivido con mi tía y mi primita en un bar. Después de leer la historia me he emociado y he decidido que quería dedicar una entrada en el blog a mi prima, porque es genial y progresa a pasos agigantados.

Así que una entrada única e sinigual para mi prima Nerea, única y sinigual.

Hasta pronto.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Pasitos

No creo que pueda escribir cada día en el blog, pero casualmente ahora que tengo un ratito me apetecía escribir una entradilla.

La verdad es que no tengo nada especial que contar. Esta mañana me he levantado a las 10 de la mañana - algo nada habitual en mí. He desayunado un té con leche (el café en esta ciudad deja bastante que desear) con una pasta de manzana BUENÍSIMA; mañana todavía me queda la mitad de la pasta y ya estoy deseando hincarle el diente :) Después de desayunar ha empezado una sesión de limpieza a fondo de la que todavía no me liberado. Entre Ana y yo nos hemos centrado en la cocina y mañana nos quedarán los baños (aquí el váter está separado de la bañera).

Es divertido esto de escribir tranquilamente, sin la inmediatez del msn o algún programa por el estilo, porque te permite pensar en lo que quieres explicar sin prisa... Está tarde ha sido algo especial; bueno, me temo que estos días todo va a tener algo de especial. Ha venido a comer Mitia, un amigo de Ana, a casa; y, hablando hablando, nos ha invitado a pasar la noche en su dacha (una dacha es una casa de campo rusa con un agujero en el suelo como váter), pero yo, como de momento prefiero evacuar al estilo "primer mundo", he decidido quedarme en casa. Así que esta va a ser mi primera noche sólo en el piso (este nunca será "mi" piso, ni "mi" habitación, eso lo tengo muy claro).

Puesto que ahora para mí todo es un super reto, os voy a explicar mi mini-aventura de esta tarde. Aquí llueve siempre, hoy se ha pasado todo el día lloviendo por ejemplo. Así que he decidido ponerme a trabajar en el máster un poquillo; tengo que entregar el portafolio el 2 de Octubre y quería aprovechar. Algo he hecho, pero no sé que me pasa que me cuesta mucho concentrarme. La cabeza me va a 100 por hora; supongo que me falta ubicarme y esas cosas. La cosa es que, finalmente, he estructurado la tercera muestra, y para mí eso es lo más complicado, lo que más se me resiste siempre. Bueno, pues como no podía currar, he decidido salir a dar un paseo. El hecho de salir sólo era ya en sí mismo un hecho insólito. Me he puesto el chandal, he cogido el paraguas, las llaves y ¡ala! a la aventura. Tenía ganas de saber qué se siente al pasear, sin nadie, mezclándote con la gente, en una ciudad que no es tuya, que no conoces,... Ha sido raro, pero me ha gustado. Aquí tienes la sensación de que todo el mundo te mira (si te escuchan hablar un idioma que no es ruso, ciertamente te miran) pero claro, como esta vez no iba hablando - todavía no hablo sólo- he pasead tranquilamente, no sé, he pensado "¡eh! que no soy ruso, y no os dáis cuenta! estoy pasando por uno de vosotros". Ha sido divertido. Me ha hecho sonreír.

Después del paseo me he venido al piso y me he preparado un té con un rosco que me ha costado horrores comerme. Aquí todas las galletitas y pastitas son super espesas y hay que estar aconstumbrado.

He comprado un champú en el súper y ha sido algo bastante arriesgado. Para empezar, por los supermercados de esta ciudad parece que haya pasado escuadrón de artillería pesada o algo por estilo, todo está medio vacío y desordenado. Cuando he encontrado la sección de champús he caído en que no sé cómo es "caspa" en ruso; así que ahí me tenéis: delante de un panel gigante de Panteve Pro-v todo el cirílico intentando descifrar "caspa". Por suerte, mi intención no me ha fallado y перхоть ha resultado ser caspa en ruso. Una de las palabras que ya no olvidaré.

La verdad es que el tema del ruso me pone un poco nervioso porque veo como Ana y Mitia hablan y yo no me quedo ahí paradito. Pero es que me puede: porque escucho a Ana hablar, sin preocuparse de la corrección gramatical ni nada y a mi me pone muy nervioso eso y me saturo y desconecto. Me tendré que acostumbrar a eso y quitarme este principio absurdo que tengo como mantra de "si no lo vas a decir correctamente, no lo digas".

En fin, que por hoy ya está bien porque no os quiero tener aquí toda la noche. Ahora mismo estoy escuchando una canción de Cat Power muy animadilla (gracias Fátim por descubrirme el Spotyfi!). Voy a leer un poquito y a preaparme algo para cenar mientras experimento esta primera noche sólo en la ciudad de los ríos helados.

Un abrazo a todos, hoy especialmente a mi tía (cada día toco la piedra y pienso en algo positivo).

¡Hasta pronto!

viernes, 4 de septiembre de 2009

inicio del camino

Aseguré escribir nada más llegar a San Petersburgo pero, como suele pasar, las cosas no siempre salen como uno espera; de todas maneras, por fin he encontrado un hueco para escribir en el blog e inangurarlo.

Para tranquilidad de todos mis seguidores (de momento dos) a los que les agradezco su fidelidad incondicional - porque sé que será incondicional-, decir que todo el viaje fue estupendo. Mi maleta salió la última por la cinta transportadora y he de reconocer que hubo ahí un momento de tensión, el cual desapareció en cuanto vimos a Lida, la chica de la universidad que nos vino a recoger y nos llevó hasta la residencia. Bueno, no es realmente una residencia, es un piso que comparto con Ana, la lectora de catalán. En este mismo piso estuvieron las anteriores lectoras que nos han dejado la casa super bien acondicionada. La verdad es que son muy apañadas y, gracias a ellas, nos hemos encontrado el piso en unas condiciones increíbles.

Cuando digo "increíbles" me refiero a "increíbles a la rusa"; al igual que cuando digo que algo está "genial, estupendo, maravilloso" siempre es a la rusa. O sea que, en comparación con lo que nos podríamos haber encontrado, esto es un chollo. Ahora mismo estoy en la habitación, con la ventana a la izquierda (enorme) que da a un parque y desde donde se ve el mar báltico. Es un paisaje realmente sobrecogedor (esta vez no a la rusa).

La ciudad se me ha presentado menos agresiva y dura de lo que me esperaba. La experiencia anterior supongo que también había condicionado bastante mi visión del lugar. Pero esta vez todo me parece más accesible, mas cómodo, más llevadero fin de cuentas. Es probable que con los años también yo haya cambiado. Supongo que eso es innevitable. Sea como sea, me alegro de estar aquí, a nivel profesional es una oportunidad única pero, sobretodo, a nivel personal esto va a ser un reto, y no precisamente fácil.

En la universidad es trabajo es una gozada. Hoy he empezado mis clases: dos clases con los alumnos de máster de lenguas románicas y otra clase de traducción (a la que tendré que dar caña, porque de traductología yo nada de nada). Los alumnos parecen cualquier cosa menos rusos; son muy abietos y receptivos en cuanto a métodos nuevos. Evidentemente estoy de una primera impresión, todo se andará (esto es muy ruso: всё разберётся"). En la cátedra la secretaria es un encanto, los profesores son muy amables, siempre dispuestos a echarte una mano en todo. Gracias a ellos hemos podido arreglar todo el papeleo en un solo día (algo impensable para cualquier extranjero que venga al país). Con todo esto lo único que puedo hacer es agradecerles todo lo que hacen por mí; me duele la boca de decir gracias.

Con el tema del idioma me estreso bastante; sé que hay que adaptarse y todo lleva su tiempo, pero estoy constantemente intentado leer todo, escuchando a la gente por los pasillos a ver si pesco algo... Hasta ahora los resultados han sido poco satisfactorios, pero voy con calma. A finales de mes empiezan las clases de ruso y ahí sí que me pondré a hincar codos.

Bueno, con esta primera entradas pretendía únicamente inagurar el diario y, al final, ha quedado una entrada completa. Para acabar dos momentos surrealistas de esos que solo te pueden pasar aquí:
- Para firmar el contrato nos han pedido una radiografía de los pulmones...
- Me han escrito de la embajada española diciéndome que tengo que personarme allí para que me expliquen no sé que historia de unas becas (la idea es que el estado ofrece unas becas para estudiar en España y yo tengo que escoger a los alumnos que considero más aptos para disfrutar de dichas becas); algo de lo que no tenía ni idea.

En fin, esto es todo por hoy. El tema de conexión a internet estamos arreglándolo y, de momento, tenemos una conexión algo precaria. Tenemos que comprar un módem y contrartar algún servicio, total: más mareo. Algo por lo que hoy no estoy dispuesto a pasar.

Un abrazo muy fuerte a toda gente que lea esto: amigos, familia, mis padres y mi tete, sobretodo. A todos, un saludo muy fuerte.

P.D. Los poemas de Cohen, la calcedonia azul y un sobre (que no he abierto) para momentos de emergencia, me están ayudando a conciliar el sueño y dormir de un tirón a pesar de los nervios de los primeros días. Muchas gracias a todos.

¡Hasta pronto!